30 de agosto de 2015

Todas las mujeres valientes

No es algo generalizado, ni siquiera pasa de unos cuantos comentarios en las redes y básicamente siempre del mismo sector de la audiencia, pero aún así creo que debo romper una lanza por Candela y las otras mujeres, que han sido contrapuestas en negativo a la figura de Francisca por el solo hecho de que ella ha salido a buscar a Bosco y las demás han dejado que fueran las partidas quien hicieran este trabajo. Por cierto, puntualizar algo que parece haberse dejado de lado, con el evidente propósito de ensalzar aún más la acción de Francisca. Sin negar que su intervención ha sido decisiva para salvar la vida de Bosco y por ende la de Beltrán (ya no entro en el tema de que las partidas no lo han encontrado porque ella misma cuidó de desviar la atención), hay que destacar que nadie, ni siquiera ella, podía saber que Bosco se había accidentado y necesitaba ayuda. Así que cuando se lanzó al monte, es de suponer que su pretensión era intentar convencerlo para que depusiera de sus intenciones y volviera a casa, porque solo de haber intuido que Bosco estaba en problemas habría sido una enorme irresponsabilidad por su parte intentar solucionarlo ella sola.
Entiendo que esto es una serie y que en la vida real sería muy poco probable que se diera una situación de este tipo. Y me imagino, como todos lo que ven la serie, que el verdadero propósito es propiciar un acercamiento de Francisca y Bosco, algo que ya está provocando multitud de comentarios, la mayoría contrarios a ello. Nadie olvida lo que es y lo que ha hecho Francisca, incluido a su propio nieto al que dice querer, pero al que no dudó en hacer infeliz secuestrando a la mujer a la que amaba, y manteniéndole en la inopia sobre su verdadera familia.
Pero de lo que se trataba el comentario es la actitud de las otras mujeres, haciendo especial incidencia en Rosario y Candela. No creo que estas alturas haya nadie que pueda reprochar algo a estas dos mujeres valientes y corajudas, dispuestas siempre a darlo todo por los demás.
Y si de lo que se trata es de buscarle las vueltas, Francisca incluso puede salir perdiendo con las comparaciones, y no solo por el tema de su manera de proceder. Cierto que es una mujer de armas tomar, que ha tenido que bregar en un mundo dominado por el género masculino. Pero esto no la diferencia de Candela y Rosario, que en condiciones quizás incluso más difíciles, también se han visto abocadas a salir adelante por sus propios medios y sin hombre que las ayudara.
Lo que si marca la diferencia, aunque en este caso limitándome a Candela, es otro tema que desgraciadamente sigue muy vigente: la violencia de género. Ambas mujeres comparten el horror de haber pasado por este trance, pero ahí radica precisamente lo que hace a Candela mucho más valiente que Francisca. Porque ella tuvo el coraje de decir basta y tomar las riendas de su vida, haciendo lo único posible en aquellos tiempos: dejar atrás a su maltratador y empezar una nueva vida lejos de éste, llevándose además a su hijo. Un niño que posiblemente podría haber quedado marcado de por vida, porque aunque la parte visible de esta lacra sean particularmente los integrantes de la pareja, es claro que los niños sufren en igual medida las consecuencias de ello.
En cambio Francisca optó por callar y aguantar. Es cierto que nadie puede juzgar las razones que llevan a una mujer a adoptar esta actitud, pero en Francisca podrían haber influido además otros factores como son las conveniencias de la clase a la que pertenecía y el hecho de que era aceptado socialmente el hecho de la dominación del marido. Sin embargo no es admisible que esta suerte de resignación por su parte, que también podría confundirse con cobardía, hiciera que girase la vista en el maltrato infringido también a sus hijos, hasta el punto de ignorar el estupro continuado al que era sometida su hija Soledad, incluso con el agravante que ella misma también la maltrataba. O el menoscabo al que era sometido Tristán que, en cuanto tuvo la primera ocasión, optó por poner tierra de por medio para alejarse del  despótico hombre al que creía su padre.
Por ello cada vez que alguien intenta justificar a Francisca con la excusa de su duro pasado, creo que tendría que mirar antes a Candela y constatar que las consecuencias de ello no se tienen que traducir necesariamente en hacerlo pagar a los demás, cuando ella misma podría haber cambiado las cosas.

29 de agosto de 2015

Una amistad en peligro


En vista de las actuales circunstancias, quizás se llegue al punto de considerar a Carmelo como el culpable de las cada vez más acentuadas desavenencias con Severo. Porque es evidente que algo ha cambiado en él, aunque es difícil atribuirlo a una razón concreta. Aparentemente no son celos de Sol, a la que parece haber aceptado finalmente sin problemas y con la que tiene una buena relación. Tampoco que lo que esté separando a los dos amigos sea un tema de ambición, porque Carmelo parecía estar suficientemente satisfecho con su estatus. Quizás el problema podría venir de algo que afecta al tipo de relación que han mantenido hasta ahora y que ha experimentado un vuelco radical con la irrupción de Sol en sus vidas y la obsesión de Severo por su venganza hacia Francisca. Pero tampoco tendría que ser esto, porque los dos temas son algo que han compartido los dos amigos durante años y por cuya consecución, que ahora se ha materializado, es por lo que se han afanado en este tiempo. El deseo ferviente de Severo por encontrar a su hermana era también el de Carmelo. Las ansias de venganza de Severo hacia Francisca, también lo son para Carmelo (no hay que olvidar que además tiene una cuenta personal con ella, que mandó asesinar a la mujer a la que amaba). Así que solo cabe la posibilidad de que Carmelo se sienta minusvalorado, tras algunas decisiones polémicas de Severo, y la obsesión de éste por Francisca.
Pero incluso esto me parece poco probable, precisamente por el hecho de ser grandes amigos que se consideran como hermanos y que se quieren como tal. Se conocen bien, saben de que pie cojea el otro, por lo que no puede sorprenderles algunas actitudes. Y, por descontado, jamás hemos visto a Severo tratarle despóticamente, ni vejarle, ni humillarle, aunque si en ocasiones (contadas) utilizar sus prerrogativas como jefe para hacer su voluntad, aún con la desaprobación de Carmelo. Sin embargo es fácilmente constatable que éste no es un simple empleado, sino que sus atribuciones van mucho más allá y goza de total confianza, incluso para discutir las decisiones que no le parecen razonables.
Pero algo sucede que está minando todo esto y que amenaza con romper una amistad que parecía inquebrantable. Las dudas de Carmelo, alimentadas por el trabajo insidioso y manipulador de Arsenio, unidas a una desconocida vulnerabilidad propiciada por este individuo que parece tener un ascendiente importante sobre él, aparentemente están consiguiendo hacer mella cuando ni siquiera es capaz de defender al amigo que ha estado a su lado durante veinte años, y con el que ha prosperado y conseguido una buena posición en la vida.
Sin embargo quizás es injusto cargarle toda la culpa
Porque es posible que Severo tampoco haya estado muy al caso últimamente, volcado en su hermana, por otra parte algo perfectamente comprensible después de tantos años de buscarla, pero también preocupado por Bosco y obsesionado por hacer pagar a Francisca todo lo que le ha hecho,…y dejando fuera a Carmelo de algunas decisiones. Pero precisamente porque tiene libre albedrío, no se le puede juzgar por ello y, si se da el caso, es él mismo el que tendrá que cargar con sus propios errores  Más o menos como puede suceder al común de los mortales, porque nadie es infalible. Así  que el hecho de que  haga uso de su libertad y  prerrogativas para hacer lo que cree o desea, no lo hace además necesariamente una persona intolerante, ni caprichosa. Si acaso obstinado y cabezota a veces.
Así que solo podrán solucionar esto si se sientan y hablan sinceramente de lo que les separa, Hasta ahora se podía decir que ambos iban con la verdad por delante (hay que remarcar que es un hecho diferencial en esta etapa porque con estos personajes, que los secretos no lo son tanto y que poco se ha quedado en el tintero de sus vidas pasadas), pero parece que por parte de Carmelo esto ha quedado atrás. ¿ La razón? Pues parece que tendremos que esperar.

