29 de febrero de 2016

Fiel a sus principios

Alguien puede ver la actual trama de Raimundo como una manera de hacer proselitismo hacia una determinada opción política. Pero creo que, aparte de simplificarlo mucho, no existe ninguna razón para pensar así.
Considero que la política es un tema que no se tiene que eludir si se quiere ser fiel a la realidad, ya que también forma parte de la cotidianeidad de los pueblos, aunque se module a través de diversas formas e ideologías. De hecho esto es bueno, porque una sociedad con un pensamiento único, donde todo sea blanco o negro y no existan los matices, es una sociedad muerta, una dictadura. Y, por supuesto, donde no existe la libertad de pensamiento y la posibilidad de decirlo en voz alta si se desea, o se considera justo y necesario, es más de lo mismo.
1924 era una época convulsa, con una gran agitación social. Y fiel a la realidad de los tiempos, y aunque si bien se podría eludir el tema al tratarse de una ficción y no ser absolutamente necesario para desarrollar la acción, creo que contextualizarlo y sumergirse en la historia no es nada malo.  Además, que el pueblo de PV esté alejado de las áreas más conflictivas no significa que no le incumba lo que sucede más allá de sus límites.
¿Qué le ha tocado a Raimundo ser el líder, el que pone voz al descontento?
Es cierto que en cualquier núcleo de población, no importa de qué tamaño, siempre se pueden encontrar personas sumisas, rastreras, iluminadas, tiranas, metomentodos, intransigentes, que no desean que las cosas cambien,…… pero también otras con afán de justicia, generosas, valientes, defensoras del bien común,….. Y nobles y fieles a sus principios como es el caso de Raimundo, que no duda en ponerse en evidencia para defender lo que cree justo.
Y sin todas estas personas que un día arriesgaron incluso la vida para defender la libertad de los demás, no se hubiera avanzado hasta la situación actual y aún permaneceríamos anclados en la edad media.  
Así que ¡¡¡bravo por Raimundo!! Y por la valentía de los guionistas en traer este tema, aunque sea de puntillas

Nota: (¿He de decir que me gusta la política?)

28 de febrero de 2016

Lo nuevo, lo actual y lo vivido

Por supuesto no es mi pretensión renegar de todo lo vivido hasta ahora en la serie. Al incorporarme tarde a la misma no viví la partida de Pepa con la intensidad de algunos y algunas, pero recuerdo bien la despedida de Tristán (tres meses después de conocer al actor en persona, lo que añadió un plus triste a su despedida definitiva de la serie). Y recuerdo otras muchas despedidas, como la de Martín y María, momentos que consiguieron calar hondo y que dejaron un recuerdo imborrable. Así que puedo entender que haya quién le cueste aceptar el rumbo que se está imprimiendo a las actuales tramas, y que supone en la práctica un borrón y cuenta nueva.
Pero la vida me ha enseñado a ser pragmática, y a aceptar que hay algunas cosas por las que no vale la pena hacerse mala sangre dada su importancia relativa. La ficción es una de ellas. Aunque, como es mi caso, lleves cuatro años conviviendo con unos personajes que, a fuerza de compartir día a día sus avatares, acaban convirtiéndose en alguien familiar y cercano.
Pero solo hay que darse una vuelta por la realidad para descubrir que la sociedad evoluciona rápido y que un lustro da para muchas cosas. Es cierto que quizás más rápido ahora que en 1924, pero aun así nadie puede seguir anclado en un tiempo por culpa de la nostalgia. Lo mismo sirve para esta serie, que pretende normalizar la vida de un pueblo que evidentemente, aunque sea en la ficción, ha de seguir el ritmo que marca la propia existencia.
Así que bienvenidas las nuevas tramas, no porque las que ya existen no tengan validez y de las que creo se pueden esperar aún muy buenos momentos, sino porque reflejan también una evolución. Positiva o negativa, el tiempo (y las y los espectadores) dirá. Pero admito que en principio me atraen, porque aportan algo nuevo, un aire diferencial que puede contribuir a dar un nuevo rumbo a la serie. Si con la llegada de los de La Quinta ya se produjo un cambio bastante sustancial, los nuevos habitantes de Los Manantiales, además de aportar color y luz en la escenografía, traen consigo una historia con un planteamiento novedoso, aunque también es cierto que cuenta con elementos comunes a otras historias ya vividas: hombre huraño, mujer con carácter, tercero en discordia, y la lucha por el amor,… entre otros.
Sin embargo lo más novedoso es que ahora nos movemos por ambientes más sofisticados, alejados del tópico recurrente de señor de clase alta y chica sin recursos. Por supuesto no quiero parecer imbuida de prejuicios. Para mi todas las personas merecen igual consideración, independientemente del estrato social en el que los ha puesto la vida, pero reconozco que el recurso de la diferente clase social como hilo conductor había llegado a cansarme.
Sin embargo lo más novedoso es que se parte de un punto al que otros han necesitado meses, incluso años, para llegar. En realidad es un camino a la inversa, en el que ahora mismo hay muchos interrogantes.
El primero ¿qué lleva a dos personas que no se conocen a unirse de por vida? Las respuestas pueden ser muchas, aunque ya se ha apuntado que Camila tenía necesidad de salir de su país y un matrimonio con un extranjero era el camino más rápido. Pero entonces se plantean otros interrogantes ¿Por qué Hernando? ¿Por qué éste acepta esta situación cuando no parece que una relación sentimental entre en sus planes? ¿Se trata sólo de apariencias de cara a la sociedad, de tener una esposa como quién tiene un objeto de decoración? No siempre es bueno dejarse llevar por primeras impresiones, pero admito que me cuesta aceptar esta actitud en Hernando, que es cierto que se muestra frio e implacable en algunos asuntos, pero que también ha dado algunos gestos que rebaten esta sensación.
Pero especialmente deseo equivocarme, porque un segundo personaje de la calaña de Francisca ya sería demasiado para el cuerpo. Y también porque no quiero encontrarme en el dilema de tener que tomar partido, cuando el primer destinatario de los desmanes de Hernando son los habitantes de la Quinta, unos personajes que gozan de mi total consideración y aprecio, como ya he dejado patente en multitud de ocasiones. 

24 de febrero de 2016

Puente Viejo y las redes sociales

¿Esto es todo?
Comentario de mi madre después de ver el capítulo de ayer. Y entonces una se da cuenta de que esta sensación debía ser la misma del que calculo aproximadamente 80% de l@s espectadores, las y los que no hacen uso de las redes sociales y no han podido ser testigos del despliegue de videos y noticias que se han movido por estos medios con motivo del 5º aniversario de la serie.
Y también entonces una se vuelve a dar cuenta de la importancia del concurso de las redes para la amplificación de cualquier tema al que se pretenda dar una mayor magnitud. En realidad es uno de los mejores medios de promoción, con la ventaja de que además es gratuito y solo depende de la buena disposición de las personas que administran las distintas y diversas páginas.  
Pero vuelvo al principio.
Evidentemente hay que poner el tema en su contexto. Es cierto que PV ya es la serie más longeva de Antena3, y que cada día la siguen miles de personas, pero no es menos cierto que no tiene la misma visibilidad que algunos programas de cotilleo (por no hablar de los que son directamente incalificables), que no hay que engañarse y que sus actores y actrices probablemente no son muy conocidos fuera del ámbito de la novela, aunque también es verdad que PV ha sido una buena proyección para algunos y algunas, que después de dejar la serie han vivido un salto importante en sus carreras profesionales.
Otra cosa sería si la serie estuviera localizada en prime time, porque en este caso si hay más notoriedad. (Por supuesto creo que todo esto es injusto, porque en PV existen grandes actores y actrices que merecen un mayor reconocimiento. Pero en las cadenas parece que mandan otras cosas).
Y entonces hay que girar la vista a las redes sociales, como motor conductor publicitario. 
Cierto que quien administra una página o cualquier otro medio escrito, lo puede hacer, además de por propia voluntad, también por placer, diversión, o incluso interés económico (cosa que, por supuesto, no es el caso que me ocupa). Generalmente suele ser alguien que generosamente ocupa una parcela de su tiempo para hablar, comentar, criticar, poner de relieve situaciones o noticias que considera de interés para la vitalidad de su o sus páginas, cuentas, foros o blogs, aunque básicamente para mantener informados, en la medida de sus posibilidades, a los y las seguidores de las mismas. Cosa que he de decir, no siempre es fácil, porque el acceso a determinadas noticias no siempre es factible para todos y todas.
Y aquí quería llegar.
Admito que no he visto todo el inmenso caudal de información que ha salido estos últimos días, como tampoco todos los vídeos de agradecimiento (porque hay vida después de PV y una no tiene todo el tiempo del mundo para visionarlo todo), por lo que también es posible que me haya saltado lo que me motiva para hacer este escrito.
Y evidentemente entiendo que en los mismos se generalice y que en la palabra “todos” se incluya a todo el mundo. Pero aunque pueda parecer que barro para casa y que de alguna manera pretendo sacar rédito, no es ésta en absoluto mi intención, ya que además me incorporé a este mundo cuando la serie ya tenía una cierta andadura. Mi reivindicación viene dada por lo que considero una falta de reconocimiento explícito a las y los administradores de las páginas y otros lugares que existen sobre la serie, algunos casi tan antiguos como la misma, y que sin tregua han estado al frente de los mismos, comentando, informando y dando visibilidad a personajes concretos o a la generalidad de todo lo que se mueve alrededor de PV. Promocionando la serie, sin buscar nada a cambio.
Aunque, antes de ir más allá, también he de decir que soy consciente de que quizás estoy siendo injusta. Porque es cierto que, a nivel individual, algunos actores y actrices se han dirigido a las páginas para expresar su reconocimiento, y que incluso hay algunos y algunas de ellas que participan de manera activa, cosa que nunca agradeceré lo suficiente.  

Pero he de poner de manifiesto que lo que pretendo con este escrito es romper una lanza por todos los que se mueven en las redes, espectadores pero también activistas, y por el ingente trabajo que realizan de manera altruista.

No puedo acabar sin antes añadir a las demás mi felicitación a la serie y sus responsables, por los cinco años ininterrumpidos de emisión, lo mismo que por los altos índices de audiencia conseguidos y que aún se mantienen. Aunque mucho más deseo hacer patente mi agradecimiento a la misma por los beneficios colaterales, con la consecución de algunas amistades que van más allá de la serie, e incluso del ámbito geográfico más cercano.

Y  es que las redes sociales no tienen fronteras.

(He de hacer una aclaración. Como todo lo que atañe a mi blog, lo que antecede es solo una opinión personal, y no me estoy haciendo eco de nada que haya visto o leído. Por lo que también es posible que sea algo que no sea compartido por nadie más, pero he creído que debía decirlo) 

