El mellizo de Aurora

Afortunadamente para él, Tristán jamás sabrá que cuando dejó a Pepa en el bosque, ésta no estaba muerta. La culpabilidad que podría arrastrar con ello seguro que aún habría sido peor que el dolor por haberla perdido. Ya no digo si hubiera sabido que no sólo la había dejado a ella, sino también a un hijo.

Reconozco que no tenía puestas muchas expectativas en esta escena, ya que desde hace días era un secreto a voces: el nacimiento de otro bebé de Pepa y Tristán, mellizo de Aurora. Lo que si había decidido hacer era darles a los guionistas la oportunidad de convencerme con un argumento que fuera lo suficientemente creíble para aceptar esta licencia. Pero tengo que decir que, en mi caso, va a ser aquello de tener que aceptar pulpo como animal de compañía, porque después de ver la escena sigo pensando que tiene pocos visos de verosimilitud (al menos en la vida real), entre otras cosas porque la protagonista era una reputada partera que cuesta creer no advirtiera que había otro niño en camino. Además, tampoco ha servido para poner algo de luz en un tema que se arrastra desde hace meses: que pasó con ella después. Ya que además de no haber resuelto ningún enigma, excepto para dar a conocer el origen de Bosco, lo que ha hecho ha sido añadir más interrogantes, ya que ahora ni siquiera hay la certeza de que Pepa haya muerto, y de qué o quién la ha arrastrado.  
También hay otro tema que se plantea: los diecisiete años de Bosco, que no concuerda en absoluto con la apariencia de más edad del actor Francisco Ortiz. Pero en este caso pienso que si hemos sido capaces de aceptar que Emilia es la madre de María, cuando creo que en la vida real no se llevan más que un par de años, o que Tristán era el padre de Martín, creo que también podremos con esto.