30 de octubre de 2015

La viuda negra

¿Para qué callarlo? Admito que me fastidia enormemente ver a Francisca otra vez haciendo lo único que sabe: malmeter y conspirar para hacer daño. También manipular a cualquier incauto que le dé aunque sea un mínimo de credibilidad, y por supuesto me refiero a Bosco en primer lugar. Porque mucho me temo que la idea es que éste acabe volviendo al redil de La Casona, al menos hasta que descubra lo que Francisca hizo con Inés. Ya que si bien la lógica dice que Bosco ha de vivir en su propia casa, el Jaral, y que ha de ocuparse de sus tierras y de su familia, la realidad es que el personaje es un chico débil de carácter en cuanto se refiere a su abuela, por la que probablemente siente cariño, pero a la que da la impresión que se acerca más por considerar que está en deuda con ella que por los lazos de sangre.
Evidentemente con Bosco lo más difícil es recordar que se trata de un chico muy joven, ya que el principal hándicap es su aspecto, que es obvio decir que es el de la edad real del actor. Por supuesto no voy a meterme con la profesionalidad de Francisco Ortiz y además tiene el derecho inalienable de toda persona a disfrutar de un trabajo renumerado, pero creo (como casi todo el mundo) que se equivocaron en el cásting y tenían que haber elegido a un chico que diera más el pego por la edad. Así es complicado razonar que sus supuestos pocos años hacen que sea más vulnerable a los engaños, que el hecho de haber vivido apartado de la civilización le ha impedido conocer en profundidad el alma de las personas y ver en ellas la maldad. De todas maneras también es factible pensar que el haber vivido tanto tiempo al lado de las buenas mujeres del Jaral, y en los últimos tiempos haber cultivado la amistad de Lucas, Severo y Carmelo, han ayudado a compensar lo que podría haberle imbuido Francisca cuando lo recogió y durante el tiempo que estuvo bajo su influencia. Tiempo que por poco no hace de él un villano como su abuela.
Pero volviendo a Francisca.
Parece que la cura de humildad ha obrado el efecto contrario al que se pretendía. Porque en realidad lo que ha hecho ha sido retroalimentar a la bestia (con perdón de éstas) y hacer que Francisca aún haya acentuado su lado más oscuro. Ahora ya no se trata sólo de soberbia, altanería y orgullo, sino que también su venganza se ha universalizado. Lo hemos visto en La Casona, donde trata como una negrera a sus sirvientas, donde la consideración a Mauricio ha desaparecido como por ensalmo, olvidando la fidelidad ciega de éste y lo que ha hecho por ella, y también lo hemos visto en sus decisiones arbitrarias contra el pueblo (aunque me pregunto hasta dónde llega su poder, y si puede hacer y deshacer a voluntad sin que nadie pueda toserle. De hecho lo dudo). Pero es evidente que lo peor está aún por llegar, y esto me produce cansancio solo de pensarlo.
Para algun@s la soledad es mala compañía y lo peor es que da mucho tiempo para pensar, lo que en Francisca supone un peligro añadido. Berta por un lado, Candela y Severo por otro,….son algunos de los que seguramente tienen todos los números para situarse ahora en su punto de mira. Pero también existe el engaño a Bosco sobre los verdaderos motivos del abandono de Raimundo, y la facilidad con que se ha consolado por esta situación y que demuestra a las claras que el amor que dice sentir por el hombre es algo que viene y va como la marea, dependiendo, no de los sentimientos, sino básicamente de otros factores que nada tienen que ver con ello. 

29 de octubre de 2015

Una lanza por la serie

Supongo que es un error meterse en embolados que no me incumben directamente, pero aún así voy a hacerlo porque me apetece dar mi opinión al respecto de una polémica surgida recientemente acerca de la deriva actual de la serie, y que afecta directamente a los guionistas, aunque también a algunos actores.
Es cierto que en mi blog nunca he eludido las críticas a determinadas tramas, situaciones o personajes, cuando he creído que debía hacerlo. Incluso es posible que en alguna ocasión haya ido demasiado lejos, aunque después haya tenido que rectificar (que, por supuesto, no me importa, ni me cae ningún anillo por hacerlo) Así como también admito que en más de una ocasión he expresado mi desacuerdo con los guionistas, aunque siempre desde mi punto de vista personal, que es evidente que está condicionado por mis simpatías hacia determinadas partes de la serie y que no tiene por qué coincidir con todo el mundo. Pero creo que siempre ha sido desde el respeto, o al menos he hecho todo lo posible para que sea así.
Lo que no he hecho nunca es escribir para adular a nadie, ni para obtener el agradecimiento de nadie. No es el objeto de este blog, ni lo ha sido jamás. De hecho ni siquiera me lo he planteado, y soy absolutamente sincera cuando lo digo. Solo se trata de un espacio de opinión y, como tal, de un lugar para poner en palabras lo que te sugiere en determinado momento una situación o una trama concreta, que evidentemente estará sujeta a la manera de pensar y sentir propias. Y lo que tengo claro es que en el otro lado están personas con sus propias maneras de entender las cosas y con su libertad de hacerlo, algo que nadie puede cuestionar y que es necesario respetar, lo mismo que yo acepto las críticas aunque no esté de acuerdo. Como también están los que seguro que intentan hacer su trabajo lo mejor que saben, pero que como todo el mundo también pueden equivocarse.
Por ello no deja de sorprenderme la manera con que algunos se toman las cosas. Aunque admito que yo también alguna vez me he liado la manta a la cabeza y he sucumbido a mis impulsos, pero inmediatamente después he tenido que arrepentirme. Así que cada vez más procuro reprimirme, eso sí sin perder la capacidad crítica, e intento ampliar al mismo tiempo mis miras (otra cosa es que lo consiga siempre)  
Porque no hay que perder la perspectiva de que PV se trata de un producto de ficción, y lo que no hay que hacer nunca es poner en el mismo saco a personajes y actores. Y mucho menos opinar sobre la vida personal de estos últimos, algo que sólo les pertenece a ellos. Es cierto que todos ellos se deben en cierta manera a su público, pero sólo en el escenario o en los platós, fuera de allí se ha de respetar su intimidad y no están obligados a nada más que lo que les dicte su natural manera de ser. Y por lo que respecta a su trabajo, nadie puede reprocharles que hagan el papel que les dicta el guión (otra cosa es que lo hagan con más o menos fortuna) y que en ocasiones esto les obligue a hacer cosas que producen rechazo o son incoherentes. Pero es su trabajo, y nada tiene que ver con su profesionalidad. 
Por lo que respecta a los guionistas, se puede cuestionar lo que escriben, criticarles si se considera que su trabajo se puede mejorar, pero no establecer como hecho probado que lo hacen por inercia, sin otra motivación que la económica. Puede que haya algo de esto (o no) pero es un tema que no se puede mezclar con el hecho de que el trabajo que hacen no acabe de convencer a algun@s. Quizás haya que valorar también que los guionistas son personas y no son infalibles, ni pueden contentar a todo el mundo. Mucho menos cuando hay tantas líneas de opinión, algunas incluso enfrentadas.
Por cierto, y antes de seguir, creo que habría de repasar lo que he dicho en otros comentarios, donde es posible que haya escrito algo inconveniente, aunque movida por lo que sentía en este momento. Desde aquí pido mis más sinceras disculpas a los guionistas (y no es peloteo), y hago mío aquello de “donde dije digo“, porque admito que en este momento han conseguido que vuelva a estar totalmente enganchada a la serie por las historias de Lucas y Sol, y especialmente Severo y Candela. Bueno, en realidad jamás he dejado de ver PV, con más o menos interés, pero siempre he estado ahí.
Pero lo que tengo por seguro es que si no me gustara la serie no la vería. En realidad ni siquiera me gusta la televisión, y solo veo por internet lo que me interesa. Quizás por eso me cuesta más entender a quien dice que la serie es un bodrio, que no hay por dónde cogerla,…pero insiste en seguir viéndola.   

