19 de mayo de 2014

Jugándosela a la ruleta rusa

Hay quien va a calificar de heroicidad lo que ha hecho Aurora, pero sintiéndolo mucho, lo que pienso que ha cometido es una solemne imprudencia.
Es cierto que los actos heroicos tienen un punto de irracionalidad y que es evidente que suelen ser guiados más por el corazón que por otros motivos. Aunque en mi opinión, siempre (o casi siempre) se llevan a cabo porque se considera que hay alguna posibilidad, aunque sea remota, de cambiar una situación o conseguir un objetivo. En el caso de Lesmes, y a tenor de lo visto, esto se manifiesta como prácticamente una quimera, dada su palmaria dependencia de la voluntad de Jacinta. Algo que ha quedado claro de manera fehaciente, cuando ha sido incapaz de oponerse a la decisión de la loca de buscar la inmolación para ambos.
Pero antes de seguir, he de matizar que soy consciente de que lo que estoy intentando es hacer un ejercicio de racionalización de una situación que yo puedo entender de cierta manera, pero que es posible que tenga otras lecturas. Depende de quién o como lo mire. Aunque lo que si tengo claro es el meollo, y que ante todo hay que tener en cuenta que está en juego la vida de muchas personas. Y que Martín y Aurora están asistiendo impotentes a la agonía de un demente, que tiene la respuesta en sus manos.
Es evidente que las amenazas ya no funcionan y que el tiempo se agota inexorablemente. Pero lo que ha hecho Aurora al tomarse el veneno, me parece algo irreflexivo, fruto de la desesperación, y con la salvedad de que esta vez lo que ha puesto en la picota es su propia vida, sin muchas posibilidades de que su acto de valentía (o de inconsciencia) vaya a servir de algo.
Y con ello demuestra también que, a pesar de todo, aún le falta mucho mundo para poder llegar a conocer a las personas. Ha quedado en evidencia que no conoce a Lesmes tanto como ella creía, además de que el hecho de que éste haya sucumbido a Jacinta deja patente que tampoco no está mucho en sus cabales, por lo que considero que esperar encontrar la respuesta apelando a los sentimientos personales, es como jugárselo todo a la ruleta rusa.
Ahora el tiempo corre inexorablemente para las dos partes. Y si la jugada de Aurora sale mal, Martín va a perder a otro ser querido.
Un inciso, y cambiando de tema. 
No es que me moleste y, por descontado, no es mi intención criticar algo que atañe a la esfera personal de cada uno, pero no acabo de entender el porqué de tantas cruces, y porque casi no hay escena en la que no aparezca una. Incluido en un pajar.   

2 comentarios:

  1. Como tú bien dices, depende de quien y como lo mire. Recordemos que Aurora solo ha visto una cara de Lesmes (no lo que hemos visto nosotros, que es mucho mas) y es la de un hombre enamorado de ella que se desvivía en complacerla en todo, estudios, familia e incluso en su amor por Conrado, recordemos que para ella, éste fue quien consiguió las pruebas y lo sacó de la cárcel (no para nosotros que fué el que le metió)….por lo tanto, de ahí que crea que ella lo conoce mejor que nadie y debido a eso crea que su amor por ella sea lo que la salve, mirándolo así, no es irreflexivo ni desesperante, sino todo lo contrario, valiente y de gran corazón. Como siempre, todo esto es debido a los cabos sin atar de los guionistas (me refiero, entre otras cosas, al silencio del señor alcalde de contar que fue Lesmes quien denunció a Conrado)

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    1. MUchas gracias por tu comentario. Tienes razón en lo que dices que Aurora solo conoce una cara de Lesmes, algo que quizás he pasado por alto. Pero sigo pensando que ésta ha llevado las cosas demasiado lejos, porque podía haber apelado a lo mismo sin tomarse el veneno. Creo que se ha arriesgado demasiado, sin ninguna seguridad de que lo que le había dicho Lesmes de su amor por ella tuviera algo de cierto y no fuera más que otra patraña. Y si, nadie en en este pueblo habla cuando tiene que hacerlo (o directamente es algo que pasa al olvido por los siglos de los siglos) . Un abrazo

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