30 de noviembre de 2016

El rumbo de La Quinta Miel Amarga

Alguien en un comentario decía que tenía la sensación que, de manera gradual, estaban por la labor de ir vaciando de contenido a la trama de La Quinta, como antes lo hicieran con la de El Jaral. Y a día de hoy, a la vista de la situación, comparto esta sensación más que nunca.

Primero fueron los cuadros, objetos y muebles,….y después la armonía familiar, que se ha ido diluyendo con la desaparición una a una de las mujeres de la casa. No hace ni dos meses que en La Quinta aún se respiraba felicidad, y el futuro (a pesar de los problemas económicos que arrastran injustamente desde hace tiempo) se presentaba cuando menos esperanzador, con tres parejas felices, un bebé que alegraba la existencia y otro en camino.

Ahora, casi tan vacía como sus desangeladas estancias, La Quinta sobrevive apenas a los reproches, malentendidos y sufrimiento de sus habitantes. Y no parece que en un futuro próximo esto vaya a cambiar, si acaso a peor. Porque el panorama es desalentador: Carmelo y Lucas viudos, y Severo llorando a su hermana y con su esposa y su bebé nonato debatiéndose entre la vida y la muerte. Además a todo ello hay que sumar la falta de entendimiento y el distanciamiento entre los tres hombres, cuando en realidad va a ser ahora cuando más se necesiten mutuamente.
¡¡Pero parece que la máxima de que “el sufrimiento vende” funciona!! En realidad no deja de sorprenderme que a pesar de las quejas cada vez más abundantes, del desánimo visible y creciente en las páginas de las redes sociales, de la voluntad manifestada por muchos y muchas de dejar de ver la telenovela por su continuada tendencia a las desgracias, ésta no pierda fuelle y aún haya días que crezca en número de visionados. Cosa que, por descontado, no puede menos que alegrarme, más que nada por los actores, que merecen seguir en el candelero a pesar de unos guiones cada vez más absurdos y repetitivos, que sin embargo ellos y ellas defienden con total profesionalidad y acierto en casi todos los casos.

Pero volviendo a La Quinta y, como decía antes, el que parece su camino inexorable hacia el abismo…, a menos que suceda algo que enderece el rumbo que ha tomado esta trama.

Antes que nada he de admitir que lo que más me revienta es ver cómo la responsable de buena parte de lo que acontece a esta casa sigue una y otra vez volviendo a levantar cabeza, sin perder su poder y su altanería. Como si por algún motivo fuera intocable o estuviera blindada. Y en cambio, y aun conociendo la responsabilidad de Francisca en casi todo lo que pasa a los habitantes de La Quinta, éstos no puedan hacer nada para revertir su propia situación. Incluso se llega a insinuar que la muerte de Sol pudiera tener que ver con ella indirectamente, pues el veneno podría ir destinado a la la doña) De hecho parece como si todos los desmanes de Francisca hubieran pasado a otra dimensión y nadie se acordara de ellos. ¿Por qué, por ejemplo, se molestaron en dar unas características especiales al hombre que adulteró las vacunas, si después no se ha hablado más de ello? Y esto es sólo una de las múltiples ocasiones en las que se ha dado algo parecido, y que después ha quedado sepultado en el baúl del olvido.

Solo queda un pequeño resquicio para la esperanza. Aunque, en caso de que haya alguna posibilidad de que salgan del pozo en el que están sumidos, también es de suponer que va a tener que pasar mucho tiempo antes de que en La Quinta se pueda volver a respirar algo de paz. Pero algún día Candela va a volver a abrir los ojos y va a traer al mundo a su pequeña, Severo va a conseguir recuperar su imperio, Lucas se marchará a cumplir su sueño, aunque lo haga derrotado por la muerte de su esposa, y Carmelo puede que consiga tranquilizar algo su conciencia (aunque seguro que la muerte de Leónidas le va a pesar toda la vida) y volver a empezar, quizás con la ayuda de Adela.  