28 de agosto de 2015

Poder y respeto

No es algo que necesariamente suceda de manera automática, pero el caso es que el dinero también puede engendrar poder. Otra cosa es que tipo de poder, como se administra y como se traslada al resto de la sociedad. Porque puede derivar en respeto o temor, términos que a veces se pueden llegar a confundir.
Evidentemente este comentario parte del prisma de la sociedad en los años veinte y ahora las cosas han cambiado (aunque quizás no tanto como cabría esperar). Pero lo que no ha cambiado es el hecho obvio de que una persona adinerada siempre tendrá más posibilidades de moverse en círculos influyentes que alguien con pocos recursos, y que ello ya marca una diferencia que se puede llamar poder u otra cosa parecida. Y esto es una constatación que desgraciadamente se percibe de manera más frecuente de la deseable. En cuanto al respeto hay que ganárselo, aunque como he dicho anteriormente a veces se confunde con temor, y más en unos tiempos (los años en que transcurre la acción) en los que el pueblo llano estaba reprimido por los caciques locales, que mantenían con mano férrea el control sobre la vida de las personas. Y si se respetaba a los mandamases era porque no había otro remedio, ya que de éstos dependía el sustento (en algunos casos la propia vida, si osaban rebelarse), por lo que en realidad lo que los ataba era el temor.
Pero como casi todo en la vida, no se puede generalizar. Y de cómo alguien con un lugar preeminente en la vida puede manejar de una manera u otra lo que la vida le ha puesto en las manos, tenemos dos ejemplos bien diferenciados en PV.
Es evidente que tanto Severo como Francisca son dos personas poderosas e influyentes, debido en buena parte a su poderío económico (o al menos esta última lo era en sus mejores tiempos). Los dos vienen de buena familia, pero hasta aquí lo que los iguala. Porque si bien Francisca ha incrementado su fortuna y su patrimonio (los medios empleados ya son otra cosa, algo que hemos tenido ocasión de comprobar) ella no partió de cero pues heredó su fortuna, mientras que Severo se ha ganado a pulso y con su esfuerzo todo lo que tiene.
Otra cosa que los separa es la ambición. Severo no ambicionaba el poder que le ha llegado sin casi proponérselo, sino que todos sus desvelos eran para conseguir el dinero que le permitiría buscar a su hermana. Pero el caso es que veinte años de búsqueda, y a pesar de una ingente cantidad de dinero empleada (que por suerte ha dado sus frutos), su fortuna no ha menguado sino que ha seguido un ritmo creciente hasta el momento. Sin embargo ni el dinero, ni el poder, parecen su meta, porque hemos visto la importancia relativa que le da a todo ello, utilizándolo con generosidad. Cierto que lo da porque puede, pero sin pedir contraprestaciones, ni buscar alivio de conciencia, ni comprar voluntades, ni siquiera esperar agradecimiento.
Sin embargo ha conseguido algo: ganarse el respeto de sus convecinos, precisamente por todo lo anterior. La gente no le teme, pero le ha aupado a una situación de relevancia que le da poder sobre ellos. Se le escucha y se acepta su mando, mientras que Francisca ha hecho el camino inverso, propiciado por el mal uso del poder que le vino dado. Ya que, al igual que Severo, la gente no olvida.
Por cierto, también hemos visto otra cosa. A pesar de todo, Severo no es tan desalmado en su venganza con Francisca. Ya lo hemos constatado antes, que es capaz de sentir compasión (incluso por alguien que no la merece) y tener un gesto con sus enemigos.
Por ultimo constatar que Severo si tiene amigos y que la gente le aprecia, pero no por interés, sino sinceramente. Y que él devuelve esto con creces, porque cuando da su amistad lo hace con todas las consecuencias. Alguien decía en un comentario que quizás también era porque de alguna manera suplían a la familia que había perdido, aunque ahora haya recuperado a su hermana y tenga cerca a Carmelo que casi tiene esta misma categoría (o tenía hasta que llegó Arsenio y lo está estropeando), y  es posible que ello sea cierto. Severo ha encontrado en PV el calor del hogar del que durante años ha estado faltado. Ahora solo falta que se decida a echar raíces y buscar su propia felicidad.
Con Candela, por supuesto.

26 de agosto de 2015

Descubriendo a Carmelo

Es decir una obviedad, pero cuando se conoce toda la historia también es mucho más fácil entender el porqué de algunas cosas. Así sucede con los habitantes de La Quinta Miel Amarga.
Son tres personajes que acumulan un buen historial a sus espaldas, del que ahora conocemos toda su extensión. Y ello permite hacerse una idea mucho más aproximada de cómo son cada uno y como han llegado a donde están ahora.
Y sorprendentemente se está descubriendo que Carmelo tiene muchos más matices de los que le conocíamos. Ahora sabemos que ha pasado por varios estadios, desde el de ser manipulado por otros, a tomar decisiones que después marcarían su vida, volver a caer en lo primero, hundirse y después volver a levantarse con la ayuda de Severo. Pero lo más destacable es el corroborar algo que ya se intuía: que a pesar de que no tiene problemas en emplear métodos contundentes cuando lo cree necesario (aunque que se sepa aún no ha matado a nadie), también tiene conciencia. Y la tenía cuando en la antigua versión del bulling (algo que siempre ha existido, pero que ahora alcanza mayor notoriedad por los medios) optó por hacer frente a unos desalmados que se cebaban en un chico indefenso, aunque ello le supusiera romper con su estatus grupal y ponerse en entredicho, con el consiguiente peligro de represalias. Que efectivamente tuvo que sufrir por cambiar de bando, pero que le hizo ganar un amigo para toda la vida.
O al menos parecía que era así hasta ahora que ha vuelto a  reaparecer Arsenio, poniendo a prueba una amistad que parecía inquebrantable. Porque es evidente que el hombre sigue ejerciendo influencia sobre él, algo bastante inconcebible para alguien que, con algún episodio puntual de obnubilación provocado por algo parecido al enamoramiento, ha demostrado ser una persona cabal y difícil de impresionar. Por lo que me pregunto ¿qué tiene Arsenio que seduzca? Evidentemente mucha labia y una gran capacidad de sembrar cizaña de manera taimada y alevosa. 
De todas maneras es complicado justificar que Carmelo, aunque de momento no parece dar mucho pábulo a sus insidias, tenga sin embargo algún momento de duda. Y lo es porque por mucho que hayan pasado juntos en el pasado, mantener el mismo nivel de amistad con alguien que ha visto tres veces en quince años y además en el poco tiempo y frialdad que da una cárcel, no parece suficiente. Más cuando este tiempo lo ha pasado junto a Severo, alguien muy diferente, un amigo de verdad que no tuvo en cuenta que le abandonara para volver con su antiguo torturador, y que cuando éste se metió en problemas y Carmelo quedó solo y necesitaba ayuda, le acogió sin reservas, siendo ya alguien con un cierto poderío económico. Alguien con quien ha luchado para hacer prosperar los negocios, a quien Carmelo conoce muy bien y que sabe de sus fortalezas y debilidades. Alguien que se ha convertido casi en un hermano, y como tal, con el que  ha sufrido casi lo mismo por el tema de Sol.
Desafortunadamente Arsenio ha llegado en un momento en que la relación de los dos amigos pasa por un momento de bajón, derivado de todo un cúmulo de cosas que se han ido amontonando sin ponerle remedio. Carmelo ya hace tiempo que anda amoscado sin que se sepa muy bien que le sucede. No parecen celos, ni resquemor por el hecho de que Severo haya repartido su fortuna con Sol, sino más bien algo de otra índole que es incapaz de poner en palabras.Y ello y que tampoco Severo ayuda mucho desoyendo con frecuencia sus bienintencionados consejos, está abriendo una brecha entre los dos amigos, incapaces de sentarse y hablar abiertamente de lo que les separa. 

