5 de mayo de 2014

"Siempre juntos. Pase lo que pase"

Puede que Fernando esté disfrutando de una malsana satisfacción y además piense que ha conseguido algo con su incalificable acción, pero lo que desconoce es que acaba de perder otra batalla.

Es cierto que ha causado a Martín y a María un dolor insoportable, difícil de superar, pero al mismo tiempo ha conseguido que este mismo dolor refuerce los lazos que los unen. 
“Siempre juntos. Pase lo que pase”.
Esta es la promesa que la pareja se ha hecho mutuamente. Se ha derrumbado la barrera de silencios, temores e impotencia que la inmensa pena que los embargaba había construido a su alrededor, cuando todo ello se ha hecho palabras en el pequeño espacio de acogida del salón, con unos abuelos dispuestos a no rendirse y a no permitir que dos personas destinadas el uno al otro se alejaran, con un Martín que ha dejado que se desate el nudo de su corazón y con una María que, oculta a la vista, ha podido ser testigo y comprender lo cerca que han estado ella y Martín de perderlo todo.
Pero como ha dicho Raimundo: el amor los ha de salvar, porque es el bien más preciado.
Y así ha sido. Cierto que han necesitado un empujoncito para que especialmente Martín dejara aflorar todo lo que le atormentaba, pero él y María se aman demasiado y finalmente han entendido que este mismo sentimiento es la principal baza que tienen, el punto de apoyo que les ha de empujar a luchar e intentar superar la situación. Además con la firme determinación de que nunca más van a dejar que nada se interponga entre ellos, con la conciencia de ir de la mano para que cuando uno desfallezca el otro esté ahí, para superar todos los obstáculos que surjan en su camino. Y también para aprender a vivir con la ausencia de su hija.
Pero siempre juntos.
Realmente es casi un alivio, no sólo por el hecho que hayan conseguido vencer una situación que amenazaba con estropear algo tan bonito como lo que habían logrado hasta ahora, sino porque también una tímida sonrisa ha vuelto a asomar a los rostros de ambos. Evidentemente no de felicidad, pero sí de esperanza.
Ahora solo falta que ésta llegue de verdad. Pero encarnada en la niña que, a poca distancia, espera volver a reunirse con sus padres y librarse del malvado que la tiene presa.
Antes he dicho alivio, y es cierto. Porque me gusta esta pareja y, a pesar de que yo misma en algún momento también he encontrado motivos de crítica por actos puntuales de estos personajes, principalmente en María por su a veces poca sangre, considero que gana de lejos la parte positiva. Y que con ellos han construido una relación que si bien a algunos/as les puede parecer muy sensiblera, yo considero preciosa, llena de dulzura, ternura y emotividad. Una relación que, con el tiempo, ambos actores han conseguido hacer creíble y dotarla además de química, opinión que por otra parte sé que tampoco es compartida por todas/os.
Pero es mi opinión y lo que yo veo. Y que, por cierto, no me priva de sentir algo parecido por la otra pareja formada por Conrado y Aurora. E incluso por las demás.

6 comentarios:

  1. hola!
    sólo quería decirte que me encanta tu blog.
    Adoro a la pareja formada por Martín y María y siento que tus comentarios sobre sus escenas están , además de ser muy certeros y muy próximos a los sentimientos que me generan, llenos de ternura, empatía y dulzura.
    Sigue así, leerte es un oasis de placer dentro de tanta pena como nos están dando los guionistas...
    bsitos

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    1. Muchas gracias por lo que dices. Intento poner en palabras lo que siento y lo que me sugiere esta hermosa pareja. Besos

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  2. Hola Anna!!
    Primero de todo felicitarte por tus palabras siempre tan acertadas y con las que no podría estar más de acuerdo, en especial con todo lo relacionado con la pareja de Martín y María. Ayer mismo vivimos ese momento tan emotivo y bonito de su "reconciliación" y la verdad es que ya tocaba después de ver tanto distanciamiento entre ellos. Fué un momento precioso en el que al fin se dieron cuenta ( aunque fuera con esa pequeña encerrona de Raimundo y Rosario) de que se necesitaban el uno al otro para poder afrontar tanto dolor y renovaron su gran amor con ese "Te quiero tanto" de María y el "Y yo a tí, más que a mi vida. No quiero perderte, no podría soportarlo" de Martín, acabando con el " pero siempre juntos"... Pero hay algo que eché mucho en falta ayer y es un beso de la pareja. Y no me refiero a un beso en la mano o en la frente que son los que únicamente se prodigan. Estoy hablando de un beso dulce y tierno, un simple "piquito", vamos!! Pero bueno supongo que el dolor por la pérdida de la niña aún pesa demasiado y quizás sea pronto. Lo que pasa es que yo añoro tanto esas escenas tan bonitas entre ellos que me esperaba ayer un poquito más. Las miradas pícaras de Gonzalo, los besos tiernos, las caricias... Ojalá pronto se resuelva todo lo de su niña y podamos ver escenas en las que se les vea plenamente felices y se demuestren también plenamente su amor. Y no sólo a ellos, también a los habitantes de PV, porque no salimos de una que entramos en otra. Demasiadas desgracias y muertes ya... Que penica con Isidro hoy, XD!!!
    Un beso guapa y gracias siempre por este gran blog!!

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    1. Hola Ana. No lo incluí en el comentario, pero comparto contigo esta sensación de que faltó algo más. Pero parece que los chicos aún no están para demasiadas jaranas, aunque al menos ahora ya vuelven a tocarse y a hablarse sin tapujos. Y, por supuesto , a demostrarse que el amor que se tienen está por encima de todo. Ya no digo lo que va a suceder cuando recuperen a su niña. Que ya toca porque , como bien dices, el cupo de penas y desgracias ya está servido con creces.
      Un beso

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  3. Una breve aclaración en dónde he puesto "únicamente se prodigan" quería decir "últimamente se prodigan".

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  4. hola me gusta mucho este blog. se a formado una linda pareja, espero que el desamor y el odio no los invada como es lo normal en la actualidad. un saludo grande.

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