28 de junio de 2017

La revolución de Adela

Sin duda Puente Viejo ha sido y es una serie de grandes hombres, pero especialmente de grandes mujeres, algunas de las cuales han dejado huella. Y en la que otras aún siguen dejándola,….cierto que cada cual a su manera.
Por supuesto esto tiene mucho más mérito en una época en el que el papel de la mujer era poco más que anecdótico, y solo unas cuantas supieron (o pudieron) hacer frente al patriarcado establecido, que no permitía dar un paso sin el permiso de padres, maridos o familiares masculinos.
Mujeres con gran fortaleza como Pepa, que no se conformó con lo que parecía estarle destinado por su condición humilde. Como Aurora, que nos enseñó que se puede perseguir un sueño y alcanzarlo. Como María, que luchó para conseguir la felicidad, sin importarle los medios, ni el tener que renunciar a muchas cosas. Como Francisca que, aún con malas artes, supo hacerse un lugar en un mundo de hombres y además acumular poder sobre ellos (aunque esto último no es precisamente una buena cosa si no se sabe utilizar. Como sucede con ella). Como Sol, una mujer con coraje, valiente, que supo hacer frente al estigma de un pasado oscuro. Como Candela, una mujer con cultura, que supo salir adelante por sus propios medios y que ha sido siempre un ejemplo de generosidad, altruismo y un poco la madre de muchos, enfrentándose sin desfallecer a la adversidad. Como Emilia, una mujer de carácter y con un buen bagaje cultural, que ha conseguido cuotas de igualdad inimaginables en esta época.  Como Mariana, Fe, Rosario, Camila, Beatriz, Gracia, Dolores,…….todas con su propia idiosincrasia, todas ellas notables en su faceta particular. Y no, por supuesto no me olvido de las demás que han pasado por la serie, y cuya lista sería larga de enumerar.
Pero hoy quería traer a otra mujer que, sin hacer mucho ruido mediático, ha entrado con fuerza. Y no me refiero a la nueva incorporación, Julieta, si no a Adela.
En las pocas semanas que lleva en Puente Viejo ha puesto en marcha una verdadera revolución, que no tiene nada que ver con significarse como activista o como líder revolucionaria,…. aunque en realidad lo sea y no se esconda de ello.
Seguro que tod@s tenemos bastante claro que la cultura es importante para hacer avanzar la sociedad. Y Adela lucha para que sea así, para que todo el mundo tenga, mediante el saber, una oportunidad de crecimiento personal, de ampliar horizontes. Pero no solo se ha quedado ahí, sinó que está demostrando que con voluntad y esfuerzo también se puede hacer crecer a un pueblo. Y lo ha hecho poniéndose delante y asumiendo responsabilidades, buscando sin desfallecer el bien común, con nuevas ideas y propuestas, y sin dejar que la frenen los posibles obstáculos. Sin olvidar que es una mujer de carácter, con ideas muy claras y firmes convicciones, que tampoco se deja intimidar y que ha conseguido el respeto aparente de Francisca,…. cosa bastante difícil de ver.
En fin, un personaje que considero muy completo y del que espero grandes cosas. Sin olvidar su preciosa historia de amor con Carmelo, que han sabido llevar con acierto, sin concesiones al sentimentalismo barato, y dejándonos ver a dos personajes que han llevado ante todo siempre como bandera la sinceridad y el decirse las cosas por su nombre (vale, que Carmelo no lo hizo al principio, pero ha valido la pena el resultado). Una historia en la que ellos son los protagonistas, sin buscar la aprobación de nadie y con la libertad de amarse sin trabas. Y especialmente que nos han demostrado que su amor es de verdad, cuando Carmelo estaba dispuesto a renunciar a ella aceptando que lo que les separaba era infranqueable por su error, y Adela también estaba dispuesta a poner sus convicciones por delante de sus sentimientos, a pesar del enorme dolor que ello le suponía.  Y que con la generosidad de ella y la constancia de él, han podido vencer. 

