30 de septiembre de 2015

Tapando mentiras con medias verdades

No creo que este sea el camino, tapar una mentira con una media verdad.
Alfonso ha perdido la oportunidad de ser sincero del todo, y confiar en lo que le une a Emilia. Pero se ha portado como un cobarde, además de manipular los sentimientos de Emilia,… y ello le ha de pasar factura.
Alguien se preguntaba si es posible perdonar una infidelidad. Y admito que no sé cómo reaccionaría en este caso, porque puede haber muchos factores que condicionen el perdón, desde el arrepentimiento sincero, el propósito de enmienda (que tampoco implica necesariamente que, en caso de tentación, no se vuelva a caer), la recuperación de la confianza,… y lo que une con el otro, que si es fuerte puede vencer todos los obstáculos.
Pero lo que es evidente es que una infidelidad es algo que siempre estará ahí, que no se podrá borrar por mucho que se ponga tierra encima. 
Además creo que Alfonso ha cometido otro enorme error al no sincerarse. Porque Emilia ha vuelto a ser engañada. La verdad es que la escena de la “reconciliación”, que para algunos ha tenido tintes sublimes, para mí ha sido solo un ejercicio de hipocresía por parte de Alfonso, que ha tapado su desliz con una excusa banal. Que es cierto que fue el detonante de todo este proceso, por otra parte algo que nadie acabó de entender y mucho menos justificar, pero que no es excusa para lo que ha sucedido después. De hecho nada lo justifica, excepto el simple deseo carnal. Y lamento ser tan dura con el hombre, pero es que difícilmente conseguirá por mi parte recuperar el concepto que tenía anteriormente de él. Y mucho menos después de ver cómo ha vuelto a mentir a la mujer a la que dice amar desde siempre, pero a la que no ha tenido el suficiente respeto para serle fiel .
Además me ha dado la sensación de que encima ha puesto un tupido velo sobre el tema, como si los remordimientos hubieran dejado de existir y pretendiera olvidar todo para siempre. Como si la relación con Hortensia hubiera sido algo que sucedió en sueños y que una vez despierto ya no existiera.
Pero si existe, y ya se encargará el chantajista de hacérselo saber. 

29 de septiembre de 2015

Bosco. Sin identidad (hasta ahora)

Estoy casi segura que en otros tiempos la supuesta muerte de un personaje principal y el posterior descubrimiento de que seguía con vida, traía aparejado un subidón de adrenalina. Pero dudo mucho que esto haya sucedido en el caso de Francisca, exceptuando claro está a un sector de la audiencia, a l@s fieles que siguen esta trama. De verdad creo que este personaje ya no puede dar más de sí, y por ello las tramas ya son del todo previsibles. Y de ahí que considero que a poc@s les siguen interesando sus andanzas, por lo que vuelvo a repetir lo que ya he dicho infinidad de veces, que creo que ha dejado de ser un personaje imprescindible. Por cierto ¿alguien la está echando en falta estos días?
Sin embargo, aparte de repetir tramas previsibles, hay otro aspecto de esta trama que si considero hay que remarcar. Y es que, en mi opinión, lo que están haciendo es un flaco favor al personaje de Bosco volviendo a ligarlo con ella, y no dejando que vuele solo.
Sé que el personaje de Bosco no goza de demasiado predicamento, que apenas ha conseguido salir del bucle en el que le metieron al principio y no tiene demasiados adeptos. Lo cual lamento profundamente, porque pienso que el actor ha evolucionado positivamente y merece mucho más de lo que le dan, un personaje sin identidad propia y siempre dependiente de otros.
Bosco, al ser el único lazo que se liga a la trama inicial de la serie, creo que tendría que tener más protagonismo (en realidad en los créditos consta como el principal protagonista, aunque en mi opinión diste mucho de serlo). Y cuando digo esto, quiero decir con una trama propia que le permita desarrollar una historia particular, y sin caer otra vez en los errores del principio.
Evidentemente no se puede pedir a un personaje que no interactúe con los demás, porque sería casi un suicidio. Pero de ahí a depender de otros dista un mundo, y eso es lo que le ha sucedido hasta ahora a este personaje. Incluso cuando estaba Inés, que consiguió casi abducirle, hasta que finalmente los responsables de la serie se dieron cuenta. Y sucedió cuando estaba con Francisca, que le anuló completamente, convirtiéndole en un personaje manipulable y sin voluntad propia.
Ahora su bagaje es muy diferente, es el dueño de una hacienda y no tiene que consultar con nadie las decisiones que toma, como también es suya la total responsabilidad que ello acarrea. Y con esto se supone que también ha madurado y es capaz de tener criterio propio.
También su entorno es diferente. Candela y Rosario le quieren y le respetan, sin interferir en su vida. Si acaso le dan su opinión, contraria a veces, pero nunca intentan manipularle, y siempre procuran entenderle. También Severo y Carmelo son importantes porque, además de buenos amigos, le ayudan a salir adelante y a prosperar. Cierto también que esta amistad supone para Bosco un difícil equilibrio que le sitúa en medio de dos enemigos irreconciliables como son Severo y Francisca, pero está demostrando que ello es posible, que puede estar en los dos bandos usando de la suficiente manga ancha para manejarlo. Que la familia y los amigos no tienen porque ser incompatibles, ni es necesario tomar partido.  
En definitiva, y consciente de que mi opinión sigue siendo minoritaria, creo que Bosco podría ser todavía recuperable si le dan una trama en condiciones.
Y un inciso. A estas alturas no voy a negar que haya personajes que me gustan especialmente, y otros que no me inspiran especial simpatía. O ninguna (cuidado, me refiero a los personajes, no a los actores o actrices). Como también que ya ha sucedido anteriormente con Tristán y Martín, dos hombres por los que sigo teniendo especial predilección. Pero no es óbice para que amplíe mis miras y haga lugar a otros, pues pienso que todos, personajes y actores, se merecen tener su oportunidad. Y soy capaz de dividir mis simpatías (o antipatías) con todos ellos. 