25 de agosto de 2015

Un padre (ir)responsable

Pienso que realmente le están haciendo un flaco favor a Bosco con la trama actual. Si ya era un personaje sin demasiados alicientes, ahora le están haciendo parecer además un irresponsable y egoísta, que solo piensa en sí mismo. Si realmente le preocupara su hijo le procuraría todo lo mejor, y considero que no lo es que éste se críe alejado de todo el mundo. No tengo nada en contra de los que eligen este tipo de vida, pero considero que no se puede arrastrar a ello a un bebé y exponerlo a múltiples riesgos. ¿O acaso Bosco no habría de pensar que puede pasarle algo a él y que le dejaría indefenso?
Ni siquiera el dolor podría justificar algo así, cuando incluso su padre supo reaccionar a lo que le supuso la muerte de la mujer amada (¡esto si era amor!) y lo primero que hizo fue poner a su hija a salvo. Bosco ha hecho exactamente lo contrario.
Supongo que debo ser malpensada (aunque ya se dice que piensa mal y acertarás) pero creo que todo ello más bien se trata de una estratagema de los guionistas, no para dar visibilidad a Bosco, sino para reivindicar a Francisca y convertirla en una especie de heroína. Hay muchas incoherencias en esta trama como para no ponerlas en evidencia. La primera que varias partidas de hombres conocedores del terreno no hayan sido capaces de encontrar ni el más mínimo rastro del chico, y Francisca, una mujer ya entrada en años y que además difícilmente puede conocer el bosque porque nunca ha tenido necesidad de perderse en él, vaya en derechura al sitio donde está Bosco, encuentre señales inequívocas de su paso y previsiblemente dé también con él.
Pero mejor no sigo por este camino, porque no estoy dispuesta a comulgar con ruedas de molino, y esto es lo que me parece esta trama.
Decía que a Bosco no le está ayudando el camino que le han hecho tomar. MarGonz no hace mucho ya comentaba en su blog lo que pensaba del chico, y no voy a repetirme, porque coincido plenamente con ella. Solo añadir que si a Bosco se le consideraba tan maduro como para hacerle contraer matrimonio (no una, sino dos veces), para llevar una hacienda él solo, también lo tendría que ser para otras cosas. En realidad ni siquiera consigo creerme este dolor tan inmenso, cuando su relación con Inés y el supuesto amor que decían profesarse nunca ha conseguido moverme ni una fibra. Y creo que no estoy sola en ello, porque esta historia tampoco ha conseguido calar demasiado en la audiencia por lo precipitada, por las connotaciones más parecidas a motivaciones físicas que a sentimientos, porque han estado tan poco tiempo juntos que ni siquiera han podido llegar a conocerse ( y a la vista está que no ha funcionado, cuando se ha decidido terminar esto definitivamente) Por supuesto no voy a negar la posibilidad de que pueda llegar existir un gran amor partiendo de un flechazo, pero se ha de regar, crecer y madurar. Y Bosco e Inés no han tenido tiempo para ello.
La impresión que tengo de Bosco es más bien la de alguien al que le han quitado su juguete preferido y ahora hace una rabieta. Ya sé que es simplificarlo, incluso desmerecerlo, además de un intento de quitarle el protagonismo que quizás merece su historia, pero su actitud maleducada, hostil y casi troglodita no tienen justificación, solo por el hecho de que haya perdido a la mujer que amaba. Y mucho menos la tiene que con la excusa de proteger a su hijo (que por supuesto es también su deber como padre) pretenda alejarle de todo y todos, para vivir ambos al margen de la sociedad. 

23 de agosto de 2015

Justicia y venganza

De verdad que no acabo de comprender las expresiones del tipo: “Severo se está pasando” o “después vendrá lo mejor, que es la venganza”
Ante todo tengo que dejar claro que la venganza, sea del tipo que sea y venga de donde venga, no me parece una buena cosa. Pero tampoco voy a ser tan hipócrita como para negar que probablemente en más de una ocasión me ha asaltado este deseo. Por supuesto, sin que tome ni de lejos la forma de lo que parece la tónica en la serie.
Pero yendo al asunto que hoy me ocupa, me he propuesto realizar un ejercicio de poner algunas cosas en lo que creo su contexto lógico. Aunque sabiendo que la lógica no siempre sirve en esta serie, y que muchas veces es sustituida por licencias clamorosas.
A lo que iba.
De la primera afirmación hay que decir que cuando menos me parece sorprendente que se piense así, cuando en realidad Severo ni siquiera se ha molestado en despeinarse para llevar a cabo sus propósitos, y además lo hecho sin utilizar métodos cruentos (si, como los que emplea la doña, que por ejemplo, no hace mucho intentó acabar con su vida y la de Carmelo ordenando sabotear el coche de éstos para provocar un accidente). Porque en realidad diciéndolo se está cuestionando la acción de la justicia, que es quien ha puesto a la doña en tal aprieto. Severo solo ha tenido que hacer llegar la información al sitio adecuado, sentarse y esperar que la ley hiciera su trabajo, por lo que las armas utilizadas no pueden ser discutidas. Y es cierto que la justicia no es infalible, porque quien la administra son personas y como tal pueden equivocarse, pero nunca se llegaría hasta el extremo de dictar una resolución, ni mucho menos ejecutarla, sin que haya existido antes todo un proceso de investigación y se haya probado la existencia del delito. O como en este caso, la intención de delinquir.
Así que quien ha llegado lejos ha sido la justicia, no Severo.
Y de ahí la afirmación de éste de que una vez puesto en marcha no podría pararse. La acción de la justicia no admitiría esto, porque además en un caso como el de Francisca se trata de un delito tributario y es contra el estado.
Otra cosa es que, aun disponiendo de esta información, Severo hubiera optado por callarse y no usarla. (Por cierto ¿alguien duda cual habría sido la decisión de Francisca si el tema hubiera sido a la inversa?). Entonces es posible que nunca hubiera salido a la luz este tema, como tantos otros que han quedado en el camino sembrado de cadáveres y otros delitos de la doña, porque desgraciadamente el poder ha sido siempre para ella sinónimo de impunidad.
O quizás solo era cuestión de tiempo que se supiera.
Lo que si queda claro es que ahora Francisca ha quedado tocada y estigmatizada. ¿Quién querrá acercarse a alguien que ha intentado traicionar a la patria? Como también queda en evidencia que la situación a la que está abocada no es más que una mínima correspondencia por todo lo que ha hecho, cuando otros por mucho menos han acabado sus días en manos del verdugo.
El otro tema es el de la venganza que, si alguna vez recupera una mínima parte de su fortuna y poder, puede ejercer sobre Severo. Admito que solo de pensarlo se me revuelve algo, y no solo porque sea éste el posible destinatario, sino porque no deseo volver a verla haciendo lo único que sabe hacer. Y no me apetece porque sabemos los métodos que suele emplear: los mismos que Atila, que por donde pasaba lo dejaba todo arrasado.
Y sobretodo no me apetece porque pienso que si consuma su venganza, esto va a ser una espiral sin fin. Por descontado no me parece justificable que se utilice la venganza para satisfacer supuestos agravios, pero si la doña vuelve a las andadas es evidente que Severo no se va a quedar de brazos cruzados, y nadie podría reprochárselo. A menos que, por supuesto, se haga lo mismo con Francisca.
Y me temo que si llega a suceder lo anteriormente expuesto, esto no vaya a terminar hasta que caiga uno de los dos. Que tod@s sabemos quién puede ser, dado el talante expeditivo de una de las partes.
¿Es esto lo que se desea?

20 de agosto de 2015

El más disparatado y extravagante

A veces es difícil soportar las ocurrencias de los Mirañar, especialmente de Hipólito, pero lo cierto es que, siguiendo en la línea del comentario anterior, creo que este personaje, sin ser imprescindible, si es importante para la serie. Y ello sin ser protagonista.
Dejando aparte el hecho de que considero que Selu es uno de los mejores actores del serial, aunque injustamente relegado al papel de comparsa, el caso es que es de los pocos que consiguen siempre sacar una sonrisa y aligerar las tramas. Porque une las ocurrencias más disparatadas y los sinsentidos más extravagantes, con un corazón de oro y una ingenuidad de niño en un cuerpo de hombre, que impide que nadie pueda dejarle de lado. También es alguien capaz de dar muestras de que no es un inculto, y que cuando hace falta también sabe utilizar el cerebro para otras cosas que no sea para meterse en fregados.
Es cierto que a veces impacienta con las tramas que le endosan, que pueden alargarse sin venir a cuento incluso durante semanas. Y tampoco es un personaje que tenga gran seguimiento, lo que no deja de ser bastante sorprendente teniendo en cuenta que está participando en la serie desde el primer momento. También él ha tenido bonitos momentos, escenas preciosas de amor, así como otros momentos menos buenos donde le ha hecho falta el apoyo de un amigo o amiga, o de su familia. Pero la especial idiosincrasia de este personaje y de su entorno más directo, junto con lo que comentaba anteriormente de guiones que se enzarzan en situaciones descabelladas y surrealistas que se alargan hasta el infinito, quizás ha impedido que su recorrido en la serie tenga la repercusión que se merece.
De todas maneras, y aunque a estas alturas sea difícil cambiar la personalidad de este peculiar personaje, incluso quizás fuera un error hacerlo porque es alguien único y especial, lo cierto es que considero que a veces se cargan un poco las tintas con él. No hace mucho era D. Anselmo quien incurría en ello, persiguiéndole a él y a Gracia, cuando es una situación que en otros casos no se podría decir que ignoraba del todo, pero de la que si era mucho más indulgente. Ya no digo de la actitud de sus propios padres, que a pesar del cariño, son los primeros en restarle méritos, o los primeros en ningunearle. ¿O acaso todo el mundo se muestra valiente con este chico, solo por su carácter inocente, sin doblez, ni maldad alguna? (Bueno, quizás no sea todo el mundo, porque también hay excepciones, como por ejemplo Emilia y Mariana).

19 de agosto de 2015

La vida sin Francisca

Mucho se ha hablado de la supuesta importancia del personaje de Francisca para la existencia de la serie. Pero ya lo dije una vez, y vuelvo a reafirmarme en ello, creo que se ha magnificado este personaje en demasía, y en detrimento de otros que merecen igual consideración y que también podrían haber dado juego. Aunque nunca podremos saberlo porque no han tenido la oportunidad de demostrarlo.
Es cierto que el concurso de una villana, y más del calibre de la que me ocupa, ha sido durante mucho tiempo el motor principal de la serie y ha movido tramas que de otra manera quizás no habrían tenido tanta fuerza. La última la de Severo, y el hecho de haberse convertido en motivo de su venganza.
Pero considero que una vez superado este último trámite y culminado el propósito, se está demostrando que la serie también puede funcionar muy bien sin que ahora Francisca sea el centro de atención. Sus apariciones esporádicas, salvo algún encontronazo importante y sus salidas de tono, ya no aportan nada más que sopor. Salvo para algun@s incondicionales, creo que su situación no preocupa a nadie, ni da pena, ni provoca interés. En realidad pienso que es el sentir general el de que se ha hecho justicia a todos los agraviados que durante años han sido víctimas de esta despreciable mujer. Y con ello me refiero a lo que creen tanto los habitantes de PV como l@s espectadores.
También creo que si entra en los planes de los responsables de la serie el revertir esta situación para que en el futuro ésta vuelva a las andadas, después de esto va a ser algo difícil de entender. Porque no se trataba de dar una lección a Francisca, algo que tod@s saben que no es posible porque no va a cambiar nunca, sino de terminar con ella para siempre. Al menos con su forma de vida. De todas maneras, y aún en el hipotético caso de que logre recuperar algo de su fortuna, nada volverá a ser como antes. Su poder se sustentaba principalmente en el temor y nadie volverá a sentir esto por ella, porque ahora saben que es vulnerable. Además que algo tan importante para alguien que aspira a ser reconocido en sociedad como es la reputación, ha quedado manchado para siempre.
Ahora, imposibilitada de meter baza, ni de maquinar desmanes, el personaje no se diferencia demasiado de cualquier otro. Y esto permite que la vida de PV adquiera otro color, más claro y luminoso, que se desarrollen historias que si atrapan al espectador/a. Dejando ya atrás el desgraciado final del personaje de Inés y sin saber lo que va a ser de Bosco, están empezando a surgir con fuerza nuevas relaciones que levantan expectativas y fundadas esperanzas de mejores tiempos para la serie. Y quizás sea precisamente porque se da esta circunstancia de no interferencia de la doña. Lo que creo que demuestra mi teoría anterior de que no necesariamente ésta ha de constituirse en el centro de todas las tramas para que la maquinaria de la serie funcione, igual que creo demuestra que las tramas amables también tienen cabida y no necesariamente el drama ha de ser el eje fundamental. 
De hecho la vida misma se encarga de poner la zancadilla y no siempre es necesario el concurso de terceras personas para que las cosas se tuerzan. 