21 de febrero de 2016

Los habitantes de La Quinta

Hace poco más de un año Severo y Carmelo llegaban a Puente Viejo con un firme propósito bajo el brazo: la venganza. Y con ellos se planteaba la posibilidad de ver finalmente a Francisca morder el polvo después de años de hacer y deshacer a su antojo, dejando tras de sí una estela de desgracia y sufrimiento.
Sin embargo las expectativas generadas no han llegado a materializarse del todo. Es cierto que hubo un tiempo que parecía que ello podía ser posible, pero aparentemente Francisca nació de pie y siempre acaba saliendo de cualquier atolladero, incluso más reforzada si cabe. Sin haber aprendido nada y sin ceder un ápice.
También es cierto que probablemente ninguno contaba con que en este impasse de tiempo Severo encontrara a su hermana y el amor de una mujer preciosa y sin igual como Candela. Las prioridades pues han cambiado, aunque nunca sin perder de vista a Francisca que periódicamente vuelve a asomar de una manera u otra para impedir que puedan vivir en paz.
Y ahora es cuando me pondría otra vez a despotricar contra el personaje de Francisca, algo que me pide el cuerpo, pero no es esta la intención que llevaba al empezar este escrito. Quería escribir sobre la trama de los habitantes de La Quinta.
Evidentemente todos los personajes cumplen una función, aunque sean más o menos protagonistas. Y los de La Quinta la han cumplido y siguen haciéndolo en primera línea, aunque con argumentos algo diferenciados de cuando se planteó su puesta en escena. Ahora no es la venganza lo que prima, si no las relaciones sentimentales, algo que en esta serie (y probablemente en todas) es un factor determinante. Y, por supuesto, algo que se espera y se desea, pero que no habría de impedir que en paralelo se desarrollaran otras historias, como en la vida real. No todo es tan idílico, y la vida siempre tiene sus altibajos.
Y es precisamente por ahí donde reside mi queja. Me encanta ver a Severo y Candela en escenas románticas, al igual que la pasión que existe entre Sol y Lucas,  pero también me gustaría ver al Severo de los primeros tiempos, al justiciero, que junto con su fiel amigo Carmelo buscaban no dar tregua a Francisca, aunque con métodos diametralmente opuestos a los que ésta suele utilizar. Y por encima de todo, me encantaría que no tiraran a la toalla tan pronto y buscaran esclarecer la verdad; más cuando esta lleva el sello inconfundible de la doña.
Pero, y probablemente es una sensación condicionada por mis simpatías, me da la impresión que esta trama ahora ya no merece la misma consideración por parte de los guionistas, e incluso parece amenazada, de alguna manera, por las nuevas. Que reitero me han atraído desde el principio, aunque ello no me impide seguir poniendo en un lugar prioritario a los que han captado mi interés en los últimos tiempos.
Creo que los habitantes de La Quinta aún pueden aportar mucho, tanto en el terreno sentimental, donde hay dos buenas historias a desarrollar (esperemos que algún día podamos añadir a Carmelo en ello), como en el resto de las líneas de acción.
Vale, igual me estoy poniendo en lo peor, y tenga que tragarme todo esto en unos días o semanas. De hecho espero tener que hacerlo, que las historias no se dejen marchitar y sigan un curso lógico y coherente. Y que Severo y Hernando acaben poniéndose del mismo bando, porque es evidente que en algún momento el segundo acabara siendo molesto para la doña. En un pequeño pueblo un rival poderoso que haga sombra es mucho, pero dos ya son multitud.

19 de febrero de 2016

Cinco años

Admito que Hernando Doscasas me ha fascinado desde el primer día. Y ello a pesar de su carácter hosco y malhumorado, aparentemente incapaz de empatizar con nadie. Como decía mi amiga Mercè (MarGonz), algo que aún hace a este personaje más interesante, porque después es previsible un lento progreso hacia otra actitud y el resquebrajamiento gradual de la coraza que parece haberse autoimpuesto. También Emilia decía que cree que en fondo Hernando es un buen hombre, y yo pienso lo mismo, al igual como parece ser la tónica general de las y los seguidores de la serie. Aunque considero que también juega una parte importante parte la elección de los actores, con un Ángel de Miguel que se adivina un profesional como la copa de un pino, al igual que sus acompañantes en esta etapa. Por supuesto sin desmerecer ni un ápice a los otros magníficos actores y actrices que han hecho de la serie un referente, a los que llevan cinco años y a los que se han incorporado a lo largo de este tiempo.
Por ellos, por estos últimos, miro con cierto recelo el despliegue que han supuesto estas nuevas tramas. Algo que en pocas ocasiones se ha visto, aunque en este caso la justificación podría ser la coincidencia con los cinco años de emisión. Por descontado aplaudo que se busquen nuevos alicientes y que, como parece en esta ocasión, se haya cuidado más la coherencia que lo supuestamente comercial (creo que con la trama de Bosco e Inés quedó suficientemente demostrado que esto último no funciona en esta serie). Y aplaudo esta nueva trama que creo que tiene todos los números para enganchar, y ello sólo después de haber visto unas pocas escenas.
Pero sigo en mis trece. Y me reconcome pensar que puedan quedar relegados a un segundo plano los que han conseguido que el interés por la serie no decayera. Y aunque ahora estoy hablando de mis sensaciones, creo que también es un sentir bastante generalizado, pues solo hay que darse una vuelta por las redes para descubrir el amplio abanico de páginas que siguen con dedicación y esfuerzo a los distintos personajes, y que vibran, sufren, se alegran con ellos. Páginas de Facebook, Twitter, cuentas de Instagram, foros, blogs,…..con miles de seguidores, administrado todo ello por personas que generosamente dedican una parte de su tiempo a ofrecer, en la medida de sus posibilidades, una mayor visibilidad y relieve a su serie favorita, que también es la de muchos y muchas. Por cierto, páginas y otros sitios que tienen que hacer uso de toda su capacidad de imaginación para mantenerse en el candelero, porque facilidades lo que se dice pocas….y aún con ello, considero que constituyen la mayor promoción de la serie (en realidad casi la única). Por supuesto me refiero a España, porque nada que ver con lo que sucede en, por ejemplo, Italia, con una espectacular audiencia, pero dónde es mucho más fàcil para todos; y donde los actores, e incluso los seguidores, tienen lo que considero un mayor reconocimiento por parte de los medios.  
Y siguiendo con las quejas. Coincidiendo con el 5 aniversario de la serie, se ha visto un gran despliegue de fotos y celebraciones entre el equipo técnico y artístico. Pero (y no es una concesión a la nostalgia, sinó algo que considero de justicia) no hemos visto en ningún sitio a los que levantaron la serie y la mantuvieron en el lugar más alto durante estos años, hasta que por motivos varios se marcharon de la misma. Me refiero a Megan, Àlex, Jordi, Loreto, Ariadna, Rubén, Alejandra, Iago, Carlos,…..y tantos otros. (Aunque, por supuesto, desconozco los planes de la cadena y si esto se va a enmendar). 

17 de febrero de 2016

¡Don Anselmo no se va!

Podría haber comentado esto en algunas de las páginas de Facebook que administro conjuntamente con una amiga, pero como se trata de una opinión personal considero que debo hacerlo desde mi blog, algo que además me permite explayarme más extensamente.
Es sobre el tema de D. Anselmo, su posible marcha del pueblo y la reacción de los habitantes de PV a ello.  
Evidentemente hay que diferenciar al hombre del sacerdote, la persona del representante de una institución que en aquellos tiempos era uno de poderes fácticos, con la potestad incluso de administrar justicia terrenal.
Como persona D. Anselmo representa a la mejor parte de la sociedad, a los que se preocupan y están cerca de sus semejantes, además de procurar su bienestar. La parte a reprocharle es que, en ocasiones, haya mirado hacia otro lado cuando se trata de los desmanes de Francisca, que además compra su benevolencia con generosas donaciones. Sin embargo en justicia también hay que reconocerle que jamás ha tomado nada para beneficio propio, y que todo lo que recauda acaba en manos de los necesitados. Así que digamos que, sin que se puedan llegar a justificar algunas cosas, es posible aceptar que  D. Anselmo haya tomado la opción del sentido práctico obviando lo ortodoxo.
Como sacerdote tampoco nada que reprochar, aunque pienso que no se ajusta demasiado a los cánones de la época. Un ministro de la iglesia con una mente tan abierta debía ser una rareza, aunque tampoco es imposible que existiera. En realidad, y por lo que he oído de mis mayores, el tipo usual de sacerdote se acercaba mucho más a D. Berengario, aunque creo que en este caso han ido al otro extremo.
Antes de continuar he de puntualizar que me declaro abiertamente atea, y que por lo tanto mi opinión puede estar condicionada. Aunque tampoco me caen los anillos en reconocer que existen personas en las diferentes confesiones que ejercen su ministerio con total dedicación y servicio a los demás, tal como se supone ha de ser. Tal como hace D. Anselmo. Y es muy posible que, de estar allí, yo también me hubiera alineado con los que desean que el hombre (más que el sacerdote) siga en el pueblo. Especialmente cuando la alternativa es quién es, alguien que ha entrado con imposiciones, una situación que la gente tiende a rechazar. Abiertamente o no.
Nada que objetar pues a ello. Mis objeciones (valga la redundancia) van en un sentido muy diferente.
Mirándolo desde la óptica de los guiones, creo que puedo entender una de las derivaciones de esta trama, aunque no sé si la intención de quienes los han escrito va en la línea de lo que pretendo poner sobre el tapete. Y sé que me estoy poniendo muy quisquillosa, y que una vez más le estoy buscando cinco pies al gato cuando no se trata más que una ficción y de rellenar minutos de capítulos, además de dar visibilidad a un determinado personaje que, por supuesto, la merece igual que los demás. Y sé también que no todo el mundo estará de acuerdo con mi opinión, incluso es posible que no exista nadie que coincida con ello. Pero ello no me ha de condicionar a la hora de exponerla.
Se trata del papel de las mujeres en esta historia. Es muy loable que pretendan darles notoriedad, pero también es sabido que en aquellos tiempos (e incluso hasta mucho más tarde) su opinión no contaba mucho, pero eran el principal aliado de la iglesia. Ya en 1910 una nota de esta institución decía, refiriéndose al papel de las mujeres: “para qué nos serviría el voto: para arrojar en la balanza de la opinión cotizable, en la bolsa política, millones de sufragios en pro de la Santa Religión, que es y fue y será, esencia espiritual de la mujer española en todo lugar, situación y tiempo”
Otro ejemplo: el discurso de Victoria Kent, que el 1 de octubre de 1931 pidió que se aplazara la concesión del voto a las mujeres, porque en su opinión no estaban preparadas para votar responsablemente debido a la influencia de la Iglesia, por lo que su voto sería conservador y perjudicaría a los partidos de izquierdas. Para Victoria Kent una de las pruebas del alineamiento mayoritario de las mujeres con la derecha antirrepublicana sería la entrega al Presidente de las Cortes de un millón y medio de firmas de mujeres católicas pidiendo el cambio del proyecto de Constitución para que se respetaran los «derechos de la Iglesia (fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Sufragio_femenino)
Pero vuelvo al inicio, y soy consciente de que en esta historia hay que anteponer el hombre al sacerdote. Sin embargo no acaba de cuadrarme el papel secundario y pasivo del género masculino en todo esto, y que dejen llevar toda la iniciativa a las mujeres. Sabemos que en la época el papel femenino se limitaba casi exclusivamente al de ser obedientes y sumisas, aunque también es cierto que en PV las mujeres protagonistas son fuertes e independientes, mientras que sus hombres son progresistas y de ideas liberales, avanzados a su tiempo. Pero considero que esto no era lo corriente, si no la excepción.
Por descontado me alegra ver a mujeres resueltas, que en la cabeza de la protesta esté Candela, ver a Dolores, Mariana y Gracia  manifestarse sin temor, poniendo en sus palabras el sentir de todos y todas, a Rosario siendo la parte calmada y a Emilia, una atea confesa, defendiendo a D. Anselmo, al hombre. Sin embargo admito que este post lo ha provocado en mayor medida la escena siguiente. No acaba de cuadrarme que todo un obispo se digne a sentarse con unas mujeres para discutir un tema que va más allá de las atribuciones de éstas. Aunque me disguste tener que decirlo, creo que lo más lógico en esta situación (y repito, en aquella época), habría sido que, por ejemplo Severo, se hubiera alzado como interlocutor.  
Pero esto es una ficción, y se admiten licencias. 