27 de octubre de 2015

Luchar por el amor

Creo que en todo el tiempo que llevo viendo PV, nunca había visto una declaración de amor tan……diferente!! Además de vehemente, sincera y valiente. Y lo mejor es que encima y probablemente sin proponérselo, Candela le ha devuelto las tornas a Severo y la pelota ha quedado en el tejado de éste.
La verdad es que esperaba, como creo que casi tod@s, una reacción de Candela, pero nunca de este calibre. Aunque quizás era previsible, porque ya sabemos que en el fondo es una mujer de arrestos, a la que no es fácil acobardar. Pero si al principio fue el miedo de volver a sufrir, pronto ello ha sido reemplazado por otro sentimiento igual de fuerte y limitativo: el de no querer hacer daño a otra persona. 
¿Cuál ha sido el detonante para que al final haya decidido luchar? ¿Las palabras de Lucas, el sentirse cobarde por no afrontar sus sentimientos, la frustración por haberse equivocado, la decepción porque Severo aparentemente la haya sustituido tan pronto,….?  Probablemente haya sido todo en conjunto. Pero me alegro que al final haya decidido ser egoísta y pensar en sí misma.
Llevamos meses y meses, por no decir casi años, viendo a Candela casi como un objeto decorativo en el Jaral, destinada solo a pensar en los demás, y resignada a su situación, sin plantearse otro futuro que el de ser la “viuda de ..”.  Pero al final el amor ha vuelto a llamar a su puerta y es su momento, el tren que no puede dejar escapar.
Y Severo tiene todos los ingredientes para sacarla de su ostracismo y convertirla en mucho más, aunque también es cierto que Candela es una mujer independiente que hasta ahora no ha necesitado a nadie para salir adelante. Sin embargo hay otros aspectos de la vida que le han sido esquivos, como el amor. No el de los allegados, amigos o parientes (que si lo ha tenido), sinó el amor romántico, el que hace estremecer, el que llena de emociones. Y Candela es aún joven para renunciar a ello y puede encontrarlo en Severo, un buen hombre, generoso, tierno y afectuoso, que seguro puede hacerla muy feliz. Que es además un hombre poderoso y con posibles, que aparte de darle seguridad también la colocará a la altura de la Montenegro. Y si todo lo primero me llena de satisfacción, lo último más aún.

25 de octubre de 2015

Historias que se apagan

Incluso en el mundo real, cuatro años pueden dar para mucho y muy variado, para ir a mejor o a peor, para que la vida sufra un vuelco total o siga todo igual. Y PV no puede ser una excepción si quiere seguir en el candelero.
Así hemos visto como durante este tiempo se han sucedido muchas historias, se han acabado unas, algunas han quedado inconclusas, y también han empezado otras. Pero de la original ya no queda mucho, salvo la incombustible Francisca, el Raimundo que da vaivenes de un lado para otro, D. Anselmo siempre apagando fuegos y Rosario relegada a escasos momentos de visibilidad. Y, por supuesto, Alfonso y Emilia. Los demás, incluidos los Mirañar, Mauricio y Mariana, han desarrollado otras historias, o están en ello.
Y se están abriendo paso otras historias que han de tomar el relevo, que se supone tienen el reto de devolver la ilusión de aquellos momentos que los que andamos más bien escasos ahora. O de aquellos que se han perdido por situaciones quizás no muy bien calibradas. Y entre ellos destacar la trama actual de Alfonso y Emilia, que como pareja, ya no sólo romántica, tiene toda la pinta de haber perdido la valoración de la que gozaban antaño. Por supuesto diferenciando a los dos integrantes porque, por separado, mientras el personaje de Emilia se engrandece, el de Alfonso va a sufrir para recuperar aunque sea un mínimo de credibilidad (si es que lo consigue alguna vez).
Entiendo que la intención era volver a dar visibilidad a estos personajes, pero se ha recurrido a ponerles ante una situación compleja, ya no solo en la ficción sino que también lo sería en la vida real. Porque una infidelidad puede ser perdonada, pero difícilmente olvidada. Y encima, y aunque nunca se puede admitir una justificación, mucho menos cuando (como en este caso) es tan poco consistente. Lo único de bueno de todo ello ha sido volver a ver en acción a una gran actriz como Sandra Cervera, capaz de imprimir a su personaje una gran fuerza. La de Emilia, una mujer fuerte y de carácter, que sabe hacer frente a la vida con determinación y coraje, que lucha con fiereza por los suyos. Y que no se deja hundir por la adversidad.

Francisca pierde una jugada

Últimamente tardo tanto entre un comentario y otro, que cuando vuelvo a encontrar un motivo para escribir ya ha sucedido algo en la serie que me ha hecho mudar otra vez de parecer al respecto de la misma. Un día me aburre y puede que al siguiente, o al otro, vuelva a encontrar motivos para pensar que aún es posible que algo se enderece, que algo parecido a las bonitas historias que me engancharon a esta serie pueden volver a repetirse. O puede que lo que suceda es que vuelva a desilusionarme y vuelta a lo anterior.
Sin embargo sigo ahí.
Porque si bien es claro que la serie ha cambiado, las historias de amor, odio, conflictos, desencuentros, traiciones,….son universales y no tienen edad, ni época, ni saben de clases sociales. Y estoy convencida que pueden volver a escribirse, por supuesto en la piel de otros personajes y en otro contexto, pero con la misma intensidad y fuerza que le pueden imprimir unos buenos guiones y unos no menos buenos actores. Y de éstos y éstas hay muchos en PV, de los antiguos y de los que se han incorporado en fechas más recientes.
Sin embargo también cada vez estoy más convencida que también es momento de hacer borrón y cuenta nueva, porque seguir anclados en el pasado solo puede generar apatía e inercia. Por lo que me parece una buena decisión el  introducir savia nueva, además de darle un giro a las tramas, manteniendo la esencia de la serie como son las historias de amor como eje principal, pero no único. Por cierto que no pretendo insinuar que además hayan de ser más amables, porque si no reflejaran situaciones verosímiles y realistas no tendrían ninguna credibilidad, pero sí sin llegar a extremos. Y quizás el toque de atención de la CNMC pueda ayudar a ello.
Pero mientras exista Francisca no va a ser posible este desenganche, porque es un personaje que ata al pasado, y además lo hace de manera que impide que las cosas se renueven. Evidentemente historias edulcoradas y sin conflicto no tendrían mucho recorrido, y es necesario que haya altibajos y situaciones casi al límite para darles intensidad. Pero lo de Francisca clama al cielo, porque ya aún antes de que vuelva a recuperar su dinero, ya sabemos que va a volver a ser con toda probabilidad este elemento distorsionador, la que va a volver a meterse por en medio y además arrasando con todo lo que se interpone en su camino. Vamos, la Francisca que no va a cambiar nunca, que se cree por encima del bien y del mal, que ha hecho de la mentira y del engaño su modus operandi , de la venganza su objetivo, que piensa que las personas son marionetas en sus manos, …..y que considera que todo mal puede ser perdonado, aunque se reincida una y otra vez. La Francisca que parece incombustible, que siempre acaba saliendo bien librada de todas las situaciones, como si por alguna razón tuviera bula (y no sólo en las tramas). Solo espero que la balanza esté ahora más equilibrada con Severo, que éste sea el contrapunto al disponer de la misma fortaleza económica y poder que la doña, aunque con la enorme diferencia en la maneras de entender la relación con la sociedad.
Y que la doña no va a cambiar ha quedado muy claro con su última jugada. Ni siquiera el supuesto amor que proclama por Raimundo ha podido con su egocentrismo, con su inveterada idea de que nada puede escapar a su control, con la seguridad de que su voluntad es ley y que todo el mundo ha de entenderlo así y aceptarlo. Pero lo peor es que parece estar segura que puede jugar también con los sentimientos y que los suyos están por encima. Sin embargo esta vez se ha equivocado, aunque la deriva de Raimundo en este tema no permita que nadie ponga la mano en el fuego por él. Pero lo ha traicionado con un tema muy sensible, además que deja en evidencia que sólo esperaba de él su compañía y cercanía, no compartir con él nada más.
Pero nadie se lleva de esta vida más que su cuerpo terrenal, es en lo que tod@s somos iguales. Y si existe un infierno, en el mismo las riquezas no tienen cabida. 

20 de octubre de 2015

¿Que pasa con Candela?

Creo que andaba equivocada. Los guionistas no pueden ser los mismos que nos deleitaron en otros tiempos con unas historias que consiguieron despertar pasiones. Porque el giro en que está inmerso la serie, optando por tramas con contenido calcado a tiempos pasados pero con mucha menos fuerza, con algunas secuencias que se persiguen dramáticas pero que al menos en mi caso ya no consiguen ni despertarme la más mínima emoción, me permite llegar a esta conclusión. Bueno, quizás no sea del todo exacto porque, a fuer de ser sincera, es cierto que Lucas y Sol si lo consiguen en alguna ocasión. Y de hecho, ahora mismo, creo que es lo más parecido (sino lo único) al PV que casi tod@s conocemos y al que casi tod@s nos enganchamos. 

Aparentemente han decidido desdramatizar tanto el serial que, salvo en algún caso puntual, el resto de lo que ahora acontece y a pesar de que es cierto que en algunos casos tiende a hacer sonreír, también está cayendo en el absurdo. 

Como en el caso de Candela.

Lo admito, puede que me esté volviendo muy exigente y quisquillosa, pero lo que al principio me hizo gracia, ahora ya no. No me gusta verla haciendo lo que dista mucho de ser su manera de proceder habitual. Por supuesto no es mi pretensión pedir que se tire de los pelos por la actual actitud displicente de Severo, que parece que ha encontrado recambio enseguida para ella, pero la actitud que muestra tampoco cuadra. Candela es una mujer que nunca ha dudado en coger al toro por los cuernos y hablar sin cortapisas, sin dejar nada en el tintero. 

Es cierto que con los años las personas tienden a ver las cosas de otra manera y, por experiencia propia, es cierto que se aprende a tomarlo casi todo con otra actitud. Lo que antes podía ser importante, ahora es posible que se vea de otro color. Por descontado no digo que un desengaño amoroso no pueda afectar lo mismo a un/a adolescente que a una persona madura, pero los años aportan experiencia para saber mejor cómo asumirlo. O no. 

Es así solo como puedo entender que Candela no se haya deprimido, pero tampoco comprendo que haya optado por tomar una actitud casi infantil, de continua rabieta y de salir huyendo de Severo, en vez de encararse con él y ponerle los puntos sobre las íes, de luchar por el hombre al que ama. También es cierto que es difícil pretender que haría yo en esta misma situación, porque es algo complicado cuando interviene otra mujer (o al menos esto es lo que parece) y Candela no es persona de hacer daño a nadie conscientemente. 

Pero esta trama ha conseguido impacientarme, porque no entiendo nada. No entiendo (ya lo he dicho antes) a Candela, no entiendo a Melisa y sus ansias de hacerse amiga de la confitera, pero especialmente no entiendo a Severo. Y no me gusta que, si podemos suponer que todo es una treta para hacer abrir los ojos a Candela, éste utilice métodos tan poco ortodoxos. Cierto que Candela tiene que superar sus miedos a volver a sufrir y solo lo hará cuando esté muy segura de que hay una esperanza para ella, pero por el camino que van no veo como podrá conseguirlo. Me parece una utilización burda de los celos y no me gusta para nada que la manipule. Ya lo dije en otra ocasión: creo que Severo (de ser ciertas las conjeturas de una trampa) está jugando con fuego. Y a veces esto puede acabar en un incendio de consecuencias desastrosas. O no.

19 de octubre de 2015

¿Que pasa con Severo?

