Algo se ha roto

De entrada, y aunque pueda parecer engreído por mi parte, tengo que poner sobre aviso de que mi comentario es posible que no vaya a gustar a las/os fans de Conrado y Aurora que pueden acercarse a este sitio. Pero no puedo, ni es mi intención evitar dar mi opinión sobre esta pareja, sólo por el hecho de que haya personas (afortunadamente algo residual) que no sepan encajar una opinión crítica y puntual sobre su/s personaje favorito, tal como he podido constatar con algún comentario dejado en este blog. Porque al final no se trata más que de una ficción sobre la que se puede debatir, discrepar, pero sin perder de vista que es algo que sólo existe en la imaginación de los guionistas. Y después, que todo el mundo y nadie tiene la razón, sólo ideas u opiniones al respecto, algo muy personal e inherente a cada uno y que no necesariamente tiene porqué ser la verdad. También tengo que decir a las/os que piensan que no me gusta esta pareja, que en los últimos tiempos sus tramas han conseguido que mi opinión fuera variando, y que hace que ahora valore más a sus personajes de manera individual y no tanto como una pareja consolidada. Ah, por cierto, también supongo que habrá quien piense que me estoy ensañando con ellos, dando trato de favor a otros personajes. Pero vuelvo al principio. Saltarme esta trama que ahora mismo copa buena parte del capítulo sería como dar la razón a los/as intolerantes de todos los colores y tendencias, y no voy a ser tan hipócrita como para evitar hablar de esta pareja sólo para eludir los comentarios en contra de lo que sólo es mi opinión en mi blog personal.

Y por supuesto yo si acepto las críticas. Siempre, claro está, que me parezcan constructivas y argumentadas.

Después de todo, Aurora quizás no se asemeje tanto a su madre. No conocí mucho del personaje de Pepa, aunque sé que tenía un carácter fuerte, pero estoy convencida que hubiera reaccionado de distinta manera ante Tristán y una situación del tipo a la que se enfrenta ahora su hija. También es cierto que Pepa era más mayor de lo que es ahora Aurora, y probablemente bastante más sabia y bregada por la vida. Los años otorgan una pátina de todo esto, y también la madurez suficiente para no valorar las cosas ateniéndose sólo a las primeras impresiones, y dejando que los instintos se impongan a la razón.

Asimismo es cierto que Conrado no le ha contado la verdad y que, de entrada, creo que es normal que la chica pueda sentirse traicionada por la falta de confianza. Probablemente yo misma sentiría algo parecido, sino fuera porque ésta no se puede llenar la boca con ello sin recordar que tampoco ha sido del todo sincera con el hombre, aparte de que, por fallo del guión o fallo de memoria, hace un tiempo Conrado intentó explicarle su pasado y ella misma se lo impidió.

Pero lo que me ha parecido más mal es el punto de irascibilidad que ha puesto en ello. Jamás me han gustado las personas que primero gritan y después intentan razonar. Sólo estoy pidiendo que se siente y hable con calma de todo ello y, por supuesto, sin llegar incluso al extremo de morderle para librarse de él.

También es cierto que no ha de ser fácil asumir algo así y que cualquier persona necesita un tiempo de reflexión, más después de oír las explicaciones de Conrado. Y supongo que llegará el momento en que Aurora se dará cuenta que el hombre no es más que una víctima. Nada de lo sucedido se le puede achacar directamente, pues no es una situación que él haya provocado, ni deseado. Aunque si es evidente que, aunque ame a Aurora, no ha olvidado a Alicia, una mujer que fue muy importante en su vida y que es claro que ha dejado huella.