14 de febrero de 2016

Evolucionar o languidecer

Veo con estupor como hay quien se toma la serie como algo personal, sin tener en cuenta que se trata de una ficción, y que si bien en la misma se pueden dar incoherencias, tramas infumables, situaciones inverosímiles y momentos aburridos, tampoco es nada inusual. Estoy convencida de que en la mayoría de telenovelas se producen estos momentos; pero aunque admito que yo también me muestro quisquillosa a veces con algunas tramas, tengo muy claro que estoy viendo un producto ficticio escrito por personas, y que como tal sujeto a la posibilidad de equivocarse o acertarla de pleno. Porque aunque exista la experiencia, los estudios de opinión,…. nadie, ni siquiera los guionistas o los responsables de la serie, pueden saber con total seguridad si una nueva historia va a cuajar o no entre el público. Un público, por otra parte, que considero que cada día es más exigente y crítico, y que tiene muy claro lo que le gusta y lo que no.
Lo he escrito antes y hay razones para afirmarlo. El Puente Viejo que ahora vemos poco o nada tiene que ver con el que hace cinco años irrumpió en las pantallas. Pero no creo que sea nada malo, al contrario. Porque entiendo que, como todo en la vida, necesita una evolución, no quedarse estancado; y especialmente no es una buena opción acomodarse y vivir de rentas. Considero que las y los espectadores demandan cosas nuevas, no seguir en un bucle viendo siempre lo mismo, algo por otra parte que llegaría a ser muy monótono y aburrido. Ya pasa con bastante frecuencia que se utilizan recursos anteriores muy reconocibles, y ello es suficiente motivo de crítica como para permitirse convertirlo en un modo de acción usual.
Así que ya hace tiempo aprendí a abrir mis expectativas y permitir a las nuevas tramas la posibilidad de seducirme. Solo es cuestión de darles una oportunidad, aunque admito que ha habido de todo en los últimos tiempos y no ha sido fácil tragar con algunas cosas. Pero la misma inercia de la serie y la clara opción de los televidentes, manifestada especialmente a través de las redes sociales, han puesto las cosas en su sitio y han propiciado que se enderezara el rumbo.
Y es en este momento cuando irrumpen en la serie nuevas propuestas.
Por supuesto mi fidelidad sigue con los que monopolizan mis simpatías, y como he puesto de manifiesto otras veces: las parejas de Lucas y Sol, y Severo y Candela, como también Carmelo. Pero ello no impide que añada a ello a los nuevos Hernando y Camila, y a los que les acompañan. De hecho admito que, sin haber visto casi nada de ellos, ya han conseguido despertar mi interés, incluso con el carácter manifiestamente arisco y poco dado a hacer amigos del primero. En realidad creo que este elemento diferenciador, siempre que sea llevado hasta un límite razonable, es algo que hace aún más interesante esta nueva línea de acción de la novela.
Solo una última cosa. Los que habitualmente se acercan a este espacio, y a los que aprovecho para reiterar mi más sincero agradecimiento, creo que saben que ni el objetivo de este blog, ni el ánimo con el que está planteado, es el de hacerles la rosca a los guionistas o a los actores, ni por descontado se trata de buscar el reconocimiento de éstos (algo que por supuesto, y si llega a suceder, agradezco profundamente). Además soy consciente de mis limitaciones, y de que mis comentarios son sólo reflexiones de una seguidora de la serie que se guía por lo que ve; eso si, intentando siempre desde una óptica particular, hacer una crítica constructiva o dar una opinión.

11 de febrero de 2016

.... y marcha Eliseo

Por fin nos libramos de él. Porque, sin llegar a los extremos de Francisca (aunque pisándole los talones), este ser despreciable ha conseguido ganarse a pulso la antipatía, además de los epítetos menos lisonjeros que se le puedan ocurrir a alguien.
Pero el caso es que existen personas como Eliseo, y siempre han existido. No solo hombres, sino también mujeres, que han hecho de la explotación de sus semejantes una forma de vida, aprovechándose de la necesidad y también haciendo uso de la fuerza y la intimidación para sus fines.
Y si, quizás podrían habernos ahorrado estas escenas y el malvivir que ha supuesto esta trama, pero lo cierto es que por evitar hablar de ello no es un problema menos real, ni dramático, siendo una situación que tiene atrapadas a miles de mujeres.
Pero se ha terminado, aunque desgraciadamente solo en la ficción. Pero de manera definitiva, porque no hay nada tan definitivo como la muerte. Lo que permite a Lucas y Sol, y de rebote a Candela y Severo, reanudar sus planes para construir una vida juntos. Que ya toca un tiempo de felicidad, después de todo lo acontecido.
Eliseo ya es historia, y de la que es mejor olvidarse, como en su momento pasó con Fernando y tantos otros. Sin embargo los actores si dejan huella, y hay que reconocer el magnífico trabajo de Carlos Troya, que ha conseguido hacer totalmente creíble un personaje que, si bien ha sido poco agradecido en cuanto a despertar simpatías, si ha marcado las vidas de los Santacruz y compañía, especialmente la de Sol.

Llega Hernando.....

Aún es pronto para lanzarse a hacer conjeturas sobre Hernando Doscasas (gracioso que precisamente hayan escogido este apellido para alguien que efectivamente tiene dos casas en PV). Pero a primera vista parece que los guionistas tienen entre manos un personaje que puede ser interesante, eso si no lo estropean tensando las situaciones más de lo recomendable y poniendo a prueba la paciencia de las y los seguidores de la serie.   
Es cierto que ya hemos visto anteriormente algo parecido, con dos casos destacables y perfectamente identificables: Tristán y Conrado. Hombres atormentados por un pasado, cerriles y resentidos con el mundo, incapaces de salir de su caparazón para hacer frente a la realidad. Pero también es cierto que, tarde o temprano, ha sucedido algo que les ha hecho salir del ostracismo y ceder en el empeño de alejarse del resto de la humanidad. Como es evidente que le va a pasar a este personaje.  
Pero de momento Hernando Doscasas parece que llega al pueblo sin ganas de hacer amigos y con una idea preconcebida y por ende injusta: todo el mundo es culpable hasta que no se demuestre lo contrario. Sin embargo algún día ha de descubrir que no es muy razonable pensar que todo un pueblo se haya puesto de acuerdo para no ayudar a unos vecinos recién llegados, que además se habían integrado perfectamente y gozaban de las simpatías generales.
Otro tema es un carácter tosco y expeditivo que puede confundirse con arrogancia o soberbia, y que aún apuntado maneras de una buena educación, no le hará ganar simpatías precisamente. Aunque la parte buena de ello y de su aparente poder, es que probablemente va a contribuir a menguar un poco más el terreno a Francisca, ya bastante condicionado por Severo.
De todas maneras reconozco que me va a costar sentir antipatía por este personaje. No quiero parecer frívola, pero esta vez me parece que el càsting ha estado bastante acertado, y han apostado por un buen actor que además tiene un físico que, de entrada, no deja indiferente. Por supuesto esto último no es una garantía de éxito, porque sin unos buenos guiones y una buena interpretación que los respalde no se llega tampoco muy lejos, pero he visto algunas de sus escenas y me parece un buen profesional, además con una trayectoria avalada por algunos premios importantes, alguno de ellos internacional.  
Esperemos que las esperanzas no se frustren. Y, por supuesto, que su entrada no suponga relegar a los que realmente ahora concentran todas las expectativas, como las parejas Lucas y Sol, y Severo y Candela. 