21 de junio de 2017

Los hermanos Ortega

Siempre he creído que era capaz de poner suficiente distancia entre la ficción de la novela y la vida real, pero reconozco que la trama actual de Francisca está consiguiendo sacarme de quicio.
Y me sorprendo a mí misma con ello, porque nunca en estos seis años lo había conseguido con la misma intensidad que ahora. Así que pienso que no es solo la trama, si no el cansancio de ver siempre lo mismo, de ser testigo de como este personaje corrompe todo lo que tiene alrededor y siempre consigue salir airosa.
Con unos guiones a su servicio, ya han conseguido con ello destrozar al personaje de Raimundo, al que han convertido en un pelele incapaz de ver más allá de sus narices. Nunca está, nunca ve, nunca oye,….ahora solo lo hace a través de alguien que cuando se da la vuelta ya le está manipulando y engañando como a un pardillo. Un hombre que ha estado en prisión y desterrado por defender sus convicciones y que ahora se deja convencer sin apenas protestar, que pone el corazón antes que la razón, que ha aparcado sus ideales, que olvida la palabra dada, que prefiere mirar hacia otro lado, que es incapaz de hacer que sus razones sean escuchadas por Francisca,…….que parece convencido que con su cercanía y dándole su amor va a hacerla cambiar o al menos frenarla, cuando ello es imposible.
Y se está demostrando a cada día que pasa.
Por lo que me temo que los dos nuevos personajes que estarán en la órbita de la doña van a seguir el mismo camino. Con muchas reminiscencias del personaje de Bosco, veo en Saúl a una buena persona que seguro que en pocos días se va a enfrentar a todo el mundo para defender a su “benefactora”. De hecho ya han empezado con una trama similar, salvando a Francisca de morir en manos de malhechores (con algunos retoques viene a ser lo mismo en los dos casos). Y me temo que todo lo que va a venir a continuación va a ser de lo más previsible. Evidentemente esto solo son conjeturas, pero estoy segura que no voy muy desencaminada. Como también lo estoy que va a tener que pasar un buen tiempo hasta que Saúl descubra la verdadera naturaleza de la Montenegro.
Sin embargo si lo anterior incluso puedo aceptarlo como algo inevitable, no es lo mismo con la idea de que Francisca le vea como a un segundo Tristán. La sola idea ofende, primero porque no pueden apelar a la nostalgia en este caso, cuando Francisca trató tan mal a su hijo, olvidándose de él cuando más necesitaba su apoyo, cuando hizo todo lo posible para que no fuera feliz con las personas que él había escogido, cuando ha renegado incluso de toda su descendencia llegando al punto de intentar deshacerse de los hijos de éste. Pero especialmente porque creo que el personaje de Tristán es imposible de reemplazar, primero por su personalidad (por supuesto con sus carencias y virtudes), pero también por su carisma indiscutible.  
De Prudencio hay menos información, aunque ya sabemos que tiene un carácter diferente a su hermano (aquí las semejanzas con los Buendía). Y que es más ambicioso.
Por supuesto espero equivocarme, porque de entrada me gustan Saul y su hermano, y porque no quiero verlos andando el mismo camino que han seguido sus predecesores cuando se han cruzado con la Montenegro. Pero no esta vez no voy a ponerme expectativas, porque demasiadas veces se han frustrado.

19 de junio de 2017

Un personaje caído en desgracia

Solo en contadas ocasiones los personajes que abandonan la serie han conseguido salir de la misma por la puerta grande. De hecho una buena parte lo han hecho con los pies por delante, algo que solo puedo entender si de lo que se trata es de cerrar una trama de manera definitiva,….. a pesar de que existan multitud de soluciones menos cruentas. Sin olvidar que también hay algunas de estas historias que se han cerrado en falso, dejando a los telespectadores con una incógnita que presumiblemente jamás va a ser resuelta (la más flagrante, el destino del cuerpo de Pepa,…… aunque sea solo uno de un largo reguero de temas inacabados).
Pero hay algo más discutible, y que es recurrente: antes de desaparecer, y con casi toda probabilidad, estos personajes, y l@s telespectadores, vamos a ser testigos de cómo su imagen experimenta una decadencia (por llamarlo de manera benévola, aunque la palabra sería más bien destrozo). Bien sea dejándolos relegados/as en las tramas, o por un cambio de personalidad que hace que las/os espectadores los cuestionen y pasen a ser blanco de críticas negativas.
Y la primera idea que se te ocurre al respecto es descabellada y probablemente injusta: una venganza soterrada de la producción por estropear la planificación (siempre que el actor o actriz decida de manera unilateral abandonar la serie). Y sé que decir esto puede llevar a malentendidos, pero estoy convencida que muchos y muchas lo han pensado.
De todas maneras es complicado encontrar una explicación a la normal coincidencia de estas dos cosas: la marcha y anterior caída en desgracia de un personaje.
Evidentemente se puede entender que haya que darle tramas, y que no todo puede ser un camino de rosas en el desarrollo de las mismas. Además ya sabemos que “la felicidad no vende” (palabras de una guionista) pero, a la vista de las audiencias actuales, la infelicidad y el mal rollo acaba pasando factura también. Y un término medio no estaría mal, para variar.
Sin embargo lo peor es cuando acaban dotando al personaje de una personalidad totalmente distinta a la de su puesta en escena inicial. En este caso voy a referirme especialmente a Hernando, en quien estaban depositadas muchas expectativas por el planteamiento de su personaje, pero que a medida que han ido pasando los capítulos ha ido derivando en algo muy diferente.
Llegados a este punto quizás haya quien diga que si se crearon expectativas la culpa es de los espectadores, pero creo que nada más lejos de la realidad. Se vendió un producto a bombo y platillo, pero lo han acabado destrozando con tramas absurdas, con un vuelco en la manera de ser del personaje que ha terminado haciéndolo casi irreconocible. Por supuesto las personas cambian y es posible que las circunstancias también lo determinen, pero lo que siente y cree una persona, como ha modelado su personalidad, no cambia tan fácilmente. Y no se puede pasar de ser alguien con un carácter fuerte y dispuesto a hacer frente al mundo, a otra persona incapaz de razonar con claridad y moviéndose a impulsos. Vale que puede que siga conservando una manera de ser que le ha llevado a creer que no necesita a nadie para salir adelante,... pero nadie es una isla. Y menos ahora, cuando Hernando tiene una familia que sacar adelante y de la que dependen sus decisiones.
Y hay otro tema en esta historia: su relación con Camila.
Otra cosa que nos vendieron era la de una historia de amor, pero ha acabado siendo una historia sin más, en la que los desencuentros ganan por goleada a los momentos dulces. Por descontado no estoy pidiendo unas escenas acarameladas por sistema, ni siquiera que sea todo fácil, porque seguramente acabaríamos cansad@s también de ello, si no una tregua y algo más de felicidad. Que la vida está lo suficientemente achuchada como para encima sentarse ante el televisor y ver más de lo mismo. No se trata de huir de la realidad, solo de dejarla aparcada un rato,……que es lo que se supone ha de hacer una serie de entretenimiento.
Por supuesto, aunque el comentario sea sobre Los Manantiales, lo hago extensible al conjunto de la telenovela. 

11 de junio de 2017

Nuevas historias...o historias ya contadas

Aparte de adelantar acontecimientos, sería muy injusto y precipitado emitir juicios sin tener una base fiable. Porque por ahora solo tenemos retazos de noticias que como ha sucedido muchas veces suelen tender a magnificar los temas o les dan un enfoque que al final acaba teniendo una visión diametralmente opuesta a la de l@s telespectadores. Aunque también a veces (pocas) y sin esperarlo, pueden llegar a sorprender para bien.
Estoy hablando por supuesto de las nuevas tramas y lo que parece una vuelta al formato original de la serie, según apuntan los responsables. Pero si bien es cierto que muchas veces por parte de l@s seguidores se ha hablado (y quejado) de que la serie ha ido perdiendo con el tiempo su esencia original, parece que la interpretación que los responsables de El Secreto de Puente Viejo han hecho de esto se ha tomado al pie de la letra, en vista de lo que ahora nos plantean como nuevas tramas,…. que no dejan de parecer un remake de lo que ya hemos visto. Y que si bien es cierto que son situaciones  que en su momento funcionaron muy bien, no significa que vayan a volver a hacerlo necesariamente, porque influyen muchas más cosas que unos guiones. Ya que también se trata de los actores y actrices escogidos, y la originalidad de las tramas.  (Por supuesto no pretendo poner en cuestión a los que escriben los guiones, que supongo que lo hacen lo mejor que saben, como tampoco a los nuevos actores y actrices, que admito desconozco como trabajan)
Pero no creo que lo que espera la gente sea volver a revivir tramas parecidas a las del principio, sino otras cosas mucho más de fondo, como las historias románticas, la lucha de clases, la verdadera esencia de la vida cotidiana de un pueblo rural.  Porque quizás el error haya sido centrarlo demasiado en la clase social de los terratenientes y poco en la gente corriente, aunque ello no quita que también en estas tramas haya habido buenos momentos. Y espero sigan dándolos, ya que tanto La Quinta como Los Manantiales pueden seguir ofreciendo buenas historias.
La Casona es más previsible, porque quizás es la única trama que no ha variado ni un ápice y sus situaciones siguen instaladas en una espiral que tiende a retroalimentarse. Por lo que pienso que lo que dicen de darle más protagonismo a la doña (??????) viene a ser en realidad más de lo mismo. Aunque 1904 o incluso 1920, épocas en la que los caciques rurales hacían y deshacían a voluntad, no sea lo mismo que 1924, con un régimen recién instalado en el poder que tenía en mente acabar con los privilegios de una clase que era peligrosa para sus intereses. Los responsables de la serie parece que han olvidado este “pequeño detalle” y siguen mostrándonos a una Francisca omnipotente, con una influencia por encima de la presumible en una cacique local, y a la que nadie puede toser sin salir escaldado (o peor).
Así que estoy convencida que, excepto l@s seguidores de esta trama, pocos desean que esto siga así. Y creo que los responsables de la serie es otra cosa que no tienen muy clara.
Y voy a decir algo más, aunque me cueste un revolcón.
Alguien lo comentó en una de las páginas de Facebook sobre la inmunidad que parece tener Francisca. Ha quedado claro que si que puede ser desplazada con acierto por otro personaje tan odioso como ella, como lo ha demostrado un retorcido y atormentado Garrigues,  interpretado por un magnífico Carlos de Austria que ha defendido su papel con tal acierto que al final ha hecho casi buena a Francisca.
He dicho “casi”, que conste, porque últimamente han hecho esfuerzos para variar esta apreciación sobre la doña,…. pero no ha colado. Y además se están alzando voces reclamando que se acabe de una vez esta instalación de una imagen de estar por encima del bien y del mal, de caer siempre de pie, por muy reprochables o castigables que sean sus actos.
¿Será como decía el comentario que los responsables temen una reacción contraproducente en el caso de cambiar esto,…… o hay algo más? Porque si bien este personaje puede tener algunos miles de seguidores en España (igual que las otras tramas, que no se olvide) y much@s más en Italia o en otros países,…así como nadie niega la necesidad de un/a protagonista que represente la parte “mala” de la serie,….de recalcar por activa y pasiva que la actriz es muy profesional (lo mismo que los demás actores y actrices de la serie injustamente menos valorados, pero igual de excelentes en su trabajo) , creo que no han entendido algo fundamental que creo que hay que reivindicar: hay muchos más seguidores que siguen las otras tramas con la misma fidelidad (aunque quizás no sean tan ruidos@s) y es entre todos que la serie se mantiene en el candelero. Pero además somos l@s seguidores los que decidimos si algo gusta o no, y quienes tenemos en nuestras manos la continuidad de la serie (que conste que no es una amenaza, es un hecho constatable).
Por cierto, cuando hablo de seguidores me refiero en primer lugar a las/os españoles, que somos quienes en realidad hemos mantenido y mantenemos la serie en el candelero.

5 de junio de 2017

Un personaje intocable?

Hubo una época en que poner a caldo a Francisca Montenegro o simplemente verter un comentario negativo sobre ella, era casi un ejercicio de riesgo. Ahora creo que este tiempo ya ha pasado, aunque reconozco que de alguna manera aún sigo evitando hacerlo, quizás para no tener que hacer frente a comentarios cuya línea es muy previsible…. y poco apetecible de contestar.
Pero antes tengo que matizar (aunque lo crea innecesario) que hablo del personaje, ya que la profesionalidad de Maria Bouzas no está en cuestión, ni ahora, ni antes.
Si creo que puedo cuestionar al personaje, porque nadie en la serie tiene porque ser intocable, aunque en este caso concreto, lo parezca….. por alguna razón que desconozco. Considero que ninguno de ellos/as es imprescindible, y Francisca tampoco. De hecho ha quedado suficientemente demostrada esta posibilidad de ir por libre, porque en la trama de Los Manantiales se bastan ellos solitos para complicarse la vida.
Pero volviendo a Francisca.
Es evidente que este personaje no funciona independientemente y necesita de la capacidad de interactuar con otros porque, por muy protagonista que haya llegado a ser, por sí sola no tiene ningún recorrido. Aunque la pega es que esto también lleve implícito lo que parece el único papel posible para ella: sembrar el mal por doquier, sin atender a ninguna otra razón que a su propio beneficio.
Sin embargo hay algo aún peor: han instalado con ella la impunidad. Es posible que en el pasado y en la vida real, fuera posible encontrarse con una persona de estas características, especialmente en el caso de los caciques rurales, que mantenían con puño firme el control de los territorios que caían bajos sus manos. Pero aun así todo el mundo es susceptible de cometer alguna vez un error,…..menos Francisca Montenegro, que siempre acaba cayendo de pie.
Cierto que es una ficción y es difícil ponerse en la mente de los guionistas para saber el porqué de todo ello. Pero considero que con este personaje están tensando mucho la cuerda de la tolerancia de los espectadores, que aun siendo conscientes de que los tiempos han cambiado no pueden evitar sustraerse de la mentalidad actual.
La corrupción y el abuso de poder no son nada nuevo, y siempre han estado presentes. Pero viendo como esta lacra está instalada en todos los ámbitos de la sociedad, creo que tendría que existir un cierto cuidado en el desarrollo de algunas situaciones de la serie. Por supuesto no es muy fácil que una serie de sobremesa sea capaz de influir en la manera de entender las cosas, pero tampoco ayuda mucho que se instale una cierta resignación a la idea de que no se pueden cambiar las cosas. Por supuesto si se puede, y la impunidad no tendría que existir nunca, mucho menos ser justificada.
Vemos como el personaje de Francisca hace y deshace a voluntad, maneja a las personas a su antojo, decide sobre la vida y la muerte de la gente, se deshace de quién osa interponerse en su camino, olvida convenientemente el daño infringido y solo piensa en su propio ego, su ambición no tiene límites, predica una moral que no tiene y que arregla con donaciones para acallar una conciencia que tampoco tiene, manipula, engaña, …………..y seguro que aún me dejo cosas. Y, sin embargo, sorprendentemente aún hay quién la justifica por un matrimonio infeliz con un hombre maltratador.
No estoy de acuerdo. Y por descontado pienso que no merece ni un gramo de felicidad, ni de paz.
Cierto que una familia desestructurada puede forjar a personas desgraciadas y problemáticas. Pero no es justificable que lo tengan que pagar los demás. En la misma serie nos encontramos con otras historias parecidas de pasado infeliz y no han acabado de esta manera. No olvidemos que Severo puede “agradecerle” a ella una infancia de sufrimiento, Candela también tuvo que sufrir un marido maltratador, Carmelo no tuvo mejor suerte que Severo, Soledad tuvo que sufrir los maltratos y la incomprensión de su madre y los abusos de su padre, Martín tuvo una infancia solitaria y llena de represión, ……y ninguno de ellos salió mal.
Así que la justificación no sirve.
Y si, Francisca tendría que pagar por todo lo que ha hecho. La justicia es igual para todos y ella no tendría que ser una excepción. (Y, por supuesto, me refiero a la justicia de los hombres, porque la divina la dejo para quién crea en ello. A mí no me sirve)