¿Es posible hacer los guiones de dos o más series con una importante audiencia, y además hacerlo medianamente bien en todos los casos? No me gusta ponerlo en solfa, pero dándote una vuelta por la redes es fácil comprobar que no estoy sola y que ya empieza a ser una creencia general que ello no es del todo posible, que es algo que se cuestiona. Porque han crecido en intensidad las quejas, y no creo que sea hablar por hablar o porque es lo que se lleva en este momento, ya que hay opiniones de todos los colores. Pero todas con un denominador común: PV está perdiendo a marchas forzadas todo lo que la había caracterizado hasta ahora. Las tramas no están muy cuidadas, se producen incoherencias y situaciones surrealistas, se descuidan los detalles, se dejan tramas sin resolver y se destrozan personajes, lo que da en conjunto una sensación de improvisación. Sin olvidar que ahora ya ni siquiera apenas hay margen para la imaginación, porque se recurre cada vez con mayor asiduidad a situaciones y tramas totalmente previsibles que ya se han dado con anterioridad.
Alguien decía que para mantener a la gente pegada al televisor había que dosificar los buenos y malos momentos, haciendo curvas de intensidad de las tramas para que después de llegar al límite la resolución fuera más apoteósica. Pero, en mi opinión, últimamente estas curvas están siendo muy cerradas y cuesta abajo, con poco margen para encontrar alguna satisfacción al llegar a la meta. Así que creo que me voy a unir a la idea de que quizás ha llegado el momento de cerrar el quiosco, o mejor abogar por ideas frescas con guionistas nuevos.  
Sí ya sé, es reiterar lo que ya he dicho en otras ocasiones, pero lamento mucho que esta serie vaya en decadencia cuando me ha permitido pasar tan buenos ratos. Sin obviar que también ha sido una magnífica válvula de escape en tiempos convulsos. Pero ahora no me voy a poner a lamentar mis malos momentos, sino que quería hablar de otro personaje que también están dejando a los pies de los caballos: Severo.
Admito que no consigo entender que es lo que pretenden hacer entender con esta trama. ¿Se trata de que Severo es un veleta, que es incapaz de aceptar una derrota, que se cree con derecho a dar una lección, que es tan insensible que es incapaz de darse cuenta que está haciendo sufrir a Candela, que de pronto le ha entrado la extrema necesidad de tener compañía femenina,……?  Hasta ahora el hombre que habíamos visto, aún con la parte vengativa que le hace sumar puntos negativos, era un personaje que se había ganado las simpatías por su manera de hacer. Aparte de que también es quien supuestamente ha de sacar a Candela del ostracismo al que la tenían relegada en las tramas. Pero en el momento actual, el hecho de que se haya ido a Madrid y vuelto a los dos días (literales) con una mujer a la que ahora pretende presentar como la mujer de su vida, a la que trata como si llevaran años conociéndose, es demasiado inconcebible, demasiado indigesto. Especialmente cuando además se podría llegar a intuir que se trata de una treta para hacer reaccionar a Candela, lo que añade más leña al fuego. Nadie hace sufrir adrede a quien dice querer, cuando además no hace ni dos semanas proclamaba al pie de la cama de una convaleciente Candela que la amaba con toda su alma. ¿Es tan fácil mudar de sentimientos?
Evidentemente tod@s suponemos que al final ésta será la elegida, basada además en pruebas tangibles. A menos que la foto que circula desde hace semanas por las redes sea también un sueño (a estas alturas nadie se puede fiar de las intenciones de los responsables de la serie, que en más de una ocasión han dejado creer cosas que después no son). Y entiendo la impaciencia de much@s (porque también la comparto) para que esta situación llegue ya a materializarse en un romance serio entre Severo y Candela, básicamente porque ya llevamos más de siete meses de acercamiento y lo máximo que hemos visto es un par de abrazos amistosos, sin pasar ni siquiera al tuteo. Tampoco se trata de que pasen al otro extremo, porque además no cuadraría con el grado de madurez de ambos (cosa que ahora se puede poner en duda a tenor de la manera de comportarse de los dos), pero es que aparte de la extrema lentitud con que se està llevando este tema, meternos a una tercera cuando aún no existía nada en firme es demasiado para el cuerpo. Y cuando con otras parejas si han puesto la directa.
Cierto que cada pareja es un mundo y no todas las relaciones pueden resolverse de la misma manera. Y es bueno que no se precipiten, que hagan las cosas a fuego lento y seguro, pero .... pero ni tanto, ni tan poco....
Por cierto, y hablando de directas. ¿Seguro que no van a repetir el mismo error con el personaje de Bosco? Cierto que Berta está a años luz de Inés, pero da la impresión de que el hombre se ha consolado muy rápidamente y que pueden más sus instintos primarios que los supuestos fuertes sentimientos que decía tener por su esposa. Me temo que si van por este camino Bosco está irremediablemente perdido como personaje, añadiendo que además si su relación con Francisca sigue por los mismos cauces, ello además también le hace parecer bobo e insensible. Demasiado para poder recuperarlo. 

16 de octubre de 2015

El ciclo de la serie

Llevar la administración (aunque sea de manera compartida) de varias páginas de Facebook y además un blog propio, y que todo ello esté activo mínimamente, es una ardua tarea que no siempre es posible llevar a cabo con buen término. Pero si además le añadimos que la serie no está precisamente para echar cohetes y que es difícil encontrar algo a lo que agarrarse, aún hace más complicado todo. Quizás es por esto que este blog ha acabado convirtiéndose en un lugar al que solo me acerco ocasionalmente, porque admito que no hay casi nada que me motive a seguir escribiendo. 
No reconozco a esta serie. Evidentemente, como todo en la vida, las cosas tienen un ciclo (igual que las tramas) y hay que renovarse, pues de lo contrario se puede caer en la monotonía. Pero una renovación, en mi opinión, exige también ver cosas nuevas, algo que considero que en PV no está sucediendo. Cierto que hay parejas nuevas y nuevas situaciones, pero asistimos a un deja vû continuo (y no me refiero sólo a los fastidiosos flashbacks con los que nos bombardean), y con situaciones totalmente previsibles por haber sido ya utilizadas en otras ocasiones, aunque sea con distintos personajes.
Realmente me da la impresión que están dejando languidecer la serie. Es verdad que esto no se puede corroborar con los datos de audiencia que siguen siendo muy buenos, pero creo que alguien tendría que preguntarse por qué y a pesar de ello, esta situación no se refleja en las diferentes páginas y foros que existen en las redes sociales y que podrían ser un termómetro de lo que se cuece. No voy a apelar al recurso de la nostalgia, porque ya hace tiempo aprendí que nada es eterno, pero creo que no estaría de más que los responsables se dieran una vuelta y podrían comprobar que lo que en otros tiempos era un bullir de comentarios, ahora es casi un desierto. Solo hay unas pocas páginas con una cierta actividad, pero que han de hacer auténticos malabarismos para seguir en la brecha.
Pero yendo a la serie y las tramas actuales. Reconozco que no estoy muy al día en tema de telenovelas del tipo de PV, que se podrían encuadrar más bien en el género de drama que en el de comedia. Y quizás por ello me cuesta entender la deriva de todo, con pocos motivos de alegría y mucho de sufrimiento de los personajes. Es por esto que no me voy a privar de expresar mi creencia de que algo más dosificado, que no se diera todo al mismo tiempo, estaría bien.
En este momento es difícil encontrar una pareja (porque entiendo que básicamente de esto trata la serie: de relaciones de parejas) que aporte algo de alegría o de lo que en otros tiempos era la esencia de la serie (y repito que no creo en la nostalgia, aunque parezca lo contrario). Es cierto que los guionistas no son infalibles, que pueden equivocarse como todo el mundo y que es difícil que puedan saber de antemano que va a gustar y que no. Evidentemente son un equipo, pero considero que se basan igual que todo el mundo en apreciaciones personales, que pueden o no coincidir con lo que desea el público que ve la serie. También es cierto que en todo lo largo de este tiempo de emisión se han introducido personajes que han funcionado y que lo han hecho con gran éxito, y esto, aunque sea decir algo evidente, también es obra de los guionistas. Y, por cierto, también del equipo de cásting, que también tienen mucho que ver.
Pero ahora mismo la serie parece un campo de batalla más que otra cosa. Y personajes hasta ahora muy valorados están viendo como ello se está perdiendo, en algún caso incluso se antoja irremediablemente, por tramas llevadas al límite (caso de Alfonso y Bosco. Aunque a este último parece que quieren darle otra oportunidad). En otros se ha perdido la ocasión de darles un giro que permitiera hacerlos más digeribles, como es el caso de Francisca, pero parece que este personaje va a volver a las andadas con renovados bríos. Lo que admito, la única cosa que me produce es fastidio, aún antes de que ello suceda. Y ya no hablo de los que directamente han hecho mutis por el foro, como Mariana y Nicolás…..
Dejando aparte el caso de Lucas y Sol, que parece que va camino de solucionarse para regocijo de tod@s, y que quizás es la única trama que, en mi opinión, tiene coherencia, considero que el caso más flagrante de lo que digo es el de Severo y Candela. 
Me duele (si, ya lo sé, es un sinsentido) lo que están haciendo con ambos, convirtiéndolos ahora en dos personajes poco creíbles. No es posible que el despecho haya lanzado a Severo a los brazos de una total desconocida, y que además en dos días (literales) haya establecido con ésta unos lazos que con Candela, aún a pesar de los meses que llevan de confidencias y del supuesto amor que ha dicho profesarle, no hemos visto aún: tuteo, cariños,…….. Por no hablar de su insensibilidad desconcertante, que no cuadra con el hombre que conocemos.  
Por otra parte el destrozo que hacen con Candela no se queda atrás. Quizás pretendan librar a esta trama de elementos dramáticos y darle un toque más ligero, pero tampoco cuadra con ella la actitud que le han hecho adoptar, más de una chiquilla enrabietada que la de una mujer madura y de carácter, que no se deja embaucar por las apariencias. En mi opinión lo lógico (que no suele ser lo que es habitual en las tramas) es que Candela primero se hubiera deprimido y después se hubiera rebelado, no permitiendo que Severo se hiciera con conclusiones que distan mucho de ser ciertas. Porque una cosa es tener buen corazón, y otra es dejar escapar la oportunidad de ser feliz por razones estúpidas (lo siento, es la única palabra que se me ocurre).
Por cierto, aún no se sabe si al final todo va a ser una treta de Severo. Pero si lo es, es para matarlo, porque no se puede jugar con los sentimientos de nadie y menos con los de una persona que ya ha tenido en su vida dosis más que suficientes de sufrimiento .  

14 de octubre de 2015

Un juego peligroso

Me cuesta creer el cambio tan brusco de actitud de Severo y de que se haya convertido en alguien tan frívolo e insensible.
Después me digo que esto es evidente que tiene una finalidad, porque de otra manera sería un destrozo para un personaje que han cuidado hasta ahora. Sin embargo este propósito, que no puede ser otro que dar celos a Candela para que luche por el amor, me parece que no está muy calculado en cuanto a las consecuencias. Admito que, de darse en mi caso y aunque quizás podría perdonarle algún día, de entrada me iba a cabrear, y mucho, que jugasen con mis sentimientos.
Y creo que esto es lo que se puede esperar de Candela. No es una mujer dócil, que se deje avasallar ni permitir que la utilicen, así que creo que Severo está jugando con fuego.
De hecho me parece que la actitud de éste incluso se podría catalogar de un tanto machista, cosa que no cuadra en absoluto con el hombre que conocemos. Tampoco cuadra que tenga el aspecto de pretender dar una lección, cuando seguro que no se trata de esto, ni por supuesto de devolver las tornas. Pero lo peor de todo es que lo está llevando tan al límite como para dar la sensación de insensibilidad al darle en las narices a Candela con una pretendida conquista que le ha hecho olvidar en dos días todo lo que no hace mucho le dijo al lado de su cama, ni todos los meses que han compartido confidencias e incluso algún ocasional abrazo.
Porque en realidad Melisa no le llega ni a la suela del zapato a Candela, y Severo no puede estar tan ciego como para ignorarlo.
Solo espero que esta situación no dure mucho. Hacer sufrir a alguien, aunque sea por amor, no es algo que sea justificable. Y mucho menos en el caso de Candela, que ya ha padecido bastante como para que un simple error de cálculo, que no le dio tiempo a enmendar, venga a volver a poner su vida otra vez patas arriba.  

11 de octubre de 2015

Sobre determinadas escenas

Aun a riesgo de aparecer como una mojigata, diré algo (bueno más bien escribiré algo). Por supuesto el tema del que pretendo hacerlo no tiene como intención el de censurar a nadie, porque cada persona es libre de desear, pensar, decir lo que crea, al menos en este lado del planeta. Igual que yo puedo tener mis opiniones sobre un tema concreto.

Reconozco que ya hace tiempo le daba vueltas al tema del sexo en PV, y en general en todas las series, pero nunca me había decidido a abordarlo. Sin embargo después de ver unas declaraciones de una conocida periodista, me he dado cuenta de que coincido plenamente con ella. “Me he agotado. Tanto y tan explícito, tan igual, clásico o salvaje, tan romántico e insulso, tan malvado, sado, monetario, carcelario, lésbico, vampírico… Tanto, tanto, que lo que me sorprende no es el fornicio,………” El resto es de mi cosecha, pero es lo mismo que dice ella…. “si no sus protagonistas”. 

Lo dicho, debo ser un bicho raro porque yo también me he cansado de este tema, y además he descubierto que tampoco necesito escenas más o menos explicitas de erotismo o sexo para emocionarme, mucho menos cuando el deseo carnal sea el detonante. Una escena romántica entre dos personas entre las que fluyan unos sentimientos fuertes, en la que la ternura y el amor lo inunden todo, también pueden llevarme a conseguir este mismo estadio emocional. Sin embargo admito que algunas escenas del primer tipo, hechas con delicadeza y sin morbosidad, también pueden lograr este efecto en el ánimo, a pesar de que no siempre sean estrictamente necesarias. Solo es un recurso que cada vez parece más inevitable y por ello más frecuentemente utilizado, aunque no siempre funcione (o sino que se lo digan a Alfonso). 

Así que desde aquí dejo constancia de que no es mi intención pedir escenas de este tipo entre las parejas que más llaman mi atención. Ni jaralgozos, ni quintagozos, ni nada por el estilo…..Me basta con ver a mis parejas preferidas viviendo su amor con intensidad, abrazándose y besándose, …y por encima de todo siendo felices juntos. 

Luchar por la dignidad

¿Quién recuerda al Lucas amigo de Aurora, el que llegó a PV para ayudarla a salir del pozo en el que se encontraba por obra y gracia de las malas artes de Francisca, pero también para ser, de alguna manera, el tercero en discordia en la relación de la chica con Conrado? Pero bueno, no creo necesario remover esta historia porque, además de que ya forma parte del pasado, el personaje de Lucas, aun conservando su esencia, ya no parece el mismo. El médico que admito que ya entonces se ganó mis simpatías, ahora tiene su propia historia y está consiguiendo hacerse con la consideración de gran parte de la audiencia, aupado por su preciosa historia de amor con Sol.  
Porque considero que esta vez han acertado con la compañera que le han destinado, y que queda fuera de toda duda que con ésta si comparte una química muy especial, por lo que pueden traer muy buenos momentos a la serie. Además son dos personajes con personalidades muy marcadas que, individualmente y en mi opinión, también están bien construidas.
Sol es una mujer fuerte, marcada por un duro pasado que, aunque a ella le cueste dejar atrás, parece que por parte de la gente ha quedado superado, probablemente motivado en parte por su dedicación, su buen corazón y su empatía con sus convecinos. Es alguien que podría haberse acomodado a la buena vida, pero que lejos de haberse convertido en la típica señorita ricachona y ociosa, que hace su vida al margen de las clases sociales inferiores (algo bastante común entre los terratenientes con poder) no ha mostrado ningún reparo en mezclarse con el pueblo, e incluso arremangarse para ayudar. Sol también podría haber sido perfectamente una persona amargada, con el corazón endurecido, resentida con la vida y con quien la ha llevado a esta encrucijada que marcó su adolescencia y juventud, pero ha vencido en ella la persona que subsiste en su interior, la que nació y vivió sus primeros años en el seno de una familia feliz, la que adquirió cultura y estudios, la que fue amada…. Y la que vuelve a serlo, no sólo por Lucas, sino también por un hermano que la adora. E incluso diría que ahora también por un amigo, Carmelo, con el que está adquiriendo un grado de complicidad formidable, igual que con Gracia o Candela. Pero en Sol los deseos de venganza no adquieren el tono que tienen con su hermano, y aunque no parece muy dispuesta a olvidar ni a perdonar a la Montenegro por lo que le ha hecho a ella y a su familia, no da la sensación de estar muy por la labor de hacérselo pagar. Sin embargo, y en honor a la verdad, tampoco se interfiere en los planes de Severo para con Francisca. O al menos no lo hace sino solo para poner un poco de cordura.
Apuesto, extrovertido, simpático, de mente abierta, buena persona, generoso, amigo de sus amigos, tierno y cariñoso con la mujer a la que ama…. pero también un médico vocacional, entregado a su profesión y a sus pacientes. Esto y mucho más es Lucas. Sin embargo estos días estamos descubriendo más cosas de él. De que es una persona íntegra no había ninguna duda, pero ahora es algo que ha quedado demostrado con creces porque ante la disyuntiva de escoger entre su libertad y su dignidad no ha dudado ni un momento. Venderse a cambio de conseguir la libertad con deshonor no entra en su manera de proceder, sabiéndose además víctima de una injusticia. Quizás no sea la decisión más sabia o la más práctica en su situación, pero es la única decisión que puede tomar una persona que valora más su honor que lo que pueda pensar la gente de él. Y cuando la verdad salga a la luz (que saldrá), muchas personas se darán cuenta de que tienen entre ellos a alguien que merece toda su admiración pero a la han tratado de manera vergonzosa. Y Sol podrá estar muy orgullosa (más si cabe) del hombre que ha escogido para pasar el resto de su vida. 

8 de octubre de 2015

Cuatro meses

Principios del mes de junio. Los bienes de Francisca son embargados y queda en la ruina.
Han pasado cuatro meses y la vida sigue en PV sin que ella haya intervenido para nada. Incluso Severo ha tenido tiempo de hacer otras cosas y vivir otras situaciones, aparte, claro está, de no perder nunca de vista a la Montenegro. La gente sigue con su día a día, las historias su curso al margen de ella, sus empleados encontraron otros trabajos, y casi nadie parece echarla en falta. Diría que incluso la mayoría se han sentido aliviados con su supuesta muerte.
Vale si, algo ha cambiado. Bosco ha vuelto al redil, lo que me parece un enorme despropósito porque al mismo tiempo ha perdido la posibilidad de recuperar protagonismo. De hecho y viendo a los tres hombres, Raimundo, Mauricio y Bosco buscar a la doña, una no puede estarse de preguntar qué es lo que se espera de ellos, porque la evidencia es que todos penden de un solo personaje. Ahora mismo sin Francisca ninguno de los tres tiene nada que hacer, y aún con ella, y en mi opinión, su papel respectivo no tiene ningún interés.
No voy a negar que ahora mismo la serie me aburre. De hecho si no fuera por Severo y Candela, Lucas y Sol, y poco más, creo que ya habría tirado la toalla. Y ello a pesar de que ninguna de las parejas está actualmente en un buen momento.
Pero cuatro años de fidelidad a un producto televisivo creo que ya son muchos y empiezan a pasar factura. Porque además estoy viendo que, de alguna manera y a pesar de algunas protestas tímidas (que por otra parte la mayor parte de las veces parecen caer en saco roto), nos hemos instalado en la conformidad (y en ello me incluyo) y aceptamos pulpo como animal de compañía. Situaciones que se repiten, tramas con un final totalmente previsible, otras que se dejan sin resolver y pasan directamente al olvido, muertos a doquier y malos que se libran mientras los buenos lo pasan mal por cosas que no han hecho……sin olvidar a los personajes que se están quedando en el camino, destrozados por tramas que se me antojan absurdas o simplemente relegados a un segundo o tercer plano.
Sin embargo aún conservo una pizca de interés por lo antes mencionado y es por ello que me niego a aceptar que las cosas ya no pueden cambiar, que esta rutina establecida es la única que puede seguir siendo factible,….que por ejemplo, y tomando el más flagrante de éstos, que el destino de Francisca no se vea de otra manera que de la derivada de superar una y otra vez lo que a un simple mortal le es vedado (incluidos los daños físicos, ya que más bien la hacen parecer una supernena) y hacer lo que mejor se le da: vivir para la venganza, dañar (o directamente acabar) con el que se cruza en su camino, y abducir a todos los que están en su entorno. De hecho creo que la lógica está reñida con todo esto, solo para dar realce a un personaje que considero caducado. Por ello cada vez que leo que sin Francisca la serie no tiene sentido, siento que es solo lo que han conseguido que la gente acabe creyendo a fuerza de ir diciéndolo. Por supuesto no pretendo censurar a nadie por ello, porque cada cual es libre de creer lo que quiera y no estoy yo para enmendar la plana. Solo es mi opinión, que no tiene por qué coincidir con nadie. Pero reivindico mi derecho a pensar de esta manera, que por otra parte es una convicción total. Por cierto, basada en hechos probados ¿Cuántas veces a lo largo de este tiempo se ha marchado un personaje que se consideraba insustituible? Y la serie sigue ahí, con magníficos datos de audiencia.  
Por descontado acepto que en toda serie ha de haber dos partes contrapuestas porque de lo contrario no tendría vida, pero ¿cuatro años de lo mismo y sin variar un ápice?  