9 de febrero de 2016

Puente nuevo

Parece que ahora llega a PV un nuevo inquilino que dará mucho que hablar.
Y (aunque tampoco serviría de mucho), por supuesto nada que objetar al hecho de que se busquen nuevas historias para mantener el interés de la serie. Entiendo que, en vista de que algunas no han funcionado como se esperaba, se busquen otras líneas de acción para que la serie no quede estancada, ya que es evidente que con los personajes habituales ya no se puede construir mucho más. Incluida Francisca, cuyo papel no avanza lo más mínimo y, en mi opinión, su intervención en las tramas ahora es más bien de relleno. Además que considero que las otras historias tienen suficiente entidad para marchar por si solas.
Por lo que, como ya he escrito en otras ocasiones, no sé si los guionistas son muy conscientes de que con la idea de introducir nuevas situaciones, también están perdiendo la oportunidad de desarrollar un poco más a conciencia las que han empezado pero que, de alguna manera, están dejando languidecer.
No es una concesión a la nostalgia, pero una recuerda como en otros tiempos las tramas eran mucho más elaboradas, y como se conseguía mantener un alto interés por ellas. Básicamente me refiero a Tristán y Pepa, y Martín y María, aunque también ha habido otras historias que, sin llegar quizás al grado de las anteriores, también han conseguido acaparar miles de seguidores. Pero creo que todo esto ha cambiado y ahora se priman más otras cosas, moviéndose todo más por la superficie y sin dejar que situaciones que podrían ser interesantes avancen demasiado antes de ponerles freno bruscamente. Cuando no, estropeándolas parcial o definitivamente.
Sin embargo sigo conservando la esperanza de que todo esto se enderece.
Y soy consciente de lo que voy a decir a continuación no es el sentir general, y que entre los seguidores de la serie hay muchas sensibilidades diferentes, por supuesto todas ellas igual de respetables. Pero, en mi opinión, aparte de personajes entrañables que de vez en cuando aportan bonitas escenas u otros que están muy desaprovechados (léase Carmelo o Ramiro), hay dos parejas que podrían traer a la serie algo de lo decia anteriormente. De hecho, la de Lucas y Sol parece que está destinada a ser la protagonista, pero a tenor de los acontecimientos considero que la supera en visibilidad la de Candela y Severo. Y admito que me encanta que suceda esto, porque creo que, aparte de forjar una pareja de lo más interesante ya que aporta madurez y sensibilidad al mismo tiempo, también considero que ya tocaba que el personaje de Candela tuviera algo más de vidilla.
Desarrollar la historia de estas dos parejas (por descontado sin volver a recurrir a los estereotipos habituales a los que ya nos tienen acostumbrados) podría sacar un poco de la apatía general en la que se mueve ahora la serie, y que supongo pretenden superar con las nuevas incorporaciones. Creo que no digo nada nuevo al afirmar que en estos momentos la fidelidad de las y los espectadores está por encima del interés que provocan las tramas, con alguna excepción puntual como las que menciono anteriormente, que sin embargo también ponen a prueba la paciencia de muchos y muchas con sus innumerables vaivenes. Y considero que las simpatías que despiertan ambas parejas, son suficiente reclamo como para que se construya alrededor de ellos bonitas historias.
Aún están a tiempo para ello. 

7 de febrero de 2016

Estar solo

Como decía John Donne “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre (digamos más bien cada persona) es un pedazo de continente, una parte de la tierra……”
Y es cierto, nadie debería estar solo, a menos que sea una opción voluntaria. Pero no creo que para ello sea necesario plantear como la opción más normal llegar a una relación de pareja, porque tampoco es algo que siempre tenga garantías de funcionar. Por supuesto cuando es el amor lo que une es una de las mejores cosas que puede pasar en la vida, pero no la única, porque también puede cubrir este espacio vital la familia o los amigos.
De todas maneras una cosa es la vida real y otra una telenovela. Y entiendo que sin el recurso de las relaciones sentimentales, poco recorrido se podría esperar a estas últimas. Porque normalmente esto suele ser parte esencial de las tramas, y especialmente cuando surgen las dificultades, que hacen que aumente el interés para vivir la resolución del conflicto y ver la culminación de la lucha por la felicidad.
En PV hemos visto, y estamos viendo, grandes amores que perduran en el  tiempo, y que sobreviven a los avatares que la vida ha puesto en su camino.  Como también vemos la otra parte, la de las relaciones tormentosas, la de los engaños y traiciones, la de las existencias (de mujeres principalmente) sometidas a la voluntad de hombres amparados por una sociedad machista y misógina.  
Y ahora llego a donde quería ir, aunque me haya desviado un poco del tema que quería comentar, que es el de la soledad en sus diferentes variantes.
Con la llegada de Hernando Doscasas, y a finales de semana de Elías, el número de hombres solos en PV no cesa de aumentar. Con ellos ya serán seis (incluido Mauricio), por lo que no es raro que surjan las conjeturas para emparejarlos.  Ya que a los anteriormente citados hay que añadir a Carmelo, Ramiro y Onésimo, mientras que por el otro lado sólo hay “disponibles” Fe, y ahora Beatriz, que es aún muy jovencita.  
Pero la pregunta es ¿es necesario que el único horizonte que se plantee sea el de que un día todos ellos también lleguen a ser los protagonistas de una historia de amor? Por supuesto entiendo que esta cuestión esté en la mente de todas y todos, porque también me acuso de haber caído en esta “trampa”. Sin considerarme una romántica en el sentido literal, admito que sigo con interés las historias de Lucas y Sol, y la de Candela y Severo, y que me gustan las escenas que protagonizan, las parejas que forman y la posibilidad de un final feliz para ellos. Igual que veo con simpatía las relaciones ya consolidadas.