Y a estas posibilidades me agarro para creer que La Quinta aún puede dar momentos interesantes, que no está todo perdido.
Y Adela puede ser un revulsivo. Una maestra, una mujer culta, que lucha por unos ideales y que cree en el poder de la cultura…que tiene muy claro que solo a través de llevarla a todo el mundo se puede construir un país libre. Ella misma lo ha dicho:

“Nuestros capitostes no son tontos. Saben que un país instruido es más difícil de someter”

Por cierto, muy interesante descubrir esta parte de nuestra historia. Con Giner de los Ríos, creador de la Institución Libre de Enseñanza y de las Misiones Pedagógicas, y que fue un importante impulsor de la modernización de la enseñanza, con una visión universal del derecho a la educación.

Recojo un fragmento que explica su obra:

“Giner y sus seguidores, hicieron de ella (de la ILE) un hogar de paz, pensamiento libre, nuevas ideas y respeto mutuo. Estaba destinada a ser una de las mayores fuentes de renovación, pero sólo a través de su ejemplo, sus logros, sus publicaciones y sus discípulos, porque decidió rechazar el apoyo estatal y abstenerse de tomar partido en la lucha política, aunque los maestros, familias y niños, cada uno individualmente, tenía libertad para asociarse y ayudar a su religión, partido o doctrinas profesadas”

Lo admito. Me gusta esta línea de trama, y por ello daré un voto de confianza a los guionistas. Porque si bien nace compleja, puede llegar a ser muy interesante. Aunque también hay que decir que la petición largamente expresada por muchos y muchas de permitir que Carmelo tenga visibilidad propia, es un plus añadido. Como que podamos disfrutar del buen hacer de Raúl Peña, injustamente relegado en los últimos tiempos a un papel casi invisible. 

28 de noviembre de 2016

Adiós Sol, hola Adriana !!

La hipocresía y la doble moral de la sociedad, el diferente rasero en cuanto a la condición femenina se refiere, el estigma que supone salirse de las normas establecidas, la presión de los estamentos religiosos y caciquiles, el ser el punto de mira de las habladurías,…..a todo esto se ha tenido que enfrentar Sol Santacruz, una mujer de carácter que ha sabido estar por encima de ello y además hacer que la gente olvidara su pasado, para descubrir que detrás de algo doloroso, y para algunos vergonzante, existía una mujer íntegra que supo enfrentarse a la adversidad.
Por supuesto también habrá quien diga que tenía otras opciones, pero ya sabemos que su malhadado destino fue caer en manos de un proxeneta que la acabó utilizando para sus propósitos. Y aquí es donde radica buena parte de la doble moral, que hace que una mujer en esta tesitura sea denostada y rebajada su condición, mientras que el que creo que realmente tendría que ser señalado, el hombre (o los hombres que requieren estos servicios), suelen ser tratados con benevolencia. De hecho la prostitución no existiría si no existiera demanda, porque deben ser pocas las mujeres que la practican de manera voluntaria.
Sin embargo Sol Santacruz no se hundió, ni se dejó arrastrar del todo ante lo que parecía su destino inexorable. Supo hacerse fuerte y además forjarse una coraza, pero nunca se perdió a la Sol de sus primeros años, la que fue feliz junto a sus padres y hermano, la que recibió una educación en valores que jamás dejó atrás y que volvieron a emerger cuando su vida volvió a asentarse en el amor, la felicidad  y la libertad de la que ahora gozaba.
También es cierto que el único reproche que se le puede hacer es que no intentara escapar de su prisión, que aparentemente no se planteara otra vida que la que tenía antes de que su hermano volviera a encontrarla, pero quizás no era tan fácil para ella sin ayuda externa. Sin que lo justifique del todo, hay que tener en cuenta que había llegado a la conclusión que estaba sola en el mundo, que Severo la había abandonado.
Pero ahora se va a enfrentar al último golpe del destino. Y esta vez de manera definitiva, porque va a suponer el final,…. cuando solo era el comienzo.
Sol Santacruz, una mujer con una fuerte personalidad, corajuda, valiente y decidida, con un gran corazón y sensibilidad, amante esposa, madre, hermana, amiga,…… va a desaparecer para siempre, a causa de un sinsentido. Y va a dejar a los suyos hundidos aún más de lo que ya están por todo lo que está pasando en esta casa, que ya empieza a hacer honor a su nombre.
Sirva este escrito como mi pequeño homenaje a este personaje que nos ha hecho pasar tan buenos momentos, que junto con Lucas nos han dejado escenas preciosas, igual que con el pequeño Marcos,….. pero que al final de su periplo hacen desaparecer de una manera que se me antoja bastante injusta (no entro en el tema de los motivos que concurren para que la actriz haya tomado la decisión de dejar la serie) Como considero que injusto era el sitio al que la habían relegado en los últimos tiempos, sin tener en cuenta que durante muchos meses fueron la familia de Miel Amarga los que llevaron el timón y consiguieron mantener el interés de la serie. Y si algo de esto se ha perdido, no es por los magníficos profesionales que conforman esta trama, si no por guiones absurdos y sin fuste.
¿Qué hay que renovarse? Por supuesto.
¿Qué hay que dejar que entren nuevos personajes? Por descontado.
Pero esto no creo que signifique que haya que dejar relegados a otros. Por la misma regla de tres, Francisca por ejemplo, tendría que dejar su protagonismo y cederlo a otros, más cuando su papel está ya más que gastado. (Estoy hablando del personaje, no de la actriz, que por descontado merece toda mi consideración).
No puedo terminar este comentario sin dedicarle también un espacio a quien tiene el mayor porcentaje de mérito en el cariño y la consideración que se le ha tomado a este personaje (y no son los guionistas): Adriana Torrebejano, una profesional como la copa de un pino, una gran actriz y persona, que nos ha dejado con un magnífico sabor de boca con su buen hacer, a la altura de las grandes de la escena, además de su alegría y permanente buen humor, con su sempiterna sonrisa. Y que seguro que en el futuro nos la encontraremos en importantes escenarios, como corresponde a su talento.
Gracias Adriana por todo !! 

24 de noviembre de 2016

La impunidad

Normalizar, insensibilizar,......esta es  la intención que a veces parece desprenderse de algunas tramas de la serie.
Porque en ocasiones (entiendo que por supuestas exigencias del guion) se pasa por encima de situaciones que en la vida real no tendrían cabida. Ni en 1923, ni ahora. Un crimen era y es siempre un acto reprobable, por mucho que se lo quiera disfrazar de intento de reparación. Nunca puede ser justificable tomarse la justicia por propia mano, menos cuando se dan situaciones como las que suelen acompañar a Francisca, que ni siquiera son justicia, sino venganza pura y dura, o una manera expeditiva de allanarse o despejarse el camino. O como las circunstancias que ahora acompañan a Carmelo.
La cuestión es que éste ha matado a una persona, independientemente de que la misma sea inocente o no. Nadie tiene derecho a arrebatar una vida, pues para ello ya existe la justicia. Que si bien es cierto que a veces da la sensación que ésta no siempre acierta, también es (o tendría que ser) la garante de que exista la paz social. Y ya no entro en situaciones particulares de la judicatura, que a veces provocan sonrojo y vergüenza ajena. Pero no se puede generalizar, y tampoco es el tema de este comentario.
No voy a negar que me encanta el personaje de Carmelo, sin embargo no puedo justificar su proceder, aunque lo haya llevado a cabo cegado por el dolor. Ha cometido un error imperdonable, y tendría que pagar por ello. También es cierto que los remordimientos son una buena manera para reparar en parte el daño,… aunque también me pregunto si no se hubiese apresado al verdadero culpable, si éstos existirían. Lo que de hecho le iba a colocar a la misma altura que Francisca, de la que ya sabemos que no tiene conciencia, lo mismo que su lacayo Mauricio.
No mejora el relato el hecho de que se insinúe que en el pasado, y para abrirse camino en la vida, Carmelo ya ha cometido actos de esta naturaleza. Sabemos de su dura infancia y de que ha tenido que luchar para salir adelante, pero nunca se puede aceptar la impunidad, una constante que ya se da en Francisca.
De todas maneras Carmelo, a pesar de todo, también es muy diferente de ésta. Al menos el Carmelo que nos han presentado hasta ahora. Es cierto que es duro, implacable a veces, pero también tiene conciencia. Además lo hemos visto en infinidad de ocasiones razonar con prudencia, mostrarse con generosidad, realzar junto con Severo los valores de la amistad, ser solidario con los menos favorecidos, ser cariñoso y comprensivo……… Pero a veces la gota desborda el vaso y ahora parece que lo veremos en otra faceta, esta vez negativa. Porque además los remordimientos le llevan a ser injusto con los suyos.
Así que espero que, de alguna manera, tenga que redimir su execrable acto.

Aprovechando el sentido de este comentario, me gustaría abundar en lo que decía al principio. Porque pienso que no por el hecho de que se trate de una telenovela, tendrían que tener bula para saltarse las normas.
No pretendo dar lecciones de moral, ni nada por el estilo. Pero sabemos de la influencia de la televisión y que, de alguna manera, puede llegar a normalizar cosas que no tendrían que ser admitidas. Y la impunidad, especialmente sabiendo que existen motivos para que no sea posible, es una de ellas. Lo vemos en la vida real y lo vemos en la ficción.
Pero lo peor es que parece que en esto también hay diferencias: la clase social sí importa, y en esta telenovela se hace más patente. Tanto que, a pesar de que exista una parte importante de l@s telespectadores que se muestra fastidiada, por ejemplo, de la actitud de Francisca y sus secuaces, también parece haber una cierta permisividad (o quizás mejor tolerancia) para seguir aceptando sus desmanes. Como si fuera algo que no se puede cambiar, como si no existiera otra opción.
Y siempre existen otras opciones.
Por supuesto ello vale para todos. Y desgraciadamente hemos visto desfilar mucho de esto por PV.

14 de noviembre de 2016

Un hombre complejo

En breve se cumplirá un año que mi querida amiga Mercè y yo tuvimos la fortuna de poder asistir en Barcelona a una representación de teatro de la compañía 300 Pistolas, con Álvaro Morte como principal protagonista y director. Una obra que nos permitió pasar un rato muy agradable y divertido,… aunque siendo sincera he de admitir que a pesar de disfrutar mucho de la obra Tres Sombreros de Copa, en cambio me es muy complicado opinar sobre el trabajo de los actores de la misma……. exceptuando a Álvaro. Sé que no es justo, pero no pude evitar fijarme más en éste que en los demás…..Así que cuál no fue mi sorpresa al descubrir unos pocos meses más tarde que, además de Álvaro, otro actor de esta misma compañía pasaba a formar parte del elenco de Puente Viejo. Me refiero a Carlos de Austria, el malvado y maltratador Cristóbal.
Un personaje que, en mi opinión, han conseguido hacer muy creíble. Un hombre complejo, sin escrúpulos, manipulador, con una mente retorcida,… con unas convicciones religiosas ultraortodoxas e intolerantes (las mismas que sin embargo no le impiden ejecutar actos deleznables), con debilidades que se encarga muy mucho de mantener ocultas, y alguien atormentado por un pasado siniestro que, sin ser justificable en ningún caso, si podría hacer algo entendible su manera de proceder.
Un personaje que seguramente va a dejar huella.
Lo que es claro es que no despierta ninguna simpatía, pero que también ha conseguido eclipsar en buena parte al personaje de Francisca, algo que nadie había conseguido hasta ahora. Además de que en un intento (vano, al menos por lo que a mí se refiere) de hacer “buena” a ésta, bien sea a través de intentar crear empatía hacia el mismo género, bien presentándola como una mujer mayor y desamparada (???) invocando a la compasión, o a través de ella haciendo visible una lacra social que aún está muy presente en nuestros días,…..han convertido a Cristóbal  en el reflejo del hombre que más se acerca a la realidad que conocemos de aquellos tiempos : dominante y machista casi a partes iguales, aunque fuera porque la sociedad tampoco parecía entender otras maneras de proceder.
También es cierto que no se puede generalizar, y no digo que todos los hombres tuvieran instintos tan primarios como los de Garrigues,…es más, seguro que también existían los que a pesar de las normas sociales o los roles establecidos trataban a las mujeres con consideración. Pero a raíz de un comentario en Facebook he caído en la cuenta de algo que se puntualiza con mucho acierto: si bien da la sensación que los guiones parecen destinados a evidenciar la imagen más aproximada posible de la mujer en los primeros albores del siglo XX, la de los hombres generalmente acaba alejándose bastante de la realidad social de la época.
(Claro que hablamos de una telenovela, y que es normal ver que los escenarios se exacerban para dar mayor dramatismo, pero creo que tampoco es pedir demasiado que se sea coherente en todos los casos).
Y no puedo terminar este comentario sin añadir algo sobre el actor.
Porque evidentemente un tanto por ciento elevado del mérito sobre la credibilidad del personaje es de Carlos de Austria, que se ha destacado como el que considero un excelente profesional, y que seguro tiene un prometedor futuro en su carrera.  

NOTA: en este post hago alusión a un comentario, pero no recuerdo el nombre de quién lo hizo. Ruego a quien sea me disculpe por esto.

13 de noviembre de 2016

Ser mujer en PV

Desde 1923 los tiempos han cambiado bastante para las mujeres (aunque es cierto que aún queda mucho trabajo por hacer) pero hay que retrotraerse a los tiempos en los que trascurre la acción de PV para poder opinar con un cierto criterio sobre algunas actitudes que vemos actualmente en la telenovela, y que dan cuenta de que tanto la mentalidad  de la sociedad en general, como la de las mujeres en particular, estaba muy alejada de lo que es ahora. La liberación de la mujer era una utopía, y las reivindicaciones y derechos de este colectivo casi inexistentes,…. salvo que vivieran en un entorno con mentes más abiertas y dispusieran de posibilidades de moverse con una cierta libertad, con permiso (o permisividad) de padres, maridos o familiares,… porque siempre eran los hombres quienes tenían la absoluta potestad sobre ellas. No se puede olvidar que no tenían derecho ni a quejarse, hasta el punto que si la mujer se rebelaba contra, por ejemplo, un marido maltratador, y tomaba la decisión de abandonarlo (aunque fuera para preservar la vida), podía ser encarcelada,… mientras que él apenas recibía una amonestación, cuando no incluso sus acciones se consideraban justificadas.
Pero a pesar de estas consideraciones es difícil sustraerse a cuestionar algunas conductas que vemos en la telenovela, casi siempre relacionadas con el sexo femenino (que no necesariamente ha de significar que sea también el sexo débil). Porque se podían acatar los cánones establecidos, pero hasta el punto de la sumisión absoluta es más que discutible. Una mujer es ante todo una persona con capacidad de raciocinio, y por ello también con la posibilidad de manejar las situaciones utilizando armas y recursos que no necesariamente han de pasar por lo establecido. De hecho, considero que la sumisión puede acabar siendo el recurso más fácil al que acceder, pero no necesariamente el más seguro. Porque cuanto más débil te vea el oponente, más se afianza su poder sobre ti.
(Por supuesto no pretendo poner en cuestión a quién toma esta opción, porque cada persona es un mundo, y cada situación hay que valorarla en su contexto. Ya que a veces es posible que las opciones no existan, o al menos no a corto o medio plazo)
Ahora tenemos a Camila en esta tesitura, además de Emilia y Francisca (aunque sus respectivas situaciones tengan diferencias) Pero me cuesta tragar con todo ello, y especialmente que se utilice como un recurso habitual en la telenovela, instalando de alguna manera una visión de las mujeres como simples objetos, mientras que la de los hombres sea la de tener como meta en la vida un solo objetivo: humillar y someter al sexo femenino. (Aunque también existan siempre honrosas excepciones).
Por supuesto no estoy pretendiendo acusar a los guionistas de misóginos, ni machistas, ni nada por el estilo. Entiendo que solo se pretende trasladar el reflejo de la sociedad de la época, pero no todos los hombres debían ser iguales, ni todas las mujeres sumisas. Aunque es de suponer que también ayudaba una mayor cultura o medios económicos, o la proximidad a lugares donde existían más posibilidades de encontrar eco a cualquier atisbo de rebeldía…. por lo que las mujeres que habitaban en el interior de las provincias o en el entorno rural, lo tenían mucho más complicado.
También hay quien dice que las mismas mujeres somos nuestras peores enemigas, y que no siempre utilizamos el mismo rasero con un hombre que con alguien de nuestro propio género. Puede que esto tenga algo de verdad, pero quizás porque somos más exigentes también.
Y centrándome únicamente en el personaje de Camila.
Admito que la deriva de este personaje no es de mi agrado (cada vez menos). Evidentemente las acciones actuales de ésta están concebidas en función de dar un mayor dramatismo a las tramas, pero considero que han optado por convertirla en alguien que es incapaz de razonar con algo de astucia, y en cambio dejarse vencer por el miedo o la desconfianza. Y lo que es peor, sometiéndose. Porque hay personas (como he dicho antes) que quizás no tengan opciones, pero es claro que ella si las tiene,…o tenía. Lo siento, pero pienso que su supuesto sacrificio no sirve para nada, cuando lo único que hace es dar largas y mentir a todo el mundo, dejándose además arrastrar al fango con la única idea de erigirse en salvadora de su familia, y sin valorar la medida de sus verdaderas fuerzas o posibilidades. O lamentarse en silencio o con el padre Anselmo (por cierto ¿soy la única que piensa que están abusando de estas escenas, que se dan cada día repetidas y sin variar apenas los diálogos?).  

7 de noviembre de 2016

Los otros actores y actrices de PV

Leo la frase: “No culpes a nadie por decepcionarte, asume que esperabas demasiado de ellos” Pero añadiría: “Y alégrate cuando no esperabas nada y descubres que si existe algo más”
Una tarde de pronto me encontré con un actor desconocido en la pantalla del televisor. Nada nuevo por lo demás, porque para mí muchos lo han sido y otros muchos lo siguen siendo, lo admito. Pero resultó ser el amigo de un conocido de una amiga, y el compañero de trabajo de una amiga de mi sobrina.Si, parece un trabalenguas y además todo queda como muy lejano, pero, aparte de que me sorprendió gratamente su trabajo y su buen hacer, todo lo demás contribuyó a aumentar mi curiosidad y tratar de conocerle un poco mejor.
Es evidente que de esto a cotillear va un paso porque, aún actor, ante todo es una persona con una vida privada. Y la única manera de conocerle es a través de lo que él permite que se sepa,…como ha de ser. Y al final Alain Hernández ha resultado ser alguien que a pesar de tener en su haber el hecho de ser el coprotagonista de una de las películas españolas más taquilleras de los últimos tiempos,” Palmeras en la nieve”,  y no parar de trabajar en nuevos proyectos igual de interesantes (series de televisión incluidas), además de participar activamente en numerosas actividades con fines sociales, no ha cambiado de manera de ser y proceder. Al menos no de manera visible, porque sigue interactuando sin mostrar el más mínimo rastro de vanidad, ni de que el ego se le haya subido a la cabeza. Por cierto, una curiosidad: también es el propietario de Trastu, un perro con el que mantiene unas divertidas conversaciones, y que casi es tan famoso como él en las redes sociales en las que Alain se mueve. 

Si, supongo que a más de uno le sorprenderá este artículo, más que nada porqué es probable que el personaje haya pasado para la mayoría al baúl de los recuerdos,…como tantos otros. Así que ¿por qué he escogido este actor y este tema? Principalmente por dos motivos: porque en un comentario anterior me refería a los actores y actrices que han pasado fugazmente por Puente Viejo (con desigual fortuna, todo hay que decirlo), y porque precisamente me fijé en él a través de su paso por la telenovela, en una intervención de pocas semanas y dando vida a un personaje odioso, Ricardo, el marido maltratador de Candela. Su buen hacer fue suficiente para llamar mi atención,…no solo su físico, que es algo que no tendría que ser importante. En realidad, y a pesar de ser un actor atrayente, no es guapo en el sentido literal del término, al menos según los cánones establecidos (que, por supuesto, no tendrían que ser importantes a la hora de evaluar la profesionalidad, y mucho menos la persona). Además he podido constatar, a través de sus comentarios en las redes, que es un hombre divertido, encantador y cercano,.. nada que ver con algunos y algunas que a veces parecen sentirse encumbrados a un espacio superior (espero que nadie se dé por aludido, estoy generalizando).
Por supuesto todo esto es una opinión personal. Y entiendo la posibilidad de que no haya muchos que le hayan seguido la estela, excepto quizás en Catalunya, donde es conocido por su intervención en una serie de éxito.
De todas maneras que me haya centrado en él y no en otro u otra, no significa que los demás no merecen para mí el mismo reconocimiento. Por lo que me gustaría extenderlo a todos los que no han sido todo lo protagonistas que merecían (los últimos, Ágnes LLobet y Jaime Lorente). Y a los que quizás después no han tenido las mismas oportunidades de trabajo, que han desaparecido de los canales de interés de las productoras y de los que se sabe poco o nada, al menos en los circuitos más comerciales. Sí, quizás a alguno o alguna lo podamos ver aún en algún otro sitio, pero ya sabemos los problemas que tiene la cultura en este país, y lo difícil que es salir adelante en cualquier medio. 

NOTA. Acabo de acordarme de otro dato de este actor: está nominado al Goya de mejor actor revelación, por la película "El rey tuerto"

6 de noviembre de 2016

Mencía, una presencia efímera

Es de suponer que todo (o casi todo) lo que sucede en PV tiene una razón de ser y, aunque sea a la larga, que cabe la posibilidad se entienda el porqué. Ya que solo haciéndose esta reflexión se pueden entender algunas situaciones o detalles que parecen fuera de toda lógica, o que no acabas de comprender a qué vienen, o porqué los han puesto de manifiesto (me refiero, por ejemplo, a rasgos concretos de personas o cosas, como una cicatriz en la cara, un parche en un ojo, un coche con un faro roto…).
Ahora ha sucedido algo de ello con el asesinato de Mencía, y ya veremos en qué se concreta y si sirve de algo. Lo cierto es que ya hemos visto en infinidad de ocasiones que estos detalles o circunstancias acaban desapareciendo en un agujero oscuro, y nunca más se supo de ellos, por lo que tampoco sería sorprendente que esto se volviera a dar.
Pero hablemos de este personaje concreto: Mencía
Hace pocos días hemos sabido que han dado a la telenovela Secreto de Puente Viejo el premio Iris de la Academia por su contribución a la difusión del sector audiovisual, por su proyección internacional y por ser una cantera de estupendos actores y actrices. Pero no hay que olvidar que hay quien también llegó a la telenovela con un buen currículo a sus espaldas, algo que considero no siempre se ha valorado en su justa medida. Es lo que creo que ha sucedido con algunos actores y actrices que han pasado por PV, y en concreto con Agnés LLobet, cuyo papel en la telenovela ha sido el de protagonizar una de las tramas amorosas más rápidas que se han dado en cuanto a evolución, así como de las más cortas con respecto a su desenlace. Y que ha supuesto además que la actriz no haya tenido apenas ocasión de mostrar sus dotes interpretativas.
Admito que no acabo de entender que pretendían con su aparición y el sentido de su papel. Igual como he de decir que no es que me haya llegado a convencer como pareja de Carmelo, porque ha sido una relación tan efímera que ni siquiera hemos tenido ocasión de ver un par de escenas en las que se demostraran el amor que supuestamente había nacido y se había fortalecido entre ellos. Evidentemente aquí entra en juego mi escepticismo sobre las posibilidades de crear efectivamente un vínculo estrecho del calibre de una relación amorosa con planes de futuro incluidos, sin apenas conocer nada del otro. Quizás si existan éstas, sin embargo los fundamentos los considero demasiado frágiles como para sentar una base sólida. Aún así pienso que Carmelo y Mencía merecían la oportunidad de tener un cierto recorrido, sin obviar el hecho de que me parece muy cruel que el destino que le tienen reservado al personaje de Carmelo sea el de hacerle desaparecer trágicamente a todas las mujeres que representan algo en su vida.
Por supuesto en la vida real pueden suceder estas cosas, porque a veces la realidad supera a la ficción. Pero precisamente porque se trata de una novela y se pueden dar las licencias que se crean necesarias, pienso que no es demasiado pedir que se llegue a un equilibrio y se deje de machacar con situaciones límite. De hecho, y ya que he empezado el tema (y aunque me desvíe de la cuestión principal del comentario) aprovecho para mostrar mi queja precisamente por esto. Me da la impresión que los creadores piensan que el morbo es una buena herramienta, y que los espectadores demandan de ello. Y no creo que sea así precisamente.