7 de octubre de 2015

El comienzo de una historia

“Si usted encuentra a una mujer que puede obtener todo lo que necesita por sí misma, y usted no está listo para agregar valor a su vida… Sólo admírela desde lejos y no interrumpa su grandeza”
No sé de quién es la cita, ni siquiera si lo es o se trata solo una reflexión. Pero me ha parecido interesante tomarla para introducir este comentario sobre la incipiente relación de Severo y Candela.
A veces una escena inconclusa puede llevar a sacar conclusiones precipitadas, porque no siempre es lo que parece. Y así ha sido con la del rechazo inicial de Candela a Severo, por lo que es necesario verla completa para hacerse una opinión.
Creo firmemente que Severo puede agregar valor a la vida de Candela, así como ella a la de él. Porque Severo sabe ver en ella no solo a la mujer, sino a la persona en toda su extensión. No a su media naranja, sino a una entera. Porque ha aprendido a valorarla, respetarla y aceptarla como alguien con criterio propio y con una mente clara y despierta. Porque ha aprendido a admirarla por su coraje y afán de superación, algo que la ha ayudado a levantarse y aprender además a valerse de sus propios recursos para salir adelante. 
Pero Severo falla en algo. En el tema del amor se antoja una mezcla de adolescente inmaduro y de adulto poco preparado para estos temas, por lo que ha ido a Candela tan seguro de la respuesta que ni siquiera parece haberse planteado que ella también tenía algo que decir. Y encontrarse de pronto que se le desmonta todo por las reticencias de ella, por el miedo a que no funcione su relación y volver a sufrir, ha sido superior a su capacidad de asumirlo. Es aquí es donde empieza a fallar, en mi opinión. Su reacción va en la dirección contraria a la que creo que tendría que ir, pues ni siquiera ha hecho el amago de luchar, de hacerle ver a Candela que su amor, el que le dijo al lado de su cama que siente por ella con toda su alma, va a vencer todo lo que se interponga entre ellos.
Y por descontado no me gusta esta impresión de que es capaz de cambiar de sentimientos como de camisa. El tierno, dulce, afectuoso y enamorado Severo parece transmutarse en otra persona mucho más superficial, incapaz de vencer su contrariedad y de hacer el intento de entender las razones de Candela, sean estas equivocadas o no. De hecho tampoco hay margen de duda, porque ella ha sido completamente franca en sus razones.
Pero Candela también ha fallado. Quizás no ha calibrado muy bien el tema de las visitas, consejos y cercanía que le ha brindado a Severo. Que no son más que producto de lo que siente su corazón, pero que no ha querido admitir hasta el momento. Sin embargo entiendo lo que siente ahora, y entiendo el miedo a volver a tener que pasar por lo mismo que ha sufrido anteriormente. Pero no acepto aquello de que la historia se repite, porque no tiene por qué ser así, al contrario, pienso que si se llama a los malos augurios es posible que acaben llegando por la misma actitud negativa. Si por el contrario se impide que lleguen a afectar, la posibilidad de esquivar una hipotética mala suerte es mucho mayor.
Sin embargo dicen que el amor todo lo puede. Y ellos también podrán. Porque están descubriendo que lo que sienten ha calado hondo y ya no hay salvación posible.
Pero lo mejor es que con ellos se adivina una posible y preciosa historia de amor entre un par de personas en la madurez de la vida, que saben muy bien a lo que se enfrentan pero que aún conservan la frescura de los adolescentes, a pesar de la dura trayectoria de sus respectivas vidas. Una historia distinta, no de melodrama cursi, sino de amores con un lenguaje diferente.
Porque ellos son diferentes.
Y no lo dejo sin hacer referencia a lo mejor de todo este tiempo, que esperamos que sea solo el principio de otros grandes momentos: las escenas de Severo al lado de la cama de Candela. Cuando Severo se ha dado cuenta realmente de lo que Candela significa para él al enfrentarse al miedo a perderla para siempre. Cuando la ha cuidado con mimo, una ternura infinita y una dedicación hasta más allá de sus fuerzas. Cuando ha sabido realmente cuales eran sus sentimientos hacia ella y le ha dedicado una impresionante declaración de amor.
Momentos que te reconcilian con la serie, a pesar de todos los altibajos que es claro que esta pareja va a tener que superar. 