6 de febrero de 2016

El secuestro de Sol y Candela

Entiendo que a veces puede considerarse necesario añadir dosis adicionales de dramatismo a escenas que ya de por si tienen una importante carga de ello. Además que, no teniéndome por una mojigata, puedo comprender que no se soslayen temas espinosos, muy presentes en la vida real. Siempre, claro está, que éstos sean tratados con suficiente mano izquierda como para que quede meridianamente claro que la pretensión es más una denuncia que un recurso fácil para dar morbo a un producto televisivo. Porque no todo vale (a pesar de que no siempre se pueda entender así a tenor de algunos programas basura), y menos se puede aceptar cuando hay temas muy sensibles que desgraciadamente no pierden actualidad.
Solo con estas premisas se podría justificar toda la historia del secuestro de Sol y Candela, una trama que creo que incluso al más tolerante de los espectadores es capaz de provocarle repulsa. Tratándose del retrato de un execrable sujeto que no tiene escrúpulos en utilizar a las personas, en este caso mujeres, para vivir cómodamente a sus expensas, sometiéndolas y humillándolas, sin que éstas tengan la posibilidad de escapar a un destino sin futuro. Y encima víctimas de una degradante situación de maltrato, viviendo en una evidente inferioridad de condiciones y sin posibilidad de luchar por ellas mismas, ante el número superior de agresores que las controlan, hombres con un exacerbado sentido machista que consideraban a las mujeres (algo que desgraciadamente aún sucede) como objetos de carne pero sin voluntad propia, como seres inferiores ante la supuesta supremacía del género masculino.
Pero en este caso en particular, y aparte de que ha quedado claro que hay otras cosas, aparte del dinero, que mueven a un sujeto de la calaña de Eliseo, también las hay que escapan a la lógica.
Es evidente que Eliseo es un tipo acostumbrado a vivir a costa de los (las) demás, utilizando para ello la fuerza bruta, la falta de escrúpulos y de integridad, pero también es claro que es un estúpido integral que no piensa más allá de sus narices. Quizás he visto demasiadas películas del género policíaco, pero en ninguna recuerdo haber visto que un secuestrador mantenga a sus víctimas expuestas a sufrir daños, antes de recibir el montante pedido por su liberación. No ha sucedido aún (y ya sabemos que esta historia no va a ir muy lejos), pero lo normal sería que antes de soltar el dinero el extorsionado haga valer su derecho, y también su obligación, de pedir garantías sobre la integridad de las personas que están retenidas. Y es claro que Severo no es tan ingenuo como para fiarse de un sujeto que además ya le ha engañado antes, y que sería muy capaz de coger el dinero y largarse sin dejar ir a las chicas.

4 de febrero de 2016

Adiós César Cárdenas

Malos muy malos y retorcidos, malos que ocasionalmente dejan entrever una conciencia, buenos que están entre dos aguas, buenos que de tanto que lo son acaban cayendo en la ingenuidad,…..forasteros que nada más llegar ya atraen sospechas aunque sin ningún fundamento que lo avale, forasteros (que con mayor frecuencia de la deseada) parecen una cosa y acaban convertidos en desquiciados, locos o peligrosos,….. Y, por supuesto, también está la gente corriente, de buen corazón, generosos, solidarios, comprensivos, amigos,….en fin la buena gente de PV.
Por lo que es de agradecer que, aunque sea de manera ocasional, aparezca alguien (por supuesto dejando de lado los protagonistas fijos) que se salga de las normas establecidas de la serie. O al menos esto parece.
Nada hace suponer que Cesar no sea tal como lo han hecho aparentar. Se ha marchado tal como vino, sin dejar entrever intenciones ocultas…. Su manera de ser era de una persona educada y noble, jamás le vimos propasarse con Emilia, y tampoco presionó para que ésta tomara partido por él. Al contrario, siempre le dejó espacio para que decidiera por su cuenta, aunque es claro que le atraía y que deseaba estar con ella. Pero no creo que esto fuera malo, especialmente teniendo en cuenta la situación de Emilia y su, hasta el momento, determinación de pasar página con Alfonso.
Por supuesto entiendo las reticencias, incluso la antipatía, de los seguidores más fieles de esta pareja, especialmente teniendo en cuenta que hasta ahora Emilia y Alfonso habían construido una de las relaciones más estables y bonitas de la serie. Pero también admito que César jamás me ha inspirado este sentimiento de rechazo. Al contrario, había conseguido que lo creyera y llegara a pensar en que era posible un cambio de rol en Emilia, más teniendo en cuenta que, aunque ésta vuelva con Alfonso, va a ser muy difícil disipar lo que ha sucedido. De hecho pienso que nada puede volver a ser igual, que una vez rota la confianza es muy difícil recomponerla, aunque también es cierto que el tiempo puede suturar las heridas. Pero siempre queda la cicatriz.
Por cierto, volviendo a César y aplicando mi lógica. Viniera para lo que viniese a PV, no ha trascendido nada oscuro, ni nada hace pensar que fuera con otras intenciones que las que expuso. Pero lo que si tengo claro es que no vino a por Emilia, y que tampoco ésta es precisamente un partido a tener en cuenta (dicho esto con todo el respeto, y sin intentar ningunear el hecho de que es una pequeña y próspera empresaria). Sin olvidar que además ella se iba a ir con lo puesto, dejando todo atrás. ¿Qué César no es el hombre de negocios que dice ser? Quizás. Pero tachadme de ingenua, porque no consigo encontrar un motivo razonable que explique que le hiciera proponer a Emilia irse con él, salvo el de tenerla como su mujer. Y, por descontado, ésta no es precisamente el prototipo de mujer sumisa, que se deja avasallar en caso de que todo fuera un engaño. Algo que, estoy convencida, César ha visto claramente.
Aunque, al fin y al cabo, si se descubre o no que César es un impostor, ya no va a tener ninguna importancia. 
Sólo una última cosa. Mi reconocimiento a Alfonso Begara, un magnífico actor que espero ver en otras series o teatros. 

