Donde dije, digo.
Sigo pensando que la trama de
Candela y Fernando se está dilatando y que incluso durante días ni siquiera se
ha movido, pero he de coincidir con la opinión de muchos de que ahora está avanzando
algo, y que además se está poniendo interesante.
En la línea de redimir a los
malos, parece que ahora le toca a Fernando. O quizás es sólo un espejismo o
actos puntuales que le hacen parecer más humano. Aunque al mismo tiempo también parece
que su mente ha sufrido algún contratiempo y tanta maldad le está pasando
factura.
No voy a meterme en
disquisiciones psicológicas de si la persona nace malvada o se hace. Creo que ya
hablé de ello un día y de la posibilidad de que los genes influyeran. Y que
alguien, con toda la razón, me corrigió. Porque todo puede influir, y también
las circunstancias de la vida pueden encargarse de llevar por un camino u otro.
Pero lo que parece cierto es que no a todo el mundo le afecta de igual manera.
Tenemos el ejemplo más representativo de ello en Martín, que es claramente el
polo opuesto a Fernando. Y ello a pesar de los desmanes de los que ha sido
objeto, pero que no ha supuesto que su entendimiento se nuble por el rencor y
le impida seguir siendo lo que es: una persona con un enorme corazón.
También es cierto que Fernando ha
sufrido y que el amor ha estado ausente en su vida, al menos desde la
desaparición de su madre. Pero esto no justifica su actitud, más teniendo en
cuenta que la mayor parte de lo que le sucede es consecuencia de sus propios
actos. Algo que es evidente que su mente enferma es incapaz de reconocer, y que
justifica atribuyendo sus sufrimientos a otros.
Pero se dice que todo el mundo
necesita amor, y Fernando no parece ajeno a ello a pesar de todo. Y creo que, a
pesar de sus amenazas, no sería capaz de hacer daño a Esperanza. Pero también
es cierto que no se puede descartar nada, especialmente de un hombre acorralado.
Si se da el caso.
Creo que ahora mismo Fernando está
actuando a impulsos y después de haber llevado a cabo su plan inicial, no sabe
muy bien por donde seguir. No creo que su idea sea seguir oculto indefinidamente
en la confitería y dependiendo de Candela, y entiendo que en algún momento tendrá
que dar un paso en alguna otra dirección. Aunque quizás la enfermedad de ésta le fuerce a ello, vista su sorprendente preocupación por la mujer, aunque también
es evidente que no es por caridad cristiana. Sólo espero que ésta sepa aprovecharse
de la situación, siempre que la enfermedad se lo permita.
Y, por cierto y hablando de
Candela. No acabo de comprender por qué todos sus afines, las personas a las
que quiere y que la quieren, han tirado la toalla tan fácilmente con ella,
exceptuando quizás María. No puedo creer que ni siquiera duden de su actitud y
no recelen de sus exabruptos. Porque la gente puede cambiar, los sufrimientos
pueden hacer cambiar, pero no creo que ello pueda llegar a provocar una vuelta como un calcetín en el carácter.
Y espero que alguien haga algo
cuando se den cuenta que no da señales de vida. Pueden estar dolidos con ella,
pero lo que no se merece Candela es la indiferencia.
Otra cosa es lo que sucederá cuando se descubra que ha tenido a Esperanza todo este tiempo
Otra cosa es lo que sucederá cuando se descubra que ha tenido a Esperanza todo este tiempo
No me está gustando Candela en esta situación. No sé si en lugar de María y Martín, yo podría perdonarla.
ResponderEliminarLa verdad es que entendería que les fuera difícil hacerlo, aún con las razones que la han llevado a ello. Porque ha tenido oportunidades para escapar con la pequeña y no lo ha hecho. Y está siendo cómplice (aunque involuntaria) de que ambos estén sufriendo sin necesidad.
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