28 de septiembre de 2015

Amigos para siempre

No sé si el formato de telenovela admite profundizar en algunos temas, aunque entiendo que se podría hacer sin problemas porque no creo que sea el tiempo lo que lo impida. De hecho queda demostrado con los innumerables flashbacks innecesarios que nos cuelan cada día, que permiten llegar a la inevitable conclusión de que no saben muy bien cómo llenar los capítulos. Y creo que como espectadora tengo derecho a pedir que los responsables de los guiones se esfuercen un poco más para ganarse el sueldo.
Admito que en ocasiones me exaspera que se queden en lo superficial, dejando inconclusos algunos temas. A lo largo de toda la serie hemos visto como se iban amontonando en el baúl de los recuerdos un montón de historias irresolutas, de las que todo hace pensar que nunca más verán la luz, esperando que los espectadores también se olviden de ellas.
De hecho ya está sucediendo.
Y al mismo tiempo parece que se está dejando languidecer la serie. Recuerdo otros tiempos en que los foros y las diferentes páginas bullían de actividad, que se esperaba con ansia lo que deparaban las tramas futuras, salían noticias o se mantenía un cierto nivel de expectativas, al estilo de cómo lo están haciendo por ejemplo en Italia, donde la serie tiene incluso una revista y una colección de cromos, entre otras cosas. Aquí la situación es bien distinta, y poco queda de aquello. Además no parece que a los responsables les interese ni siquiera hacer publicidad de la serie, como si ahora todo se redujera a dejar que el espectador se  deje arrastrar por la inercia misma que hace que nos sentemos ante el televisor sin apenas cuestionar nada. Como si los excelentes resultados de audiencia que aún cosecha la serie ya fueran suficientes para quienes tienen en sus manos el destino de la misma.
Y ahora voy al grano, después de esta larga parrafada.
Mi intención inicial era hablar de la situación en la que queda la relación entre Severo y Carmelo. Es evidente que los planes de este último se han ido al traste y se va a quedar aL lado de su amigo. Pero durante unas semanas han surgido entre ellos temas que considero que en una situación normal se tendrían que resolver. Por ambas partes se han cometido errores que, de no de no hablarlos, van a quedar enquistados. Severo quizás no ha estado muy lúcido en su trato con Carmelo y éste, aun dejando claro lo importante que es la amistad que los une, ha antepuesto a otro, aunque éste solo fuera el detonante porque los problemas ya venían de algo anterior. Por lo que seguir como si nada hubiera pasado no me parece la mejor solución.
Es cierto que los dos amigos se conocen muy bien, y por eso mismo no tendrían que tener reparos en zanjar este tema, después de haber puesto las cosas en su justa medida. Y creo que han de dar un paso más: Severo dando entrada a su amigo en sus negocios para que pueda sentirse más realizado en su cometido, y Carmelo siendo más sincero en sus sentimientos.   
De todas maneras pienso que el grado de amistad entre los dos hombres es una de las cosas más interesantes de esta etapa y que introduce un hecho diferencial al tratarse de dos amigos con un vínculo que trasciende a lo que se había visto hasta ahora, y a los que unen unos fuertes lazos que han hecho que Severo no se resignara a perder a su amigo del alma. Por otra parte un hombre noble, visceral a veces, pero con un gran corazón,... que ahora debe sentirse avergonzado, humillado, incluso estúpido, por haberse dejado engañar durante tanto tiempo. Y que va a necesitar el apoyo de su amigo.   

26 de septiembre de 2015

Negros nubarrones en el horizonte

Es un hecho que en la vida real hay personas con una mente muy retorcida, capaces de las mayores aberraciones.
Por ello no tendría que ser una cosa inusual que en PV aparezcan sujetos de este calibre, ya que tampoco se trata de estar al margen de la realidad y evitar entrar en estos temas. Aunque, en mi opinión, el límite razonable de malvados que han hecho recalar en este pueblo se ha sobrepasado con creces, y la frecuencia con la que aparecen tres cuartos de lo mismo.
Sin embargo lo peor es que se ensañen con una profesión, la de médico, que a tenor de lo visto acabará teniendo peor consideración que el peligro de andar por una cornisa a treinta metros de altura y sin protección. Ni aunque, como en el caso de Lucas, el problema no sea él, si no que sea la víctima.
Pero esto solo lo sabemos, de momento, los espectadores. Y una cosa es lo que es y otra lo que puede parecer a los ojos de la gente. Es evidente que para Lucas se avecinan tiempos difíciles, y no solo por su angustia al no saber en qué ha fallado supuestamente, si no por algo mucho peor.
En realidad puedo hablar de ello porque las diferentes páginas de la serie ya se han hecho eco de la acusación de asesinato que le va a sobrevenir, por lo demás absolutamente previsible. Pero no solo esto, sino que también lo es que va a tener que ver como antes es acusado sin juicio previo. Porque en PV (y quizás también en la vida real) se tiende a ser muy olvidadizo y estigmatizar pronto a la gente. No basta con la entrega, generosidad o bondad, si existe la más mínima sombra de duda, sea razonable o no.
Y no es razonable que Lucas haya acabado con la vida de un niño, después de luchar denodadamente durante semanas para que recuperara la salud, y lo consiguiera. Hasta que una mano negra decidió que éste se convirtiera en chivo expiatorio de algo que desconocemos.  
Otra cosa es la actitud de la madre. Por supuesto puedo entender que la mujer, cegada por el dolor, se deje arrastrar por las palabras de un anónimo que le da una respuesta (equivocada) a algo que no tiene explicación. Y además, si ya no es fácil aceptar la muerte de un hijo, menos lo debe ser después de haber visto que sus renacidas esperanzas se han roto abruptamente. Así que es difícil juzgarla por su actitud porque quizás la situación no le permita pensar con claridad, pero aun así se le puede censurar que ni siquiera se haya planteado que hay detrás del anónimo y como quien sea puede tener esta información.
Lo que es claro que se avecinan días negros para Lucas. Aunque no dudo que también tendrà el firme apoyo de Sol y de todos sus amigos. Porque quien conoce a Lucas sabe muy bien que no puede ser capaz de hacer nada malo, ni siquiera de cometer un error que lleve a tan fatídico desenlace

24 de septiembre de 2015

Quien roba a un (supuesto) ladrón.... se mete en un fregado

Dicen que “quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón”.
Pero si este refrán se aplicara al pie de le letra, el mundo sería una anarquía. Quizás en algún caso se podría llegar a admitir el robo por la necesidad de comer o dar de comer a alguien cercano (hijos, padres,….), pero evidentemente hay un mundo en cada caso, y es difícil establecer el límite entre lo que está bien, lo que sería justificable y lo que es directamente convertirse también en un ladrón.
En el caso de la sustracción de las joyas por parte de Raimundo, además hay otros interrogantes. No se puede hablar de que el Alemán sea un ladrón porque desconocemos la procedencia de su “tesoro” y los medios por los que ha llegado a su poder. Es cierto que a simple vista no parece una buena persona, más bien un desalmado, y que es bastante probable que lo haya obtenido por medios ilícitos, pero precisamente por esta impresión hay que ir con mucha más cautela.
Por supuesto entiendo la desesperación de Raimundo para encontrar una solución para el tema del embargo, pero es evidente que va a ser peor el remedio que la enfermedad. Actuar sin calcular las consecuencias no es propio de alguien con el pesquis que se le suponía a Raimundo, que parece que últimamente no anda en su ser. También es cierto que Francisca ha jugado un papel fundamental en precipitar los acontecimientos, pero nada hace suponer que tarde o temprano el Alemán no hubiera conseguido descubrirlo igualmente.
Ahora es realmente cuando Raimundo está metido en un fregado del que difícilmente se puede vislumbrar una solución. No puede recuperar las joyas, ni reunir el dinero de las mismas para rescatar a Francisca, así que no tiene muchas salidas más que intentar encontrar a su mujer y librarse del secuestrador. Y siguiendo esta hipótesis va a pasar de ladrón a asesino.
Mejor no comentar nada más………

22 de septiembre de 2015

Perdido el norte

Lo siento, pero Mauricio y su dolor no me producen ninguna lástima.
Durante años ha estado a la sombra de la Montenegro, siendo la mano ejecutora de sus desmanes, llegando muchas veces incluso al asesinato sin ningún remordimiento, permitiendo que le fuera arrebatada no solo la voluntad y la conciencia, sino incluso la libertad de pensar por sí mismo. En realidad lo veo como alguien servil y rastrero, que por su ama sería capaz de bajar a los mismísimos infiernos.
No voy a negar que durante este tiempo no haya hecho también alguna cosa buena y que en ocasiones haya demostrado que su corazón no es del todo de piedra, especialmente si se trataba de hacer algo por personas que le importaban de alguna manera. Pero aun ahora estamos viendo que la obediencia le ciega y que sería capaz de cualquier cosa por la fidelidad a una mujer que le da una de cal y una de arena, que un día le trata con una cierta cercanía y al siguiente casi a patadas, sin tener en cuenta que el hombre está a su lado por fidelidad y de manera altruista, incluso hasta el punto de poner dinero de su bolsillo para que ella y Raimundo no pasen penalidades.
Supongo que habrá quien diga que precisamente este corazón es lo que le ha hecho quedarse al lado de la doña cuando han ido mal dadas y todo el mundo la ha abandonado. Es cierto que hay algo de esto, pero también ha quedado claro que sin Francisca él no es nada, que su dependencia de ella es absoluta y que no concibe su vida sin estar a su servicio. Así que también se podría pensar que le ha cogido gusto al dominio de otros hombres, algo que le permitía su puesto en La Casona, y que ahora que es uno más, sin ningún privilegio especial, se siente perdido.
Dicen que con los años se ha ablandado y que es mejor persona, pero yo no lo creo así cuando vemos su disponibilidad a hacer lo que sea para vengar las supuestas afrentas a su señora, incluido el uso cruento de la fuerza. No es justificable, ni entendible.
Por cierto, tampoco estoy nada segura de desear que se líe con Fe. No creo que la chica se merezca semejante persona con un historial manchado de sangre. Es cierto que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, aunque lo cierto es que el hecho de que nunca haya tenido el merecido castigo a sus actos y haya actuado con total impunidad, protegido por la doña, no sé si le hace acreedor a ello. Y por supuesto la justificación de que lo ha hecho obedeciendo órdenes no sirve, y nada hace pensar que si la doña le vuelve a pedir que cometa una salvajada, no siga obedeciendo sin cuestionarlo.
Así que de cambiar, nada de nada.   

20 de septiembre de 2015

Un paseo por PV

No sé si me han abandonado las musas (aunque suene algo pretencioso decirlo), o si se trata de que ya he dado mi opinión sobre los temas que considero más candentes y volver sobre lo mismo, aparte de no aportar nada nuevo, implicaría repetir argumentos ya esgrimidos. O quizás es que no haya demasiado sobre lo que opinar. El caso es que por más vueltas que le doy no consigo encontrar un tema que me llame la atención lo suficiente como para explayarme sobre ello.
Podría volver sobre el tema de Alfonso y su infidelidad, pero creo que no hay mucho más que decir, excepto que considero que han llegado demasiado lejos como para que pueda volver a mirar al hombre de la misma manera que antaño. Especialmente después de ser testigo de cómo excusa su mala conciencia traspasando las culpas a Emilia, lo que le convierte en una persona que no merece más que calificativos negativos. Por cierto, aprovecho para destacar la interpretación de Sandra Cervera, que si ya es una magnifica actriz siempre, en estos capítulos está destacando con autoridad.
También podría hablar de la hasta ahora mezquindad de Dolores, que ha necesitado que Gracia le pusiera las peras al cuarto para que aprendiera a respetarla, y de paso viera la realidad de su hijo y que finalmente aprendiera a anteponer el bienestar de éste a las habladurías y la moral imperante. Además de hacerse a la idea que no puede seguir pretendiendo tener a Hipólito bajo sus alas indefinidamente, porque éste ya es lo suficiente maduro para volar por si solo y buscar su lugar. El que parece haber encontrado al lado de Gracia, y con ello la felicidad que no está dispuesto a dejarse arrebatar, la que ha hecho que se haya puesto al mundo por montera.
Tampoco es fácil hablar de Rosario o de D. Anselmo, cuyos personajes son casi de relleno, igual que ahora mismo lo son los de Mariana y Nicolás, que han pasado a no tener casi visibilidad en las tramas. Igual que Ramiro, que aún ahora me pregunto cuál es el propósito por el que le trajeron a la serie. (Por supuesto no cuestiono al actor y me alegro que esté ahí)
O quizás el tema podría ser Francisca. Pero lo cierto es que no me apetece demasiado hablar de ella, y además me es bastante indiferente el desarrollo de su trama. Algo, esto último, que tampoco es muy original porque ya lo hemos visto con anterioridad y casi calcado, con algunas ligeras variantes en el caso de Raimundo, que otra vez tiene su parte de culpa en la desaparición de la doña. Lo cierto es que me da la sensación que para darle protagonismo a Francisca ya no saben que inventarse, lo que me ratifica al mismo tiempo que este personaje ha dejado de ser imprescindible. Es verdad que ha sido crucial para dar entrada a Severo y a su venganza, algo que aún ahora está en el aire, pero podría pasar a segundo plano porque éste tiene otros frentes mucho más interesantes para desarrollar que el de darle las vueltas a un tema ya gastado. Además los personajes que de alguna manera penden de Francisca, no es que disfruten precisamente de mejor concepto, ni protagonismo. Raimundo no goza de esto último más que en contadas ocasiones y Mauricio tres cuartos de lo mismo, aparte de que está quedando patente que éste tiene tanto de grandullón como de rastrero, confundiendo la fidelidad con la ciega obediencia.
¿Pero qué esto? Llegados a este punto si que descubro que hay de que escribir (de hecho es lo que estoy haciendo), y que hay temas que aún pueden dar mucho de sí. Por supuesto si no los estropean.

