Antes que nada decir que soy consciente de que estoy dando mi opinión sobre una ficción y que es bueno que en la serie haya momentos de distensión, aunque sean a costa de licencias que rayan en el absurdo.
Y he de admitir que el tema del regaliz
consigue arrancarme una sonrisa. Pero
también que no me gustan las connotaciones que tiene y que llevan a mostrar a
todas (o casi todas) las mujeres de PV como insatisfechas y picaronas, y a los hombres
como simples objetos de placer.
Pero especialmente no me gusta
ver a Hipólito en boca de chismosas. Reconozco que antes he visto este tema en
otro blog, y esta vez no puedo más que unirme a la queja manifestada. Alguien
me decía el otro día que solo veía de Aurora los defectos. Aun pensando que no
es del todo justa esta afirmación, hoy sí que tengo que hacer manifestación de
uno que me era desconocido, y añadiendo a ello también a Emilia. Me ha sorprendido sobremanera que la chica compartiese con ésta los problemas de Hipólito con Quintina, y que ambas se lo tomaran a chanza. Situándose de esta manera, a
la misma altura que Dolores en cuánto a chismorreo. Con el agravante de que el
chico lo ha compartido en confianza, como se haría a un profesional, y
saltándose esto, Aurora ha traicionado el código deontológico (aunque
técnicamente esto es algo que aún no está obligada a cumplir).
No voy a insistir más en el tema.
Sólo quería dejar constancia de mi opinión sobre esto, y el hecho de que no beneficia especialmente a la imagen de la chica, que otras veces ha dejado claro
que son temas que no van con ella.
Estoy de acuerdo contigo.
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