27 de junio de 2014

Aprendiendo de la tiranía

Podría mostrarme escandalizada por el cinismo de la doña, pero creo que realmente piensa lo que dice, y que incluso hay algo de cierto en sus palabras. En 1921, y también ahora, la seguridad de un trabajo a veces posibilita que las personas, a pesar de hacerlo de manera forzada, no discutan abiertamente las órdenes de sus empleadores.
Otra cosa es que admitan además ser tiranizadas, con la justificación de éstos de que si les muestran algo de cercanía se desconciertan, que necesitan saber cuál es el sitio que les corresponde.
Y la doña hace bandera de ello, mostrándose exigente, caprichosa, injusta y desagradecida, estableciendo una línea de división muy marcada con las personas que la sirven. Mostrando una falta total de respeto, mientras espera que los demás si se muestren deferentes, leales  y abnegados.  
Es cierto que en aquellos tiempos, especialmente las mujeres, tenían pocas salidas de trabajo y entrar en el  servicio doméstico de una casa señorial debía suponer ser poco menos que ser una afortunada. Aunque a cambio las condiciones laborales eran muy duras: salarios precarios, jornadas interminables de trabajo, ausencia de días de ocio,…  Pero cualquier signo de rebeldía ante esta situación podía significar mucho más que perder el trabajo y la seguridad económica, y creo que esto debe ser uno de los motivos principales que, por ejemplo Mariana, y ahora Fe, hayan permitido que la doña les someta. Porque por parte de Francisca no se trata de buscar el respeto de sus subordinados, sinó utilizar el miedo para sus propósitos.
Y ahora está empujando a Bosco a adoptar la misma actitud.
Quiero creer que el buen fondo del chico se impondrá y no acabará sucediendo como con los nuevos ricos, que a veces no saben administrar su suerte. Es cierto que es inocente, aunque con un carácter rebelde, pero también es manipulable quizás precisamente por lo primero. Él mismo ha admitido que esta nueva vida que le ha sobrevenido tiene sus ventajas, y que no le desagrada del todo. Además que está recibiendo amor y atenciones, y esto es totalmente nuevo para él, con lo que el agradecimiento también puede jugar su baza.
Pero no me gustaría ver como Bosco va cayendo también en el lado oscuro. De hecho, aunque sus evidentes deseos de agradar y además complacer a Francisca parece que le empujan a hacer cosas en las que no cree realmente, ahora mismo me parece bastante improbable que suceda lo dicho anteriormente, porque es difícil subyugar el carácter que ya ha mostrado y, estoy convencida, que lejos de la mirada de la doña se mostrará tal como es de verdad.
Un chico que además parece que ha descubierto un nuevo sentimiento que no comprende. Aunque espero que antes de que esto llegue demasiado lejos, alguien descubra quién es realmente. Ya hemos vivido una historia parecida anteriormente, aunque al revés, y en mi caso no me apetece para nada volver a lo mismo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario