Una doncella atípica

Ya lo dije en otra ocasión. Admito que cuando entró en la serie no daba un duro por ella. Pero Fe, la doncella dicharachera que ha revolucionado la cocina de La Casona, ha conseguido conquistarme del todo (la actriz y el personaje). Porque a diferencia de los Mirañar, cuyas ocurrencias son las más de las veces un sinsentido, lo de Fe es diferente. Su manera de hablar a veces ininteligible, de un castizo cerrado y que Marta borda con mucha habilidad, sus salidas picaronas pero sin demasiada malicia, su desparpajo e irreverencia, son de lo más divertido, sin olvidar además que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Y por descontado, hay que hacer hincapié en lo que ha supuesto para Mariana. Una amiga y alguien que le ha aportado mucho más de lo que se ve a simple vista.

Realmente pienso que fue un acierto introducir este personaje, que aún sin ser una de las protagonistas principales, es realmente interesante. Como también lo es su relación con Mauricio, que no creo que pase por ahora de ser platónica, pero que quizás podría llegar a algo más. Por de pronto y con sus maneras, ya ha conseguido que el hombre sea más civilizado, e incluso que haya mejorado hasta límites insospechados la relación de éste con Mariana, y viceversa.

Con la presencia de Fe, la cocina de La Casona se ha convertido en un lugar que ya hacía mucho tiempo que no tenía color. En realidad es posible que, aunque me perdí estas escenas, sea una situación que no se daba desde que las risas infantiles de Martín lo llenaban todo.