16 de agosto de 2015

El fin de una historia

Con Inés, otra despedida. 
Y se podría decir que esta situación ya empieza a ser demasiado habitual, pero creo que no es nada que no suceda en otras series. Todo forma parte de un ciclo en el que entran muchas variables externas e internas, y como tal puede llegar el momento en que ello haga cambiar los planteamientos, bien sea por la despedida temporal o definitiva de un actor o actriz, o porque es necesario para insuflar vida a algo que ya se ha agotado o necesita regenerarse. Aunque quizás en el caso que me ocupa sea mucho más simple, y se trate lisa y llanamente que no ha funcionado como se esperaba.
Y voy a decirlo con toda crudeza, pero me parece que terminarlo ha sido una decisión acertada. Desde el principio fue una trama que no consiguió enganchar a demasiada audiencia, y la empatía hacia el personaje de Inés pienso que se dio más por lástima y solidaridad, que por otro mérito. La mayor parte de la gente tendemos a alinearnos con los más desvalidos y considero que a esto han jugado los guionistas. Pero el argumento de la cenicienta, de la chica pobre y maltratada que se enamora de un chico de diferente clase social, creo que empieza a ser un recurso ya muy utilizado y que denota una cierta falta de imaginación (por supuesto dicho con todo el respeto). Si a ello le añadimos que además la chica es débil de carácter y sin demasiados recursos (y no me refiero a los económicos), estamos confeccionando un retrato al que considero con pocas posibilidades de éxito. (Por cierto, no se puede generalizar, porque con Pepa si funcionó. Pero a este personaje si supieron insuflarle fuerza y carácter)
Es solo mi opinión, pero no veo porque para que funcione una historia como la que me ocupa, ha de existir también un abismo social entre los componentes de la pareja. Por supuesto hablamos de una época en la que las clases estaban muy diferenciadas y la pureza de estirpe era un tema clave en las relaciones, pero creo que existen otras posibilidades no tan extremas y que podrían desarrollar una bonita trama. Por ejemplo, y estoy dando una idea, ¿no podría existir una maestra de escuela? La diferencia ya no es tan abismal, y de entrada a ella ya se le supondría un carácter y una personalidad importantes, en unos tiempos en que existían pocas mujeres desempeñando una profesión que, como en otros ámbitos de la sociedad, era algo que se consideraba destinado solo a hombres.
Pero volviendo al tema de Bosco e Inés, ahora es el momento de averiguar que ha ocurrido con esta historia fallida y no volver a incurrir en los mismos errores. Por supuesto los que escriben los guiones son humanos y pueden errar, igual que no pueden contentar a todo el mundo ni conocer de antemano si tal o cual personaje va a despertar más o menos simpatías. También es inevitable que se establezcan corrientes, porque afortunadamente no todo el mundo piensa igual.
De todas maneras no puedo dejar este comentario sin añadir algo más, que ya he comentado otras veces. Porque, siempre según mi opinión, no todo ha fallado ya que creo que el personaje de Bosco sin el lastre de Inés (lo lamento, pero pienso que desafortunadamente esto era lo que provocaba ésta) gana enteros, al igual que Francisco Ortiz. No es que sea una trama para tirar cohetes, además que me pregunto, como creo que hacen todos los que ven la serie, cuál va a ser el destino de Bosco, pero lo cierto es que seguir con lo que se daba tampoco ayudaba en nada ni al personaje, ni al actor.

15 de agosto de 2015

Y una vida tambièn para Candela

Casi dos años han pasado desde que Candela gritaba su desesperación a las puertas de la iglesia, el lugar donde en un suspiro había pasado de ser una novia feliz a una viuda desconsolada.  
Dos años en los que el papel de esta pequeña pero enorme mujer (y actriz) se ha ido diluyendo, convirtiéndose casi exclusivamente en el paño de lágrimas de los demás y solo saliendo eventualmente de esta situación, casi de ostracismo, para volver a protagonizar tramas en las que no estaba en juego su futuro sino el de otros. Por supuesto siempre haciendo el papel que consideraba le correspondía y además con total devoción y entrega, imbuida del cariño hacia los chicos que se habían convertido en sus hijos.
En realidad da la sensación que el personaje de Candela aparcó su futuro el día en que Tristán murió en sus brazos. Y que el recuerdo de éste pesa tanto como para que jamás en todo este tiempo la hayamos visto ni siquiera plantearse la posibilidad de pensar en ella misma y en su futuro, aceptando sin cuestionarse lo que el destino le ha deparado.  
Pero quizás este mismo destino ahora tiene otros proyectos para ella (Bueno, quien dice destino dice guionistas, pero no vamos a ponernos quisquillosos por esto, más cuando pienso que al fin están reparando una injusticia)
La verdad es que estoy deseando ver a Candela dejando atrás las amarguras que parecen ser la constante de su existencia, y que incluso parecen perseguir el lugar en el que habita. Que de una vez pueda olvidar en la parte más profunda del armario esta vestimenta negra que ha tenido que sacar con demasiada frecuencia, que pueda sentir que vuelve a ser dueña de su vida,…. Pero especialmente que pueda reír con ganas, disfrutar de la vida y encontrar el amor,... pero no el que ya tiene de su familia, sino el que remueve las entrañas, provoca palpitaciones y hace estremecer.
Y espero que sea Severo quien provoque todo esto. 

Una vida para Severo

Poco a poco van saliendo a la luz otros aspectos de la personalidad de Severo, que permiten rebatir las periódicas acusaciones de maldad que hay quien se empeña en atribuirle.
Por supuesto en el caso de Francisca hay que aceptar que algo de esto es posible, incluso él mismo ha admitido que no siente el más mínimo remordimiento en hacerla sufrir y que va a hacer todo lo que esté en su mano para que no levante cabeza. Pero estas afirmaciones son totalmente contradictorias con la actitud que está mostrando actualmente de sufridor por el padecimiento ajeno.
Y ello permite también liberarle de otra acusación: la de haberse acercado a Bosco con el propósito de utilizarlo para sus fines. Porque si alguna vez pasó por su mente algo parecido, ha quedado claro que ya no es así y que el chico realmente le importa, que su sufrimiento también es el suyo y que le preocupa lo que le puede pasar, lo que va a ser de él, como va a superar el duro trance en el que está inmerso. No se va a desentender de él y le va a vigilar de cerca.
Porque Severo no parece de las personas que dejen las cosas a medias (por supuesto sin olvidar lo que ayuda la inestimable colaboración de Carmelo). Tiene tesón y voluntad, la que le ha permitido encontrar finalmente a su hermana, la que ha empleado en devolverle a Francisca el daño que ésta le hizo a él y a su familia,…..la que le hizo hecho revolver cielo y tierra para ayudar a encontrar un remedio para Inés (que finalmente no sirvió para evitar el fatal desenlace), la que ahora le obliga a no dejar solo a Bosco,…….aunque a veces esta obcecación pueda parecer rayana en la obsesión, lo que le impide entender que con ello está dejando que trascurra su propia vida, sin ni siquiera vivirla.
Hasta ahora.
Porque probablemente aún no es consciente que acercándose a Candela con la excusa de ayudarla a paliar el dolor que la embarga, no solo le da el consuelo y apoyo que ella necesita y agradece, sino que también está haciendo algo por sí mismo. Y está en trance de descubrir que lo que se había negado hasta ahora aún es posible, que para él podría existir también la posibilidad de dejar aflorar sentimientos que no ha conocido hasta el momento. Y probablemente también está empezando a vislumbrar como ante él, y junto a él, florece una mujer preciosa, valiente y corajuda, además de inteligente y poseedora de un gran corazón, pero que, a su semejanza, ha tenido una vida azarosa y llena de dificultades que no le ha permitido ser feliz.
Aun así han tenido que pasar cinco largos meses desde su primera cita en La Quinta y algunos esporádicos encuentros desde entonces, para que encima un hecho luctuoso precipitara los acontecimientos y les hiciera acercarse más allá de lo que ha sido hasta ahora una relación comercial y de amistad. Ha sido una larga espera, que sin embargo seguro que valdrá la pena, porque no parece que haya de haber marcha atrás y que esta relación avanza, lentamente pero sin pausa. Como creo ha de ser, porque las precipitaciones no suelen funcionar, salvo en algunos casos puntuales.

13 de agosto de 2015

Doblemente leal

Ciertamente Carmelo tiene un papel mucho más importante del que a priori podría atribuírsele. Porque aunque es un personaje que parecía destinado a estar en segundo plano y a la sombra de Severo, está muy lejos de ser así. No es el subordinado de éste, sino un igual, su mano derecha en todos los sentidos. Además de ser el amigo, consejero y fiel escudero. Por descontado no el perrito faldero que la doña le ha espetado con toda su ponzoña, ni alguien como Mauricio, un personaje en el que se confunden la fidelidad y la sumisión rastrera.
Realmente la trama de Severo y Carmelo es algo bastante novedoso. Dos amigos con una peculiar relación, asentada como ha dicho este último en una estimación verdadera, la que se ha forjado por los años de luchar juntos. Una amistad que se ha demostrado incondicional e inquebrantable, capaz de superar todos los desencuentros. En realidad casi tiene el aspecto de una relación de dependencia, tal es el grado que alcanzan los lazos que les unen.
Son dos hermanos no de sangre, pero sí de corazón, y esto es igual de fuerte
De ahí que lo que es importante para Severo lo sea también para Carmelo, y viceversa. Y quizás por ello Sol también vaya a convertirse en alguien importante para Carmelo, alguien a quien éste va a poner bajo su protección, al igual que a su hermano. En realidad no es que haya descuidado esta faceta pero faltaba el paso de que Sol le permitiera ayudarla, y una vez superado esto no ha tardado en ponerse manos a la obra.
Quizás haya ayudado un poco el propio egoísmo, porque sabe que ayudando a Sol a buscar su felicidad, algo que pasa por darle un empujón y echarla a los brazos de Lucas, puede liberar a Severo de sentirse obligado a seguirla. Y así no tener que separarse de la persona con la que ha compartido la mayor parte de su vida. Por cierto, a pesar de las especulaciones, no veo en esta relación nada más que lo que se vislumbra, ni intereses de ningún tipo que no pasen por lo que he dicho anteriormente de unos fuertes e inquebrantables lazos fraternos.
Pero creo que también influyen otros motivos. Carmelo es una buena persona y también la voz de la razón, alguien con la cabeza bien amueblada, que sabe ver más allá que los demás. Y sabe que si Sol sigue con su decisión, va a ser infeliz ella y también Lucas. Y que si ella no es feliz, tampoco lo va a ser Severo. Demasiadas personas implicadas para que se quede de brazos cruzados, sin intentar hacer algo para remediarlo. 
Y lo ha conseguido. Sin su concurso y sus sabios consejos las cosas hubieran tomado un rumbo muy distinto. Y Sol no hubiera sido capaz de admitir que, por primera vez, existe para ella la posibilidad de que  un hombre pueda entrar en su vida sin el temor a que la utilice.
De todas maneras es claro que el “trabajo” de Carmelo no va a acabar aquí, porque para Sol y Lucas empieza un camino que seguro va a estar sembrado de dificultades. La primera superar el pasado de la chica. Pero Sol también va a disfrutar de la mejor guardia pretoriana que se pueda desear: tres hombres formidables, Severo, Lucas y el propio Carmelo.

12 de agosto de 2015

Los nuevos protagonistas

Hay quien se pregunta quién va a ser el próximo protagonista de la serie tras la desaparición de Inés, porque es casi seguro que Bosco va a perder este papel. Por descontado nada sé sobre las intenciones de los responsables de la serie, pero a mí se me ocurren un par de opciones, y ninguna de ellas pasa por darle más protagonismo a Francisca y a su recién estrenado esposo. Considero imposible que su historia pueda arrastrar nada más que a unos cuantos incondicionales, porque además está imbuida de la parte peor del ser humano y no reporta más que sentimientos extremos que poco o nada tienen  que ver con el espectador desea ver. Y no digo que el concurso de un/a villana no sea necesario para romper la monotonía, aunque tampoco considero imprescindible que actúe constantemente para traer el sufrimiento a los demás o para utilizar su poder para avasallar. La gente es capaz de buscarse complicaciones por si misma sin que intervengan personajes de esta calaña (o si no que se lo pregunten por ejemplo a  Emilia y Alfonso)
Pero este es otro tema y hablaba de posibles protagonistas.

A estas alturas creo que ya he dejado bastante cristalino que mis claros favoritos son Lucas y Sol. Y por descontado Candela y Severo. Creo que todos ellos pueden ser el revulsivo que necesita la serie para salir de la apatía en la que está inmersa. Nuevas relaciones, pasión, lucha y triunfo del amor, son palabras que ahora mismo son casi utopías, pero que se pueden convertir en hechos con estas parejas, junto con las de Matías y Prado y  Gracia e Hipólito.
Además esta vez los personajes llegan mucho más trabajados, y la elección de los actores ha sido mucho más acertada, según el criterio casi unánime de los foros y páginas sobre la serie. 
Evidentemente a Candela / Aida ya la conocemos desde hace mucho tiempo y no tiene que demostrar nada, porque ha dado sobradas pruebas de su buen hacer, aunque ello no le haya evitado haber quedado relegada en las tramas. Ahora parece que se va a hacer justicia y va a volver a un plano principal de la mano de Severo/ Chico, un personaje que ya está dando muy buenos momentos. Bien plantado, educado, culto, caballeroso, generoso, y  una persona poderosa e influyente, pero que sabe administrar esto sin dejarse corromper, y que además da muestras de ser un hombre justo y cercano a la gente. Vamos, un espécimen nuevo en un mundo bastante cerrado y dominado por los terratenientes, de los que Severo viene a suponer la antítesis.  
Pero a Severo le falta algo y es conocer el amor de verdad, no el fraternal de amigo o hermano, sino el que nubla los sentidos y hace estremecer. El que puede conocer por Candela, aunque posiblemente antes tengan recorrer un largo y lento camino. Porque Candela habrá de enfrentarse a otro tema, como es la fidelidad a su difunto esposo Tristán, algo que no es insalvable pero que necesitará de tiempo y el convencimiento de que aún existe una oportunidad para ella. Pero los grandes amores se cuecen sin prisas, y este puede ser uno de ellos.
La otra pareja, Sol y Lucas, es diferente. Los obstáculos, que tampoco son insalvables en su caso, se  los ponen la sociedad con sus conveniencias, pero ellos son dos personas fuertes y con arrestos, que sabrán hacerles frente. De todas maneras la suya es una historia bastante poco corriente: un médico, con lo que representaba de una de las fuerzas vivas de un pueblo, y una mujer que ha dejado atrás un pasado oscuro y ahora reconvertida en señora de posibles, es algo bastante novedoso. Pero para ellos ya no hay dudas, porque el amor ya ha hecho mella en el corazón de ambos. Por cierto, se reprocha a Lucas que rápidamente haya sustituido a Aurora en sus querencias. Pero ahora queda demostrado que lo suyo fue una relación con unos sentimientos mal entendidos, y que jamás hubo amor en el sentido estricto del término, sino algo parecido, que de haber seguido con sus planes podría haberlos convertido en dos personas infelices.
Pero volviendo a las parejas actuales, o a las que están todavía en estado incipiente. Creo que todas ellas, las dos, pueden volver a traer la pasión y el romanticismo en mayúsculas. O esto espero.

