Una rebelión que aún no es tal

Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, y también que la desgracia une.

Ambas cosas se han confabulado para que los vecinos de PV hayan acudido en masa a la convocatoria. Al igual que en Fuenteovejuna, todos han ido a una y han montado una representación digna del mejor elenco. En la que, por cierto, el papel de las mujeres ha sido igual de determinante que el de los hombres. Dolores incluso ha conseguido sacarme una sonrisa, cuando he visto que se encaraba a un soldado y le agarraba el fusil. Lo mismo que Emilia.

Pero ha sido esto, una representación. Por supuesto no quiero quitarle importancia a ello, porque había mucho en juego y era importante que saliera bien. Tampoco quiero desmerecer la posibilidad de que realmente la gente sintiera la necesidad de expresar su rabia, ante la desidia de unas autoridades que les han dejado en la estacada y abandonados a su suerte. 

Y también es posible que en un futuro cercano, llegue el momento en que la representación no sea tal y que realmente la gente se rebele, a menos que se levante antes el cerco al que están sometidos. Porque se puede oprimir a la gente, pero no indefinidamente, más cuando está en juego la vida de las familias o el futuro como comunidad. Pero creo que, aun existiendo el caldo de cultivo suficiente, ahora mismo nadie está suficientemente organizado en PV para hacer frente a los soldados, ni se ha barajado la posibilidad de hacerlo. Primero porque la respuesta al origen de la epidemia es reciente, y después porque la situación, aún a pesar de ser límite, no ha provocado aún tanta escasez de víveres como para que a la enfermedad se le sume el hambre acuciante. También es cierto que, aún en este caso, no es justificable que no hayan recibido asistencia médica del exterior, ni que nadie se haya interesado por la situación.

Pero a partir de aquí, tengo que romper una lanza a favor de D. Pedro. Porque creo que ha estado a la altura de las circunstancias y ha ejercido su papel de representante del pueblo tal como se ha de exigir a un verdadero edil. Dejando aparte la parafernalia en la que se ha envuelto, ha luchado para conseguir levantar la cuarentena y está ejerciendo con responsabilidad su cargo. Buscando soluciones, planteado respuestas para evitar más enfermos y preocupándose de lo que le atañe.