Está la incipiente historia de Lucas y Sol, una relación con dos personajes que derrochan complicidad, química y sentimientos. Una pareja que brilla con luz propia, dos personajes totalmente transparentes, sinceros, que llevan instalada la sonrisa y que saben sacarle jugo a la vida a través del buen humor. Que en sus escenas íntimas hacen brillar la ternura y la pasión, sin caer en el exceso. Y no es mojigatería, pero se agradece que sea así, porque también el romanticismo es importante
También está la aún más incipiente relación entre Severo y Candela. De hecho ni siquiera existe en el sentido literal del término, aunque ya se van sentando las bases para ello. Eso sí, de manera muy lenta (lentísima para mi gusto). A pesar de que es algo que es muy evidente para todo el mundo, excepto para los interesados, que parece que se resisten a admitirlo. Pero también en este caso la historia es interesante. Dos personas con un cierto bagaje, que están aprendiendo a conocerse y a establecer unos estrechos vínculos a través de la confianza mutua y el respeto, que gozan de la mutua compañía ….y que han sufrido mucho en la vida y ya merecen alcanzar la felicidad.
Y quizás en el futuro exista la pareja de Bosco y Berta. En realidad esta todavía es una conjetura, porque nada ha sucedido para pensar en esta posibilidad. Pero algo tendrán que hacer con Bosco, un personaje que ha sufrido muchos altibajos y que ahora vuelve a estar en la picota por su otra vez acercamiento a Francisca, a pesar de todo lo que ésta le ha hecho a él y a Inés, sin contar al resto de la familia.
Ah, me olvido de Matías y Prado!!. Pero esta pareja también anda en un impasse. Aunque también es cierto que su relación está condicionada por su edad y por tener vigilantes que les impiden ir demasiado lejos.
(Uf, no sabía que decir y casi, como diría Lucas, me ha salido el primer tomo del Quijote)

16 de septiembre de 2015

Cruzar la línea

Debo ser un bicho raro, pero lo cierto es que no necesito que alimenten mi morbo para encontrar interesante una serie. Creo que hay muchas otras razones para verla sin tener que depender de este recurso, especialmente cuando se puede distinguir perfectamente esto de lo que son las expectativas. Que aunque son términos que a veces se podrían confundir, considero que son dos cosas muy diferentes.
Pero no me considero una mojigata y puedo soportar escenas subidas de tono, aunque por supuesto es más fácil verlas si además están hechas con buen gusto y no sucede como con algunas de las que estamos viendo.

Me estoy refiriendo al tema de Alfonso, que admito me produce incluso un irracional dolor a la vista, por no hablar de repulsa directamente. Además con excusas que suenan vacuas y sin ninguna credibilidad, que parecen solo una mera autojustificación. Porque si realmente creyera lo que dice, no seguiría adelante, y mucho menos encima haciendo recaer las culpas en otro, en este caso a Emilia.
Y el paso que han dado con este personaje creo que ya no tiene vuelta atrás. Difícilmente en adelante se podrá mirarlo sin que venga a la retina su comportamiento actual y su facilidad para caer en la tentación. Ya no puede hablar de que no quiere traicionar a su esposa, cuando ya ha cruzado la línea en la que se establece esto, aunque parece que él cree que aún tiene vuelta atrás si no llega a consumar el adulterio. Nada más lejos de la realidad, porque desde el momento en que ha puesto los ojos en otra mujer, buscado el contacto físico con ella y dedicado atenciones que nada tienen que ver con el trato normal, el adulterio ya existe.
Es cierto que ha habido otros en PV y podría parecer que estoy aplicando doble rasero. Y la verdad es que cuesta justificar cualquier modo de adulterio, aunque a veces puede llegar a ser comprensible que ante situaciones extremas alguno de los componentes de la pareja busque la felicidad por otro lado. Este fue, por ejemplo, el caso de Maria, infelizmente casada con un hombre violento, mientras amaba a otro hombre. O el caso actual de Hipólito, que a pesar de su estado civil no ha dudado en agarrarse a la felicidad que se ha cruzado en su camino en la persona de una encajera. Pero en el caso de Emilia y Alfonso aparentemente no existía ningún condicionante para que se rompiera algo que parecía bien asentado, pues hasta hace bien poco eran la imagen de una pareja bien avenida, estable, incluso aburrida. (Por cierto, si se pretende usar esto último sería una excusa patética para justificar el arrebato, por llamarlo de alguna manera, de Alfonso).
Solo un último inciso, volviendo al principio. Creo que es posible hacer escenas algo más explicitas sin llegar a rayar lo pornográfico (quizás esta palabra es muy extrema, pero no encuentro otra definición que se ajuste).
Y esto lo hemos podido comprobar recientemente con Lucas y Sol inmersos en una situación íntima que creo que han llevado con exquisita delicadeza, en la que la ternura y la pasión se han expuesto a partes iguales sin caer en excesos. Casi la misma escena que vimos en el pasado con Martín y Maria, en la que las sensaciones fueron parecidas. Lo que demuestra que sí que es posible hacer las cosas de otra manera.  
Aunque también me pregunto si no interviene en ello la manera de hacer las cosas de los mismos actores. Pero esto ya es otra discusión. 

15 de septiembre de 2015

La decisión de Carmelo

Es posible que Carmelo sienta realmente que su vida carece de alicientes, y que por ello desee cambiar de aires y averiguar si es capaz de valerse por sí mismo. Y por lo que hemos visto de él, es muy posible que lo pudiera conseguir, si no llevara incluido en el equipaje un compañero de viaje tan poco recomendable.
La verdad es que cuesta entender como alguien tan lúcido, no se da cuenta de algo que los demás si han percibido. Cuando además a la vista está que Arsenio se está aprovechando de su, en este caso, ingenuidad.
Casi la misma que ha llevado a Carmelo a tomar una determinación que puede condicionar totalmente su futuro. Es evidente que la machacona palabrería de Arsenio, intentando meter cizaña entre Severo y él, ha dado sus frutos. Aunque solo para separarlos físicamente, no para romper una amistad sólida. Pero si ha conseguido que Carmelo se cuestione la naturaleza de su relación con Severo, que ya no acepte de buen grado algunas decisiones impuestas por éste, que se sienta apartado y solo, que se vea como un empleado más que como el amigo que ha sido durante años, cuando estaban solo ellos dos contra el mundo. Pero todo esto ha cambiado y mientras la vida de Severo se ha llenado de sueños realizados y de otros que se están forjando, Carmelo ha seguido estancado en el mismo lugar. Por lo que es comprensible que desee algo más para sí mismo.
Sin embargo está eligiendo mal, aunque por supuesto todo el mundo tiene derecho a tomar decisiones y a cometer sus propios errores. Pero lo que ha quedado patente es que Severo es de verdad un amigo, y lo ha demostrado dejándolo marchar además de brindarle su apoyo, mientras que Arsenio no aporta nada. De hecho Carmelo puede ser ingenuo, pero no creo que hasta el punto de no ver que en la nueva aventura que se están proponiendo, todo lo va a poner él. Principalmente porque es claro que un ex recluso, recién salido de la cárcel, no dispone de recursos para emprender ningún proyecto. Arsenio solo es un aprovechado que se ha pegado a él como una lapa para sacar provecho, aunque asombrosamente ahora mismo esto no parece importarle cuando incluso le ha enseñado el generoso cheque que le ha dado Severo. 
Y presumible firmando una sentencia que le puede llevar a una situación no muy buena para su integridad. 