11 de agosto de 2015

Huyendo de un pasado

Su carácter es complicado, pero su vida también lo ha sido.
Sin embargo aceptar esto no significa que automáticamente todo haya de ser más fácil, porque otra cosa es la convivencia con una persona como Sol. Que no es que sea mala persona, solo es un ser atormentado que ha de aprender a quererse a sí misma y también a dejarse querer. Aunque lo segundo sea más fácil que lo primero, porque ya existe quien la quiere y quien desea ayudarla a quererse.
Las carencias afectivas pasan factura y Sol parece haber olvidado lo que es sentirse arropada por quien le da su afecto. Y la desconfianza es comprensible cuando ha sido utilizada como una muñeca de trapo en manos de hombres sin escrúpulos, que ha tenido que crearse una coraza para sobrevivir, que ha visto como le arrebataban la inocencia antes de empezar a vivir, y que al final probablemente ya había asumido un destino que parecía no poder cambiarse. Pero si se puede, y para Sol ha surgido la oportunidad de dejar atrás una vida que solo se antojaba sin libertad, ni futuro.
Hay quien se impacienta por el carácter de la chica y su carácter cambiante, que hasta el momento parece dejarse arrastrar por factores ajenos, y que para una mujer que se antoja aparentemente fuerte como Sol no tendrían que ser un problema  difícil de superar. Pero no ha sido solo abandonar el entorno en el que se movía, sino entrar en otro mundo totalmente diferente, y quizás es complicado asimilarlo. Ha pasado de ser una simple herramienta para unos fines concretos, tratada sin la mínima consideración, a ser una mujer respetable, respetada e incluso querida por quien o quienes han visto detrás de ella a la auténtica Sol.
Sin embargo esto no parece suficiente para calmar sus temores, aunque ahora arrastra también en cierto modo a su hermano. Porque no es Severo quien pretende imponerse, sino que es Sol quien, como dijo Carmelo, se está comportando egoístamente, dejando que sus miedos la condicionen y que su pasado la persiga en vez de plantarle cara, y además sin que acabe de ver que ello condiciona a los que la quieren. Por supuesto tampoco pretendo decir que tenga que someterse y callar lo que siente, solo que quizás habría de ceder un poco e intentar entender.
Y especialmente no decidir por los demás. En concreto por Lucas, del que parece quiere huir, aunque es evidente que lo que teme es que si vuelve a verle no podrá acallar sus sentimientos. Pero si Lucas la acepta tal como es, que es consciente de a lo que enfrenta por el pasado de ella y aún así esto no lo frena, es difícil entender porque se ha de negar el amor, a tener a su lado a un hombre que no busca satisfacer unas necesidades sino estar con ella por algo más que entra ya en el terreno de los sentimientos.

9 de agosto de 2015

Acabando una etapa

Aunque dé la impresión que me estoy anticipando a un acontecimiento que ya está en boca de todos: la muerte de Inés, y que la pregunta que me formulo parezca que vaya en esta línea, no es la intención de este escrito. 
¿Cuántos velatorios hemos visto en el Jaral? Me respondo yo misma: demasiados para un solo lugar, lo que convierte a esta casa en un lugar impregnado de malos recuerdos.  
Y a todo ello hay que añadir la misma atmósfera austera, en la que desde los muebles hasta los cortinajes llevan impresos un halo de fatalidad. El mismo que da cuenta de que es un lugar en el que la felicidad no ha hecho mucha estancia, un sitio que desde hace tiempo solo parece destinado a acoger a desahuciados por las tramas, personajes que han perdido relevancia y que acaban convirtiéndose en casi invisibles, o finiquitando definitivamente su trayectoria. Pues una vez relacionados con estas cuatro paredes, pocas posibilidades les quedan más que sufrir lo indecible, salir con los pies por delante o acabar huyendo, en este último caso como han hecho Martín y María, o Aurora. Y esperemos que pronto sea Candela la que haga las maletas, porque creo que ya estamos cansad@s de verla sin apenas trama, solo penando por los demás y sin la posibilidad de pensar en sí misma. Y, ¿porque no? también que suceda algo con el único representante de la saga familiar que queda en PV, Bosco, al que espero deparen mejor suerte si es que tienen en mente buscarle una nueva compañera, una vez Inés desaparezca de la serie esta semana.
Por ello casi es reconfortante para l@s que la serie aún nos supone algo, que este sitio y La Casona, otro lugar no muy recomendable para dejarse caer, vayan perdiendo protagonismo en favor de La Quinta Miel Amarga y de sus habitantes. Lugar en el que, por cierto, se respira un aire diferente a las demás, en la que el ambiente está embebido de un aire señorial y con un cierto toque masculino, en la que la luz y el color bañan las estancias y en la que la exquisitez es signo de identidad. Incluyendo a sus habitantes, para los que no se escatima un vestuario elegante y variado, acorde con su posición.
Lo que no es diferente es en cuanto a felicidad se refiere. Los problemas que arrastra Sol están impidiendo que este estadio de vida se pueda instalar sin reservas en este lugar, dejando además otras secuelas que afectan a algo que parecía inquebrantable no hace mucho: la amistad entre los dos hombres de la casa, que a pesar de todo permanece.
Y a todo ello he llegado a lo quería decir realmente.
Quizás me estoy dejando llevar por una impresión precipitada, pero creo que se está produciendo un cambio sutil que ha de permitir dar un aire nuevo a la serie. Y esto solo lo pueden traer nuevas historias que vuelvan a hacer vibrar como antaño, y en las que tengo depositadas muchas esperanzas. Por descontado me refiero a Sol y Lucas, y también a Candela y Severo. Y fuera de allí, a la preciosa y tierna relación de dos adolescentes como Matías y Prado, y a la que se adivina complicada lucha de un chico bonachón y una encantadora encajera para superar todos los obstáculos que les impiden la plena felicidad.

8 de agosto de 2015

Justicia. Aunque a medias

Si para una persona corriente ya supone un descalabro considerable verse en la tesitura de tener que cambiar radicalmente los hábitos de vida, para alguien que con solo chascar los dedos tenía el mundo a sus pies debe ser algo inimaginable. Aquello de “mando, ordeno y que se haga pronto por aquí, un quítame de en medio este estorbo por allá……..y después unas pesetillas para aliviar la conciencia por acullá”, ha pasado a convertirse en NADA. 
Al menos esta vez aquello de que las malas acciones acaban revertiendo en quien las ejecuta, parece que se está haciendo realidad. Aunque haya costado lo indecible, y por el camino hayan quedado multitud de damnificados que nunca podrán ver como al fin se impone algo de justicia.
Porque lo que es claro que aun en el caso de que alguna vez recupere aunque sea una mínima parte de su fortuna, para Francisca nada va ser lo mismo. Y quien piense que, a pesar de todo, aún ha quedado un resquicio para ella y que una supuesta felicidad ha llamado a su puerta, creo que anda muy errad@. Cierto que la felicidad puede sobrevenir de muchas maneras y aunque las materiales también pueden ayudar, no es la primera opción. Pero para Francisca, que siempre ha vivido en la opulencia, es evidente que la seguridad económica también juega un papel importante, que unido al alma emponzoñada además por la soberbia y los deseos de venganza impide conseguir aunque sea un mínimo estadio de felicidad. No al menos en los términos en que se entiende. Ni siquiera creo que el hecho de que el hombre del que se afana en proclamar como el gran amor de su vida sea ahora su esposo, y estén ligados por un vínculo inquebrantable, vaya a cambiar gran cosa el panorama, porque a muy poc@s se les escapa que la Francisca que tod@s conocemos sigue ahí agazapada, esperando su momento. Lo único que consuela de todo ello, es que la falta de medios actual le impide pasar a la acción. Y que dure!!.
En realidad sigo preguntándome adonde pretenden llevar con esta trama. Evidentemente nadie lamenta la actual situación de Francisca, algo esperado y demandado desde hace años. Tanta maldad gratuita ha acabado por cansar a los espectadores, hartos de ver la impunidad con la doña se ha movido durante este tiempo. Pero por alguna razón parece que romper con todo no es posible, y que se ha considerado necesario dejar un resquicio y buscar la manera de maquillar su imagen dotándola de algo de humanidad, por otra parte imposible de creer cuando una y otra vez vuelve a dejar ver su verdadera catadura. Francisca no va a cambiar, ni creo que tampoco nadie fuera a creer a estas alturas en una conversión casi milagrosa. Creo que han llevado demasiado lejos a este personaje para que resulte creíble algo de este estilo.
¿Que pretenden que además su historia con Raimundo despierte algún interés más allá de sus incondicionales? Creo que es un intento bastante vano, no porque un amor de madurez no tenga cabida, sino por lo dicho anteriormente de poco creíble, mas con los antecedentes de esta pareja. Además pienso que la gente está demandando otro tipo de historias que no vengan tan condicionadas por la trayectoria conocida de los personajes.
Otra cosa es que se trate de convenir en un clamor, que no se puede considerar ni de lejos generalizado, (aunque por supuesto totalmente respetable), como es el de l@s fans de la pareja Francisca-Raimundo. Creo que difícilmente se podría hablar de esta posibilidad, que por cierto se ha barajado por parte de algún actor (quiero creer que solo a modo de comentario casual), porque de serlo sería un agravio comparativo para otros colectivos, bastantes más numerosos, que han existido o existen en la serie, y para los que se tendría que exigir el mismo respeto.
Claro que entiendo que no se puede tener content@ a todo el mundo y menos al mismo tiempo. 

