27 de febrero de 2014

Un antes y un después

Quizás habrá un antes y un después desde la llegada al mundo de Esperanza, pero considero que en realidad ya hace semanas que el rumbo de la serie está tomando otros derroteros. Han desaparecido personajes que fueron importantes, han llegado otros que han de serlo, pero principalmente el cambio más brusco y a la par más deseado, lo ha protagonizado la que se supone la pareja principal. Y aún ha de cambiar más con el nacimiento de su hija, que no sólo ha de revolucionar la vida de sus padres, sino que además ha desencadenado situaciones que quizás se venían larvando, pero que ahora están cogiendo carrerilla. 
Es obvio que el primer y principal cambio es que Martín y María han formado una familia, atípica por no estar bendecida por la ley y la iglesia, pero familia al fin y al cabo. Ahora una personita también forma parte importante de sus vidas y ya nada volverá a ser lo mismo. Cierto que el amor que la pareja se profesa no ha perdido ni un ápice de su intensidad, incluso creo que aún sigue creciendo, pero  el inmenso corazón de ambos ahora ha hecho un espacio particular a alguien más que es la prolongación de los dos y un vínculo que los une para siempre. Y no dudo que las palabras de Martín de que daría su vida por su hija tienen ya todo el sentido. Será sin duda un buen padre, al igual que Tristán lo fue para él y que siempre está muy presente en su pensamiento. De hecho no hace ni unos meses que éste decía estas mismas palabras a sus hijos y con la misma convicción.
Y si antes hablaba de consecuencias del nacimiento de la niña, otra que se ha dado puede influir en la segunda pareja principal. Entre las muchas particularidades de Aurora, que en nada la asemejan a la mayoría de los personajes femeninos de la serie, hay algo de lo que ya se ha hablado en otras ocasiones: no es fácil engañarla y quizás tiene una de las mentes más lúcidas de PV, a pesar de su juventud. Es cierto que ha estado un tiempo como abducida por lo que Lesmes supone, en cuanto a que le facilita el camino a su vocación por la medicina, pero finalmente eso no ha sido importante ante la evidente mala intención del galeno y sus ansias de malmeter contra Conrado. Aurora es como una leona defendiendo a los suyos y el geólogo es, a pesar de él mismo, el ocupante de su corazón. Confía en él plenamente y ello ha hecho que haya pillado al médico en una mentira. Con lo que la complicidad que hasta ahora existía entre Lesmes y su ayudante está desapareciendo a marchas forzadas, convirtiéndose ahora en una suerte de encontronazos continuados. Y en este momento mismo lo que provoca esta situación es la actitud del galeno con respecto a Esperanza, su aparente poca disposición a luchar por la vida de ésta limitándose a hacer su trabajo, e incluso su rechazo a la búsqueda de métodos alternativos tal como ha propuesto Aurora. 
Del resto creo que hay que destacar un personaje al que no suelo dedicar demasiada atención pero que quizás es uno de los que está experimentando un cambio más destacado. Me refiero a Mauricio, que aun siendo leal a la doña, parece que empieza a cuestionar sus decisiones. Aunque sea a sus espaldas. Es cierto que es un bruto, pero más de una vez ha dejado asomar algo que permite suponer que tiene corazón. Lo hemos visto con Efrén, con Hipólito, con Martín y con otros. Y ahora con la mirada entre sorprendida y de censura ante la nula capacidad de su ama para sentir un mínimo de empatía hacia una niña que es además su bisnieta. 

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