6 de octubre de 2015

En caída libre

No soy ni de lejos alguien que sepa de crítica de cine o televisión, ni siquiera puedo pretender sentar cátedra por lo que escribo, ya que lo que pongo en palabras es lo que siento y por lo tanto es solo la opinión personal desde la óptica de un espectador corriente, sin entrar en otras valoraciones.
En realidad creo que esto da mucha más libertad, aunque lo cierto es que he de admitir que tampoco me siento capaz de meterme en la psicología de los personajes y buscarles las vueltas del porqué de tal o cual actitud, o ponerlo en otro contexto que no sea el que se visiona en pantalla, sin ir más allá. Por supuesto antes de escribir nada intento entender a cada personaje, pero no es fácil dejar de lado la opinión personal sobre cada tema o situación.
Así que, dejando sentadas estas bases, he de reconocer que la actitud de Alfonso me supera, incluso en el momento actual consigue provocarme daño a la vista en algunos momentos (prefiero decir esto a algo peor). Si, lo sé, es irracional, pero creo que han ido demasiado lejos y tampoco lo están arreglando ahora. Supongo que cuanto más alto está alguien, más dura es la caída, y creo que esto lo que ha pasado con este personaje.    
Evidentemente la situación entre Alfonso y Emilia no es que sea ajena a la vida real, y que esto no suceda en algunas parejas, con resultados dispares en su resolución. Incluso a veces desgraciadamente ya no sólo con una ruptura, si no yendo mucho más lejos. Pero no voy a entrar en ello.
Antes de continuar he de puntualizar que mi valoración sobre el personaje de Alfonso no está fundamentado en la solidaridad femenina, porque si la culpable de la situación fuera Emilia tampoco me dolerían prendas. Pero no es el caso, o al menos así lo creo.  
De hecho considero que Emilia es la única que hace algo para salvar lo que parece abocado al fracaso: salvar su matrimonio. Dejando incluso que anide en ella la duda de si tiene parte de culpa en lo que sucede, cuando tod@s sabemos que no es así. Claro que ella no sabe toda la verdad, la que nosotr@s conocemos, y así tampoco es fácil llegar a una conclusión. Como, y a pesar de que Emilia es una mujer con ideas algo avanzadas a la mentalidad de la época, tampoco puede sustraerse totalmente primero a su naturaleza, y después a lo que se espera de una mujer en 1922, ya que esta situación no se puede mirar desde la óptica actual pues el papel de la mujer tampoco es el mismo.    
Pero Alfonso es el que lo está haciendo muy mal. No sólo por su infidelidad, que no admite ninguna justificación más que por motivos carnales (lo que lo hace doblemente culpable), sinó por su cobardía al no ser capaz de dar la cara, a su manipulación de Emilia con la reafirmación de un amor que ahora es cuestionable, y a su huida hacia adelante esperando que las cosas se solucionen por si solas. Cosa que en contadas ocasiones sucede.
La verdad es que ha de suceder algo muy gordo para que Alfonso recupere la credibilidad. Y por ahora, nada hace suponer que pueda hacerlo.  

3 de octubre de 2015

Critica y razones

Criticar es muy fácil y no siempre está respaldado por la razón. Incluso es posible que en ocasiones influyan más los sentimientos que otra cosa. Pero también es cierto que si no se cuestionase nada, la humanidad aún estaría en la época de las cavernas. Creo que es bueno conocer otros puntos de vista y valorar lo que se puede extraer de ello, eso sí, siempre y cuando no evidencien como único fin el de llevar la contraria.
Y no es esto lo que pretendo al cuestionar algunas cosas de la serie, aunque admito que es posible que mi desconocimiento sobre cómo funciona la mente de un guionista, o las razones que le llevan a aparejar tal o cual situación para un personaje, me pueden llevar a veces a conclusiones equivocadas. También es posible que el hecho de que tengan que crear a marchas forzadas debido al formato diario de la serie, hace que no puedan valorar mucho las situaciones en las que meten a los personajes, y que a la larga éstas puedan llegar a antojarse incongruentes, paradójicas o directamente increíbles para los espectadores.
Como evidentemente tampoco puedo pretender que sean capaces de contentar a todo el mundo, pero creo que, por ejemplo, cuando exista una opinión unánime no sería mucho pedir que se valorase. Por supuesto entendiendo que también puede ser algo complicado, teniendo en cuenta la anticipación con la que ruedan las escenas antes de que lleguen al público.
Y como creo que ya me he “excusado” lo suficiente, voy al motivo de este artículo.
La verdad es que la trama del secuestro de Francisca me ha traído un montón de cuestiones para poner sobre el tapete.
Empecemos por el principio.
Raimundo se va a Fuerteventura supuestamente a ver a un amigo moribundo, aunque en realidad su principal propósito es agenciarse unas joyas. Ni se las da su amigo, ni la procedencia de éstas es lícita, ya que las sustrae de alguien que a su vez parece que las ha robado. Pero además de todo ello se desprende que Raimundo conoce al Alemán, un supuesto y conocido delincuente. ¿Qué clase de tratos tuvo con él mientras estuvo desterrado en las islas?
Francisca escribe a Fuerteventura y recibe contestación de manera inmediata. Entre esto y la aparición del Alemán no pasa mucho tiempo. Pero la pregunta es ¿cómo es posible que el hombre, que presumiblemente no ha estado jamás en PV, llegue y a renglón seguido haya podido encontrar un zulo lo suficientemente seguro como para que ni siquiera Mauricio o Bosco, que conocen el bosque como la palma de su mano, puedan encontrar?
Sobre las joyas. Se supone que su entrega como garantía tenía que ser un tema que no trascendiese del ámbito judicial. Cierto que hay excepciones como Severo, para el que esto no es problema porque tiene contactos en la judicatura que le ponen al corriente. Pero que sea del dominio público, es algo que siempre me ha parecido muy difícil de tragar. ¿Raimundo las ha traído de Fuerteventura camufladas, para que después ello sea gritado a los cuatro vientos?
¿Cuándo ha sido que Severo le ha dicho a Bosco que las joyas son robadas? O yo estaba en otra dimensión y no me enteré (también es posible), o no ha sucedido. Que yo recuerde solo lo saben Carmelo y Candela. Y quizás Sol. No creo que Severo sea tan imprudente como para ir pregonando por ahí este tema.
Y lo último, algo que no es una pregunta sino un tema que pone en muy mal lugar a los “tres mosqueteros” (si es que ello es posible que suceda aún más). Raimundo pide discreción a los otros dos para que nadie sepa en lo que andan metidos, pero no han pasado ni unas horas y todo el mundo ya los ha visto dando tumbos por el monte, buscando algo desesperadamente. Evidentemente esto no es una actitud normal.
Además hay otras cosas. Si Severo no tuviera la cabeza en otro sitio y con él Carmelo, no tardarían en atar cabos entre Raimundo y el hombre encontrado muerto, que ya se sabe que es alguien fichado por la policía de Fuerteventura y al que no parece que se le haya perdido nada en un pueblo perdido en la península, salvo cuando existe la casualidad flagrante de que Raimundo también tenga relación con la isla (cosa que por cierto ya ha llamado la atención a la guardia civil). Ah, por cierto. ¿Alguien piensa que Hipólito no se ha dado cuenta de lo de los mapas? Y aprovecho para decir que empieza a molestarme la actitud de Mauricio con él, de hecho ha dejado de hacerme ninguna gracia.