13 de septiembre de 2015

Se consuma la traición

Evidentemente desconozco el sistema por el cual se guían los que escriben las tramas de la serie y si tienen en cuenta todos los posibles flecos que se puedan derivar, cara al espectador/a, de la decisión de dar tal o cual rumbo a un personaje, pues pienso que de ello también depende en buena parte el índice de aceptación de todo el conjunto.
Pero tampoco puedo pretender que pongan en el equipo de guionistas a un entendido en psicología para asesorar sobre los límites de lo que puede hacerse o no, y para que después se pueda encontrar una respuesta que entre dentro de una lógica real y ser justificada. Además supongo que la mayor parte de la gente que ve la serie lo hacen como entretenimiento, o quizás como rutina, sin entrar en grandes valoraciones sobre lo que acontece. Sucede y ya está. Sin embargo también hay una gran masa en las redes sociales, blogs y sitios de opinión, que gustan de comentar, discutir y opinar sobre lo que se da en la serie. Y desde este punto de vista quizás sea posible imaginar que son como el altavoz del resto de gente invisible que no opinan pero que están ahí, y que no son menos importantes. Porque unos y otros hacen posible que un producto funcione.
Y a estas alturas quien haya llegado hasta aquí es probable que se pregunte a que viene este rollo.
Pues viene a cuento por el tema de Alfonso y su infidelidad. No creo haber visto nunca tanta unanimidad en todas las diferentes corrientes de seguidores y seguidoras, como en este caso. Y por descontado nadie encuentra justificación a ello, algo que pone al personaje de Alfonso a los pies de los caballos. Difícilmente redimible por otra parte, ya que es un borrón que, aún en el hipotético caso que Emilia llegue a  perdonarle, siempre quedará ahí. No se puede ignorar, ya que es una suerte de traición.
Ha caído la venda del hombre aparentemente sin tacha, que con Emilia formaban una bonita pareja, enamorada y estable. Una relación que inevitablemente va a sufrir un serio revés y no solamente a nivel de tramas. Porque será difícil volver a mirar a Alfonso con los mismos ojos, y no solo porque haya se haya dejado arrastrar por los instintos más primitivos, sino porque además lo haya consumado cuando él ha sido incapaz de asumir que Emilia hubiera caído en los brazos de otro hombre en el pasado (con la salvedad que sucedió antes de casarse con él, y que ella jamás le ha sido infiel). Y no le puede estar empujando una necesidad de afecto que no es tal, ni es excusa la vida monótona que lleva, porque esto último convertiría a la casi totalidad de los habitantes de PV en potenciales adúlteros.
Por cierto, antes he empleado la palabra consumado con total intención. Porque aunque quizás no lleguen hasta el final con Hortensia, igualmente la intención existe. Que aunque diga que piensa en Emilia, que la quiere y se siente culpable por mentirle y traicionarla, sin embargo nada de esto lo detiene. Ni siquiera Matías, su nuevo hijo, para el que va camino de ser un ejemplo lamentable.
Y ahora vuelvo al principio. Difícilmente se puede entender cuál es la pretensión de esta trama, porque darles vidilla a Alfonso y Emilia no parece exactamente lo que se va a conseguir. Sí que se hable de ellos, pero solo para poner a caldo a Alfonso.
Y no por solidaridad femenina hacia una mujer traicionada, ni por mojigatería.

Vuelve la luz al Jaral

Casi al mismo tiempo que nacía una nueva página en Facebook con las tres B (Bosco, Berta y Beltrán), me disponía a escribir sobre esta nueva trama que creo que, ya de entrada, trae algunos alicientes.
Uno de los más importantes, en mi opinión, es que va desapareciendo gradualmente el aire sombrío que hasta hace bien poco parecía estar instalado en el Jaral. El recuerdo de Inés se va diluyendo rápidamente y el joven viudo está recuperando la sonrisa y las ganas de vivir. De hecho he de admitir que desde hace días miro a Bosco con otros ojos, y a pesar de que en el tema de su renovada relación con Francisca no es que esté muy de acuerdo (en realidad tendría que decir que no lo estoy en absoluto, pero no por él sino por ésta), el resto del tiempo lo veo como un personaje que esconde matices que no le han permitido desarrollar.
Sin embargo entiendo que conseguir hacerlos salir a flote será algo difícil, porque sus comienzos y las tramas de los meses siguientes le han creado un carácter que le ha impedido forjarse una credibilidad. Y si a ello le añadimos el lastre de una pareja desafortunada, mal planteada y que no consiguió ganarse a los espectadores, la cosa aún empeora. Así que recuperar este personaje será un proceso que va a necesitar un tiempo, especialmente si además en este impasse vuelve a las andadas y permite que su abuela lo vuelva a engatusar, lo que le volvería a situar en un terreno que no le ha hecho ganar adeptos precisamente.
De todas maneras, y como comentaba anteriormente, creo que aún es posible recuperar a Bosco.
Ahora tiene a su alrededor muchas más personas que pueden ayudar a que no vuelva a incurrir en los mismos errores que al principio. Pienso que de esto se aprende, y que los mismos guionistas habrán podido darse cuenta de que con este personaje no lo estaban haciendo muy bien. Cambiar su entorno y dejarlo en otro, donde la influencia de personas realmente buenas y que le quieren incondicionalmente como Candela o Rosario, que sin tener ningún vínculo con él se están comportando como su verdadera familia y a las que Bosco trata como tal, es realmente un factor importante. También ponerlo en un lugar y espacio donde dispone de libre albedrío para decidir sin condicionantes, donde él es el dueño de su destino, es algo que puede ayudar a conseguir que este personaje pueda crearse una personalidad propia y consiga tomar el lugar que le habría de corresponder como el único nexo existente ahora mismo con la trama inicial de la serie, la partera y el capitán. Por cierto, no es que me esté poniendo nostálgica, sino que creo que ya hace un tiempo se pretende cambiar esto en detrimento de dar más relieve a Francisca, cuando esto no se corresponde en absoluto a la idea original de la serie.
Pero volviendo a Bosco.
Veo en el personaje algunos cambios sutiles que me hacen concebir esperanzas para él. Porque si bien es cierto que sigue conservando un poso de ingenuidad importante que no le permite ver algunas cosas, el caso es que a pesar de haber vuelto a caer en las redes de Francisca, su actitud hacia todo lo que tiene que ver con ella sí que ha cambiado. No la defiende a ultranza, y permite ,sin protestar por ello, que los demás siembren dudas que incluso en ocasiones le llegan a calar a él mismo. Algo que me permite albergar esperanzas de que esta vez quizás la doña no consiga fácilmente sus propósitos.
Y en esto estamos ahora, cuando alguien más ha entrado en esta ecuación: Berta. Y aunque es pronto para hacer conjeturas sobre la posibilidad de que esta chica influya en el destino de Bosco, el caso es que de momento ya ha empezado a aportar algo: frescor, vitalidad, carácter  y un aire nuevo al Jaral. Aunque a ello creo que no es ajena la misma actriz que, dejándome llevar por la primera impresión (que espero sea la buena) creo que ha sido una buena elección de càsting.
De verdad espero que esta vez lo hagan mejor, si es que se da el caso de que esté destinada a remover la vida de Bosco.

