Creo que de todos los personajes
de PV, al que he dedicado menos espacio es a D. Anselmo. Lo cierto es que
tampoco sus tramas dan para extenderse mucho y siempre suelen estar supeditadas
a otros personajes más protagonistas.
Aun así hay que reconocer que
tampoco es un sacerdote muy al uso. Ciertamente es algo ortodoxo, tal como
corresponde a un siervo de la iglesia, y más en los años en los que transcurre
la acción. Pero también es una persona con cierta mano izquierda y que no vive
instalado permanentemente en su ministerio, a pesar del poder que la iglesia
ostentaba sobre la vida de la gente. La historia ha dejado constancia de que realidad
la religión era uno de los poderes fácticos, junto al de los caciques, pero D.
Anselmo representa otro tipo de religioso, mucho más cercano a la gente y que
no hace uso de sus prerrogativas más que cuando es necesario.
Se preocupa por la gente, es
comprensivo hasta el punto que le permiten sus creencias, es capaz de anteponer
las personas a los dogmas, es caritativo,... Y es amigo de sus amigos, aunque
sorprendentemente el mejor de ellos es un ateo confeso y recalcitrante.
Lo cierto es que encuentro
estimulantes las conversaciones que se dan entre él y Raimundo. Ya escribí el
otro día sobre este último y el hecho de que considero que tengo muchas cosas
en común con este personaje, refiriéndome a su manera de pensar y de ver la
vida. Por ello cuando se producen discusiones entre él y D. Anselmo, siento
que, de alguna manera, Raimundo habla por mi boca.
Cierto que también a lo largo de
la serie ha habido momentos en que el sacerdote no ha estado muy acertado,
especialmente cuando se ha mostrado supeditado a los deseos de Francisca, e
incluso ha mirado hacia otro lado en algunos temas que atañen a esta, incluidos
algunos asesinatos. Pero también ha sido el soporte de muchos de los personajes
de la serie. Y su ministerio le ha forzado a pasar por algunos tragos no muy
agradables.
Como ha sucedido con Fernando.
Voy a aprovechar que ha salido el
tema, para dejar también mi opinión sobre la “despedida” de éste, que espero
sea definitiva. Me ha parecido un fantoche de cuidado, y ni por un momento sus
bravatas me han parecido creíbles. Entiendo que es un as que se han guardado en
la manga los guionistas y que pueden utilizar en el futuro (o no), pero pienso
que su periplo por la serie está más que agotado. Y sus amenazas, que nunca pueden
ser ignoradas del todo, sólo fruto de su mente desquiciada y ansiosa de
venganza. Me ha parecido un ser patético.
Me encanta Don Anselmo.
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