6 de agosto de 2015

La libertad de escoger

Al tratarse de algo que atañe a los Mirañar es posible que pase más desapercibido, pero considero que el tema de los devaneos de Pedro con el comunismo, aunque tratado desde una óptica aparentemente frívola, en el fondo encierra una importante crítica social.
Evidentemente solo pretendo dar una opinión desde mis propias convicciones, que se acercan a los postulados que ha abrazado Pedro, aunque mi ideología no se sitúa en el entorno comunista. Pero si creo en algo de lo que predica, como es el libre albedrío de las personas para decidir sobre sus propias vidas sin que nadie interfiera, a menos que sea absolutamente necesario, y siempre para ayudar, no para intentar meter baza.
Por descontado tengo en cuenta el momento de la acción, y la influencia que ejercía la iglesia sobre la sociedad de la época. Y tengo claro que ante todo se situaban las apariencias por encima de las personas, aunque aquellas vinieran a través de reglas establecidas dictadas por alguien muy alejado de la realidad del pueblo llano. Algo que desgraciadamente casi siempre ha sido así, pues creo que la sensación generalizada es que a veces los políticos viven a espaldas de lo que piden los ciudadanos. También la iglesia, que además durante años ha marchado al unísono con los gobiernos, pero que no ha evolucionado al mismo ritmo que la sociedad (aunque ahora se perciba una tímida apertura).  
De todas maneras he de decir que el papel que le atribuyen a D. Anselmo me parece histriónico, exagerado casi hasta el punto del ridículo. Por supuesto, entiendo que en aquellos tiempos la separación iglesia–estado era inexistente y que la iglesia además de ser un poder establecido, al estar en primera línea ante las personas era la principal garante de preservar la moral y las buenas costumbres. Papel que, por cierto, se atribuyeron ante el inmovilismo popular, no porque tenga que ser así, pues a diferencia de los gobiernos que son elegidos por el pueblo, los representantes religiosos no son escogidos por votación popular, ni siquiera por los que realmente representan. Además el intento de imponer una determinada manera de pensar, algo que entra dentro del terreno de las convicciones personales, me parece de todo punto una intromisión inaceptable.  
Por lo que la persecución a la que el sacerdote somete a Hipólito, además de las maneras bruscas de tratarle, me producen una sensación de rechazo, y no solo porque el blanco de las mismas sea un chico bueno, que merece ser feliz. Y me alegro que tanto Pedro como Hipólito le planten cara y en este caso no se sometan a su arbitrariedad, pues se trata de un asunto que solo le atañe a éste y Gracia, y en última instancia también a los padres del chico. Por supuesto no le niego al sacerdote el derecho a opinar, pero si a intentar dirigir la vida de los demás.  
Sin embargo intento ponerme en su lugar y en lo que representa, y sé que tampoco se podría pedir tolerancia así por las bravas, aunque en más de una ocasión ha demostrado que puede tenerla. Recordemos las ocasiones que miró hacia otro lado con Pepa y Tristán, Martín y Maria e incluso Bosco e Inés, por citar a algunos. Y que durante años ha encubierto a Francisca y sus desmanes, algo bastante peor que aceptar que unas parejas vivan amancebadas.  
Y defiendo que Hipólito y Gracia puedan vivir sin sobresaltos su amor, sin tener que estar siempre en el punto de mira. Aunque también es cierto que ignorar lo que puedan decir los demás es una buena solución. Porque llegará un punto en el que  beat@s y metomentod@s se cansaran de este tema, o encontrarán otra víctima a la que dirigir sus dardos.
Por cierto, acabo de leer una cita que se adapta perfectamente a lo que estoy intentando expresar: “Para ser feliz debes aprender a ignorar a mucha gente” (de autor desconocido)
¡A lo mejor tendríamos que pasarle esta reflexión también a Sol!

5 de agosto de 2015

Dos dianas y cuatro verdades

Preferiría no tener que darle la razón a Carmelo, pero lo cierto es que pienso que la tiene. Lo que pasa que esta vez ha empleado métodos “contundentes” para hacerla visible.
Y quizás porque Severo no ha estado muy afortunado en su comentario. Ya sabemos que últimamente anda un poco perdido y sus ideas no están muy claras, al menos por lo que respecta a las personas más cercanas. Porque después de tantos años de convivencia Severo tendría que conocer mejor a Carmelo, y saber que no lo mueve la ambición sino otras cosas menos materiales.
De todas maneras quizás haya sido necesario que se llegara a este límite para que Carmelo pudiera soltar cuatro verdades, dejando a su amigo confuso y pensativo, sopesando cuanto de verdad hay en lo que le ha espetado.
(No puedo evitar reproducir los diálogos porque creo que son de lo mejorcito que ha habido últimamente, incluidas las escenas que los han propiciado en las que un gran Raúl Peña ha dejado otra vez bien claro su buen hacer)
“Solamente quiero cuidarte y protegerte. La culpa y la venganza te tienen dominado y eres incapaz de disfrutar de nada. Eres incapaz de vivir. Tienes todo lo que un hombre podría desear y ¿de qué te sirve? Eres un amargado y un infeliz. Vas a serlo el resto de tu vida hasta que te mueras”
Pero digamos que hay algunas cosas de esto que ha dicho Carmelo que podrían estar movidas por la ofuscación del momento, aunque en el fondo hay mucha verdad en ello. Sin embargo hay tiempo para enmendarlo y Severo tiene la ventaja que hay mucha gente alrededor que le aprecia y que pueden ayudarlo a salir de este estado. Aparte de su propia conciencia, que no le deja en paz, algo que deja bien a las claras que dista mucho de parecerse a su más enconada enemiga, Francisca. Y, por descontado, Candela puede ser parte crucial en devolverle a la vida y hacer que todo lo anterior solo sea un mal recuerdo.
Pero hoy había para todos los hermanos Santacruz. Porque después le ha tocado el turno a Sol.
“Frente a frente te digo que has destrozado la vida de tu hermano. Le has arrebatado el corazón y lo has pisoteado cada vez que te ha venido en gama. No se me ocurriría interponerme entre vosotros, pero te aseguro que tendría todo el derecho porque yo he sido su pañuelo de lágrimas durante todos estos años, en los que ha sufrido lo indecible para encontrarte, ha pagado fortunas a investigadores para que nunca dejasen de buscarte. ¿Sabes que me da mucha lastima? Que todo este esfuerzo de mi amigo no haya servido de nada, que no haya merecido la pena porque ¡tú no mereces la pena! ¡Porque tú no has estado a la altura, no has sido capaz de devolverle la mitad del cariño que él te ofrece a manos llenas! Eres despiadada, y cruel, eres una egoísta que solamente se quiere a sí misma”.
En este caso pienso que Carmelo no está faltado de razón y que alguien tenía que decírselo a Sol. Inmersa en su propia lucha interior ha olvidado que a su alrededor hay otra gente a los que les importa, y que no puede ignorarlos, ni mucho menos hacerlos marchar a su ritmo. Y ni siquiera parece haberse planteado que no tiene porque luchar sola, y que si se deja ayudar quizás consiga afrontar el futuro sin obligarse a optar por la resignación.