3 de febrero de 2016

Buscando algo más

Creo que ya he escrito esto antes, pero vuelvo a ello.
Entiendo que el ritmo de una serie diaria y las prisas por confeccionar guiones impiden que a veces se pare en los detalles, así que es fácil que también la lógica de algunas situaciones se resienta a causa de ello. Pero esta telenovela, y probablemente todas, crean también una especie de adicción, que crea a su vez una cierta exigencia para algunas y algunos. Cuanto más se conoce algo, más profundamente se ha entrado en ello, más se hacen patentes las incoherencias que se producen en situaciones y contextos. Y ya no es tan fácil engatusar, ni hacer comulgar con ruedas de molino, cuando un día sucede una cosa y después, o pasa directamente a mejor vida, o se le da la vuelta sin más, sin que medie explicación razonable alguna.
Claro que no todo el mundo se entretiene en estas cosas. Es más, probablemente el 99% de los televidentes seguro que lo pasan por alto y se limitan a ver la serie sin buscarle nada más que entretenimiento. Como probablemente es un gasto inútil de tiempo intentar encontrar cinco pies al gato en un tema intrascendente como este, cuando en la vida real hay muchas cosas que si merecen ser tratadas con atención y dedicación. Pero en mi caso, aparte del placer de escribir, admito que también me sirve para desahogarme de lo que cada vez con mayor frecuencia hago: mirar la serie y dedicar más atención a los detalles que a las tramas.
También hay otro tema que no se puede obviar si se quiere hacer este ejercicio de desmenuzamiento. Es muy fácil caer en el error de no tener en cuenta la época en la transcurre la serie, y especialmente el contexto de las mujeres, que dista mucho del actual. Es cierto que hay tics que aún perduran pese que se ha avanzado en la igualdad de género, pero el caso es que la situación de la  mujer en 1924 era de sumisión y de ninguna libertad para desarrollarse como persona individual, salvo que las circunstancias obligaran, o la educación lo permitiera. También hay temas como el caciquismo y la dependencia a esta clase social, así como el poder de la iglesia sobre la vida de las personas, cosas afortunadamente superadas.
Sin embargo todas estas últimas consideraciones no impiden expresar una crítica, que espero se entienda como constructiva. Evidentemente en una ficción siempre ha habido y habrá licencias, porque se trata de situaciones que no existen y que hay que crearlas. Pero ello no impide que exista una cierta lógica en lo que acontece, y creo que no es mucho pedir que se preste más atención a los detalles. La premura no tendría que ser incompatible con una cierta calidad en el desarrollo de las escenas, y cada vez tengo más la impresión que ello no sucede. Por ejemplo, la escena del rapto de Candela y Sol en mi opinión ha estado cargada de incongruencias, y ha dejado a dos mujeres que hasta ahora se han mostrado como de fuerte personalidad, como dos indefensas féminas en manos de un maltratador. De hecho estoy convencida que todas y todos esperábamos más de ambas, que se mostraran algo más combativas y resueltas.  
Otro tema es Emilia. No voy a juzgar su decisión, porque pienso que, como todo el mundo, tiene derecho a una segunda oportunidad, y hay que tomarla cuando pasa. ¿Qué puede parecer egoísta, y que tendría que sacrificarse por los demás? Pues seguro que hay opiniones para todos los gustos, pero creo que, en un caso así, es ella la que ha de decidir y no los demás por ella. Y creo que es injusto quien la tacha de casquivana al cambiar tan pronto de brazos. Sin embargo parece que finalmente va a echarse atrás, y lo que parecía una decisión firme va a dejar de serlo, simplemente porque después de semanas de estar convencida de lo contrario, en el último momento se le abren los ojos. ¿De verdad era necesario llegar a este extremo? Entiendo que es una manera de mantener la tensión, pero no la deja en muy buen lugar, convirtiéndola en una indecisa.
Y podría seguir así uno a uno con los habitantes de PV, pero por hoy voy a dejarlo con un último tema: los Mella y todo lo que ha sucedido a su entorno.
Supongo que algún día sabremos por qué se trajo a una familia entera para cargársela en apenas un mes, si es que no se trataba de acabar de paso con un icono como el Jaral. Sin embargo esto me parece algo desmesurado, cuando había maneras mucho más fáciles, y por supuesto mucho menos traumáticas, de acabar con esta casa y todo lo que le atañía. Otra vez el dramatismo por encima de la lógica. Pero hay otro tema en esto que me tiene desconcertada ¿A qué vino el hecho de narcotizar a todos los habitantes de La Quinta? A priori es una chiquillada impropia de alguien tan retorcido como Francisca, pues solo faltaba que se colocara la diana para hacer más patente su intervención en los hechos. Pero es que además, aparte de impedir que fueran al Jaral y con ello quizás les salvara la vida, no saca nada de todo ello, salvo una satisfacción pueril que se ha visto oscurecida por los hechos. Aunque lo que realmente revienta es que parece que esto va a quedarse aquí, pues Severo tiene cosas mucho más importantes en las que pensar. Y Francisca va a volver a irse de rositas. Y es posible que otra trama vaya a quedar relegada al olvido.