10 de septiembre de 2015

La hora del adiós

Puede que de verdad Carmelo sienta que le falta algo en su vida, y que la que tiene actualmente haya dejado de satisfacerle. Pero esto no deja de ser una situación que se ajusta a la condición de la mayor parte de los mortales, y además no todo el mundo, a pesar de desearlo, tiene la opción (o las ganas) de cambiarlo. Mucho más cuando se dispone de un buen trabajo, una vida acomodada y una relativa tranquilidad, y hay que dejarlo todo atrás para embarcarse en una aventura sustentada simplemente en algo de oídas.
Por supuesto no estoy intentando dar a entender que es mejor no arriesgarse, porque entonces la humanidad no habría evolucionado. Y además siempre habrá quien esté dispuesto a renunciar a todo por un sueño, o también por altruismo, por deseo de cambiar las cosas o por simple espíritu aventurero.  
Pero en el caso de Carmelo creo que no es nada de todo esto.
Lo que es claro, aunque él se niegue a admitirlo, es que los cantos de sirena de Arsenio han influido, y mucho, en su decisión. Porque el ascendiente que el hombre tiene sobre él es algo bastante inexplicable, ya que incluso está por encima de una amistad que parecía inquebrantable. Como también es inexplicable que Carmelo ni siquiera lo cuestione, mientras que pone en entredicho las razones de Severo y sus motivos para recelar. Que visto desde su óptica se podrían entender como las consecuencias de un rencor no superado por éste, tras los tormentos infringidos en el orfanato por Arsenio y sus secuaces, pero creo que no es el caso (o no es del todo), porque Severo tiene fundadas razones para sospechar que el hombre solo busca satisfacer sus propios fines. Y en el camino aprovecharse de la buena fe de Carmelo.
También es cierto que desde la llegada de Sol a la vida de Severo, y de rebote la suya, todo su mundo ha vivido cambios radicales, sin contar el hecho de pasar a vivir en un pueblo, lejos del bullicio de la capital. Ha dejado de tener la exclusividad con Severo, para tener que compartirla con la chica. Aunque esto no habría de suponer un problema, porque en realidad ya ha vivido muchos años con ello, a pesar de que en este tiempo Sol fuera solamente un intangible. Pero creo que el hecho de que Severo haya recuperado a su hermana y le dedique muchas atenciones y cariño, no ha influido en su decisión, porque le hemos visto aceptarla como una más, como una hermana.
Evidentemente a Severo y Carmelo les han faltado muchas horas de hablar, de desnudar sus sentimientos y de sincerarse. Y ahora todo se puede ir al traste por culpa de ello. 

8 de septiembre de 2015

Un inquilino molesto

Es cierto que ha perdido los estribos y ha dejado que se le nublara la razón, pero en realidad lo que ha sucedido es que Severo ha caído como un pardillo en la trampa orquestada por Arsenio. Aunque evidentemente él no lo sabe, pero solo faltaría sumar dos y dos para darse cuenta que en este caso las casualidades no existen, y lo es que precisamente el hombre le haya pedido fuego cuando el mechero había desaparecido de su sitio habitual.
Aunque lo que es claro que lo que realmente le saca de quicio, aparte de la socarronería y caradura de Arsenio que se comporta como si tuviera algún privilegio en La Quinta, cuando no es así ni de lejos, es lo que se antoja una traición de Carmelo que no da le da ningún crédito y se alinea con el otro.
Sabemos que Carmelo es un hombre justo, con la cabeza bien asentada y que muchas veces ha sido la voz de la razón frente a Severo, que es mucho más visceral. Pero en esta ocasión algo falla, porque ni siquiera está intentado dar crédito a su amigo, y además en aras de su amistad le está imponiendo algo en contra de su voluntad. Sí, hay que admitirlo, Severo es rencoroso en esto y en el caso de Francisca, ambos personajes que, aunque con matices, suponen recuerdos dolorosos del pasado. Recuerdos que comportaron momentos amargos y separaciones dolorosas, por lo que, aunque la venganza y el odio pueden llegar a consumir a una persona y no son justificables, puede llegar a entenderse que se espere un justo resarcimiento.
Y a veces además las cosas tienen un límite, y solo ha faltado una chispa (nunca mejor dicho) para que el incendio se propagara. Puedo entender que, a pesar de Carmelo, Severo haya dicho basta. Nadie querría en su casa semejante sujeto aprovechado, que además disfruta sacándolo de quicio, con evidentes intenciones aviesas de separarlo de Carmelo y probablemente aprovecharse de éste.
Y lo que es peor, lo está consiguiendo.
Sin embargo achacar toda la culpa a Carmelo quizás no sea justo. Es posible que Severo tampoco haya estado muy lúcido en toda esta situación, pero no se entiende que con lo que han vivido y luchado juntos ahora no sean capaces de sentarse y poner las cartas sobre la mesa. Porque Severo también está demostrando que, a pesar de todo, puede dar su brazo a torcer y sobretodo, que la situación le angustia y hace sufrir. (Aunque no hay mal que por bien no venga, ya que ello también está logrando que las visitas a Candela se sucedan a un buen ritmo).
Por cierto, en este impasse hemos visto otra cosa de Severo con respecto a lo que supone dar su amistad. Ha sido capaz de desistir temporalmente de su venganza contra Francisca cuando Bosco se lo ha pedido, y ello a pesar de que se pretende dar a entender que es algo que mueve su día a día y que le sitúa a la altura (más bien la bajeza) de la doña, cuando no es así ni de lejos. Está demostrando que esto no es cierto y que tiene conciencia.
Algo que ya sabíamos, porque su vida ahora es algo más que Francisca, y seguramente Candela y Sol tienen mucho que decir en ello.  

7 de septiembre de 2015

Una segunda oportunidad

No a todo el mundo se le presenta una segunda oportunidad y sabe aprovecharla, pero Sol si optó por subirse a este tren y con ello dejar atrás un pasado oscuro.
Nada en ella recuerda lo que fue hasta hace bien poco, convertida ahora en una mujer respetable, dueña de una hacienda, y que poco a poco se va haciendo también un lugar entre sus convecinos. Que disfruta del cariño del hermano del que durante años creyó que la había olvidado y  abandonado a su suerte, cuando en realidad la estuvo buscando desesperadamente durante todo este tiempo.
Además en este trayecto también ha encontrado algo que probablemente no creía posible para ella: el amor de un hombre encantador, bueno, noble y generoso. Desengañada de un género masculino cuyos integrantes solo la han utilizado hasta ahora como instrumento de placer y sin tener en cuenta sus sentimientos, no debe ser fácil aceptar que puede haber un hombre que no la ve así y que ve en ella algo más que un objeto de deseo. Así es Lucas, un hombre íntegro y además adelantado a su tiempo, que ha hecho de la tolerancia y el respeto su bandera. Y que sabe que el pasado no se puede borrar, pero si dejar atrás. Que solo importa el presente y el futuro.    
De todas maneras la transición no debe haber sido fácil para ella. Después de años de ejercer un oficio en el que solo era un instrumento en manos de hombres desaprensivos, probablemente esperaba poco de su futuro más que ver pasar los días encerrada en el lupanar, sin libertad de movimientos, y codeándose con otras mujeres en su misma situación, sin amig@s, ni nadie con quien hablar de verdad. Y de pronto todo esto ha cambiado y ahora tiene un hogar, una familia, un hombre que la ama, y amigos que no la censuran por su pasado. Que ven en ella a la persona que realmente es, alguien afable y bueno, con ganas renovadas de vivir después de una vida difícil, y que merece la oportunidad de ser feliz.
Una felicidad que también pasa por la estabilidad. Y que incluye a los amigos y amigas que van haciéndose sitio en su corazón y en su vida: Candela, Emilia, Rosario, Carmelo…. y ahora Gracia, a la que además indirectamente ha ayudado a ver las cosas con más claridad y a hacer frente a una sociedad conservadora y decimonónica, además de intolerante, que se cree con derecho a opinar sobre la vida de los demás.


Aunque también hay otra faceta que vamos descubriendo de ella: la singular empatía hacia los niños, ya sean bebés o más mayores, pero todos sin excepción son objeto de su atención y su ternura. Algo que hace sospechar que, o se le ha despertado el deseo de ser madre (algo que su antigua vida le imposibilitaba) o ya lo es, aunque sin posibilidad de ejercer.  
El tiempo (y los guionistas) nos dirán. 

6 de septiembre de 2015

Cada cual en su casa

Admito que la escena me ha superado.
Porque ver a Francisca sentada tranquilamente en el sillón del Jaral, es casi una visión profanadora.
Es cierto que ha sido invitada, pero esto no es óbice para que no esté muy presente el hecho de lo que ella ha supuesto para los habitantes de esta casa, los pasados y presentes, la mayor parte de los cuales han sufrido las consecuencias de torcer su voluntad. Incluido el nieto que ahora parece que de pronto ha perdido la memoria.
Encima, aunque se pueda llegar a entender que sea el agradecimiento lo que ha llevado a Bosco a mudar de sentimientos hacia ella, el caso es que tampoco éste parece tener mucho pesquis, además de una escasa sensibilidad, al obligar a enfrentarse a los otros habitantes de la casa a una situación cuando menos incómoda. Quitándoles en cierta manera el derecho a Candela y Rosario de opinar quien es bienvenido y quién no.  
Porque el Jaral también es de Candela, la mujer a la que Francisca intentó dejar sin negocio ni sustento, a la que hizo todo lo posible para alejarla del hombre que ésta quería y que, en parte por su concurso al dar cobertura a la loca e impostora Jacinta, hizo indirectamente que perdiera a éste.
Vale, en este punto hay que hacer el inciso que Tristán tenía que morir porque el actor había decidido abandonar la serie. Pero en el terreno de la ficción, es innegable que Francisca dejó que una chica que mostraba todos los signos de estar ida de la olla, mantuviera engañado a su hijo. Aceptando a una impostora como nieta, solo para que la verdadera Aurora, que enseguida demostró que no podía ser manejada, no consiguiera llegar a dónde le correspondía por derecho. En las manos de la doña estaba desenmascarar a la impostora, pero ésta permitió que Jacinta llegara a confundir realidad y delirios, lo que al final tuvo un desenlace funesto. 
Pero el Jaral también es la casa de Martín y Aurora, los nietos que Francisca no quiso reconocer y de los que intentó deshacerse por todos los medios, hasta el extremo de contratar un sicario para que asesinara a Martín (afortunadamente un golpe fallido, aunque ella ignore este extremo), o de intentar acabar con Aurora dejándola muerta en vida (asimismo fallido)
O también es la casa de María y Esperanza, la mujer e hija de su nieto, a las que ella cree muertas, aunque en realidad huyeron obligadas ante la persecución de alguien que se llenaba la boca de palabras de cariño, pero que demostró que solo la movía un interés egoísta.
Pero El Jaral es ante todo la casa de Tristán y Pepa.
De Tristán, el hijo que Francisca decía querer pero al que solo procuró infelicidad, haciendo todo lo posible para apartarlo de la mujer a la que amaba. Y que cuando éste consiguió su propósito, le quitó el sosiego, arruinó su casa, intentó interrumpir el embarazo de su esposa y al final acabó con ésta.
O sobretodo de Pepa, la mujer que, a pesar de estar muerta, aún consigue atormentar a Francisca. La humilde comadrona que empezó toda esta historia, y que con el tiempo llegó a ser la señora del Jaral, al heredarlo de su madre.
Así que hay motivos más que sobrados para que esta miserable mujer, que aparentemente ahora pretenden redimir (algo bastante difícil de colar a estas alturas), se abstenga de poner los pies en una casa donde cada rincón habla de sus pasados desmanes. En realidad, solo entendiendo que no tiene conciencia, es posible hacerse una idea de cómo puede ser capaz de permanecer entre estas paredes sin sentir que la persigue la sombra de los que ha agraviado de alguna manera.

