Definitivamente
creo que hoy Fernando se ha visto frente a su destino, aunque su soberbia y
arrogancia le impidan admitirlo. Candela por un lado, y Martín y María por
otro, se han encargado de mostrárselo, junto con el desprecio más absoluto por
lo que es y por lo que ha hecho.
Creo que estas dos escenas han sido lo mejor del capítulo.
Aunque la palabra definitivamente quizás no sea la más adecuada, después de oír las amenazas del hombre, a pesar que ahora no suenan más que a bravuconadas y aparentemente no han hecho mella en quien iban destinadas. Pero es difícil prever que destino le tienen preparado los guionistas y si va a seguir incordiando en el futuro, aunque no estaría mal que, por una vez, algún malvado pagara de verdad en esta serie. No es de recibo, que todos (o casi todos) se vayan de rositas y sin recibir castigo por sus crímenes. Que no quiero decir que paguen con su vida, algo que no justifico en ningún caso, pero si con una larga temporada a la sombra. O indefinidamente.
De
momento su destino está decidido. Y se lo han puesto delante y por partida
doble.
Quizás
Candela no vuelva a tener mucho protagonismo a partir de ahora, pero creo que
solo por estos momentos, ya vale la pena que exista este personaje.
Han puesto en su boca
lo que todas/os querríamos haberle dicho a Fernando. Con la ventaja de que éste
no tiene escapatoria, esposado a la cama. Es impresionante la fortaleza de
carácter de esta mujer, que con total impasibilidad y arrojo ha sido capaz de
ponerle delante todo lo que el hombre ha hecho de malo en la vida y lo que podría haber sido. Y
ello sin dejarse avasallar, ni retroceder un centímetro ante el petimetre que
tiene delante.
Aunque María no le ha
ido a la zaga. La chica que tantos reproches había provocado por sus continuos
vaivenes en el carácter, se ha convertido en toda una mujer. Valiente, decidida,
con arrestos y dispuesta a reconducir su vida con el hombre al que ama y su
hija. Creo que pocas veces como hoy ha mostrado lo que se puede esperar de ella
en el futuro, y no son más que cosas buenas. Y si bien es cierto que el error
con Fernando lo cometió ella, ha demostrado que es capaz de admitirlo y
enfrentarse a ello.
Pero no hay dos sin
tres.
Ver a Martín aguantando
estoicamente las ganas de echarse al cuello de Fernando y dejando que María
llevase la voz cantante, me ha parecido algo insólito. Pero no ha tardado mucho
en dejar de contenerse. Este es el auténtico, el luchador y el que no duda en
defender a los suyos. Cierto que también existe el tierno y cariñoso, pero me
encanta verlo cuando salen a relucir sus arrestos y su rabia, que además Jordi
sabe transmitir como pocos.
Y no voy a dejarlo
sin antes mencionar otra vez, el magnífico trabajo realizado por éste, Carlos,
Aida y Loreto, que considero que son capaces de trasladar al espectador unos
sentimientos muy auténticos. Estoy convencida que ellos son en gran parte los
responsables de los actuales buenos índices de audiencia, demostrando además que las penas no siempre venden y que la gente desea ver a los "malos" con la cabeza agachada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario