6 de mayo de 2014

Dejando marchar a Isidro

Sé que me estoy adelantando, pero creo que es un secreto a voces que el personaje de Isidro muere hoy. Así que he decidido escribir sobre ello, aún antes de que suceda en la pequeña pantalla. Ademàs no voy a ocultar que ya he visto el capítulo en premium y que no estoy hablando de hipótesis. Espero que los que lean esto sepan perdonar mi impaciencia, pero he decidido tomarme esta licencia, sin que haya de servir de precedente. 
Y porque creo que les debo un espacio a Javier Abad y Jorge Pobes. 
¡¡Adiós amigo mío!!
Esta vez es Conrado el que ha perdido a alguien importante para él. Pero quién realmente sí ha tenido que dejar marchar a un ser querido es Aníbal.
Si existiera el más allá diría que Isidro se ha ido a reunir con Rita y que finalmente podrán estar juntos para siempre. Es una idea muy idílica y me gustaría creerla, pero lo cierto es que la realidad es mucho más cruenta y que, ni es así, ni Isidro tendría que morir aún, por ley de vida. Pero, con toda seguridad, ha sucumbido y es una víctima más de una mente desquiciada y perversa.
Ante todo he de decir que lamento mucho que Javi abandone la serie, lo que podría traer también la despedida de Jorge. Aunque entiendo que la trama de los Buendía ya estaba agotada y que, como viene siendo habitual, la manera más rápida de solucionarlo suele ser la más drástica y traumática para los personajes. Pero en los últimos tiempos esta pareja de hermanos habían conseguido despertar algo de mi interés, no porque su trama tuviera nada remarcable, sinó por la evolución de sus personajes y también de los actores que los interpretan. Creo que tanto Javi como Jorge son dos magníficos profesionales, aunque admito que el último ha conseguido emocionarme con su interpretación de un dolor desgarrador y muy creíble.  Anibal se enfrenta a la pérdida de su hermano pequeño, de alguien que ha estado junto a él siempre, del que ha sido el referente, el mejor amigo y con el que ha trabajado codo a codo. Y su única familia.   
La vida juega malas pasadas a quien menos se lo merece, y este par de hermanos lo han sufrido en sus propias carnes. Estigmatizados, apartados de la sociedad de manera injusta, pero luchadores hasta el fin para salir adelante, aún con todo en su contra. Cierto que hubo un tiempo en que Aníbal contribuyó al sufrimiento, dejando que su parte oscura lo dominase y estando a punto de romper a su familia, pero finalmente se redimió. Porque el amor fraternal venció a todo lo demás. Isidro lo ha dicho. No comparten la misma sangre, pero son hermanos y el cariño que se profesan está por encima de todo.  
Y Aníbal se va a quedar solo. El que parecía que iba a ser el primero en marcharse, es quién va a tener que tomar el testigo, aunque es posible que por poco tiempo. Pero he de decir que me ha cogido desprevenida que fuera Isidro y no Aníbal el que muera. Y lamento que su historia termine aquí, de manera tan dramática y sin la posibilidad de que la felicidad pueda asomar a su vida, aunque sea de manera puntual.
Puestos a hablar de ello, volveré a traer de manera escueta el tema de la infelicidad de casi todos los personajes. Pienso que casi todos/as los que escriben han sacado este tema alguna vez y no voy a extenderme en ello. Pero creo sinceramente que el cupo de desgracias está a punto de hacer desbordar el vaso. Ya sé que la vida no es un camino de rosas, pero también que habrá algún momento de paz, y en esta serie parece que no existen más que en un suspiro.
Y esto sí es una crítica.

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