2 de septiembre de 2015

Nada es eterno. Ni la gratitud

A medida que transcurría el capítulo me iba invadiendo una sensación que más tarde me ha confirmado involuntariamente mi madre con un comentario así de pasada. “¡Ahora resulta que la doña parece estar volviéndose buena!”
Es cierto que también me lo ha dicho con sorna, porque ella, como creo que muchos, no acaba (acabamos) de creer que después de cuatro años de arrasar a diestro y a siniestro, sin reparar en nada ni nadie, Francisca se haya convertido de pronto casi en una hermanita de la caridad (dicho con todo el respeto a este colectivo).
Pero lo peor es que casi a renglón seguido, se mostraba un Severo dispuesto a todo para vengarse, como si se buscara que, cambiando las tornas, Francisca parezca más humana y Severo más malvado.  
Y no me gusta lo que parece están pretendiendo con él. Ponerlo a la altura de Francisca cuando tiene muchas cualidades con las que ha demostrado con creces que anda muy lejos de ser como ella.
Por supuesto hay que reconocer que esta venganza le ciega en cierta manera, que en estos momentos se muestra despiadado, sin que le asalte su conciencia. Y que parece dispuesto a todo para consumarla, convencido de que hasta que lo consiga no tendrá reposo. Quizás esto sea reprochable y con el tiempo le puede pasar factura tanto en el terreno anímico, como seguramente (si la doña recupera algo de poder) en el físico. Aunque lo que nadie puede negar es lo que representa este personaje, porque hasta ahora nadie había conseguido hacer morder el polvo a Francisca, algo que tanto espectadores como las gentes de PV han demandado sin éxito durante cuatro años.
Otro tema es Bosco y su acercamiento a Francisca. Dejando aparte lo que pienso de este tema y de la también ceguera del chico, que a pesar de que conoce lo que ha hecho su abuela con sus padres, hermanos, familia y también a Inés, además de todo bicho viviente que se haya tenido la desgracia de interponerse en su camino, parece haber pedido la memoria por completo (¿es posible que el árbol también le cayera sobre la cabeza?), creo que Severo tiene motivos sobrados para sentirse decepcionado. Pero evidentemente no puede mandar en los sentimientos de Bosco, ni decirle lo que tiene que hacer, ni impedirle que se acerque a quien desee, aunque él piense que puede volver a sufrir algún daño.
Y entiendo que habrá quien interprete esto como que Severo ha perdido un aliado contra Francisca, y que todo lo que ha hecho hasta ahora es para manipular al chico en contra de su abuela. Pero si se piensa así, creo que es totalmente injusto. Quizás en un principio hubiera algo de todo ello, pero estoy convencida que con el tiempo ha acabado considerándolo un amigo y  que su preocupación por el chico es sincera, incluso adoptando algo parecido a responsabilidad hacia él.  De hecho, a estas alturas pienso que pocos dudan que, por ejemplo, todo lo que hizo por Inés no fuera altruista. Porque de no ser así no tenía por qué haberse molestado en mover un dedo, ni gastar dinero; simplemente bastaba con aceptar el veredicto de Lucas y dejar que el tiempo hiciera el resto. Otra muestra de buena voluntad también fue la propuesta de unir la producción de las dos fincas, que por supuesto era beneficiosa para él, pero que también traía prosperidad al Jaral (aunque fuera en detrimento de La Casona, pero no se puede ganar siempre). Un contrato que Bosco rompió de manera unilateral y por lo que Severo tendría que estar resentido, aparte del descalabro económico que le supone. Sin embargo ha demostrado que la amistad está por encima de todo esto, al mostrarse realmente preocupado cuando Bosco ha estado en peligro de muerte, y comprobar que casi no se ha movido de su lado. 
Pero a partir de ahora veremos cómo evoluciona esta relación. Es fácil deducir que Bosco en algún momento se verá en la tesitura de tener que tomar partido entre su abuela y Severo, y tal como pintan las cosas también es fácil encontrar la respuesta. Lo que no será tan fácil es encontrar el encaje que, si sucede realmente como parece va a ser, tendrán Candela y Rosario en esta historia. Aunque es evidente que no se van a poner en el bando de Francisca.

Lucas, el médico y el hombre

“Prometí que lucharía cada día para intentar llegar a ser el mejor médico que pudiera,  y a ese empeño sigo entregado” (Lucas)
Hasta hace bien poco, médico y PV en la misma frase eran sinónimo de nada bueno. Exceptuando el caso de los médicos que recalaban en el pueblo, pero sin quedarse, porque de estos sí que ha habido sin tacha (aunque ahora no puedo recordar ningún apellido). Así que considero que casi era de justicia dar una visión más ajustada a la realidad de la figura de este profesional tan maltratado por las tramas que hasta ahora se han ido sucediendo.
Y con Lucas creo que se está consiguiendo. Con él, y de alguna manera, se reivindica esta profesión y a los que la ejercen, a los que realmente tienen vocación, que aman lo que hacen. Personas que como el que me ocupa, dejan de lado lo que les podía aportar prestigio e incluso tranquilidad económica, para trabajar y utilizar su saber cuidando a gentes de las que solo puede obtener agradecimiento y poco más (pero que puede ser más valioso que las mayores gemas)
Lucas es uno de ellos. Se ha revelado como un médico vocacional, que está descubriendo el placer de la auténtica medicina, la más cercana al paciente, aunque también la más dura y difícil, porque implica tomar decisiones y buscar soluciones que no siempre está al alcance de los conocimientos adquiridos. Y que puede llegar a implicar emocionalmente, al tratar con personas con las que le liga algo más que la ocasional dolencia que obliga a éstos a solicitar sus servicios. Lucas conoce a sus pacientes, sus familias, sus vidas (en muchos casos duras vidas) y esto lo hace mucho más personal.
Pero Lucas no solo es un gran profesional, sino también una gran persona, con un carácter extrovertido que lo hace diferente. Ha habido alguna crítica sobre esta peculiaridad del personaje, que usa mucho de la chanza, pero creo que esto en vez de un defecto lo hace aún más interesante, porque es algo nuevo. Y porque permite entender que, aun siendo serias, las cosas no tienen que tomarse necesariamente con actitud seria. A veces intentar sacar hierro de un asunto, ayuda a sobrellevarlo mucho mejor.
Y parece que además ha encontrado a su media naranja en todos los sentidos. Sol se está descubriendo como una persona con un gran corazón, capaz de ser el complemento ideal a un gran médico.
Ya lo dicen “que al lado de un gran hombre, suele haber una gran mujer” Y aunque es pronto para hablar de hechos consumados, es claro que Sol es esto y mucho más.