14 de mayo de 2014

Buscando soluciones

Por primera vez hoy me ha dado la impresión de que las cosas estaban en su justo lugar. Martín y María comportándose como dos personas adultas y maduras, aconsejando de manera sensata, mientras que Aurora adoptaba la actitud de lo que realmente habría de ser: una chica de diecisiete años a la que aún, a pesar de todo, le falta bagaje. Y sé que aquí vuelven a surgir las inevitables comparaciones con María, en las que no voy a volver a incurrir, básicamente porque ya se ha hablado mucho de ello, y además que es algo que suele levantar ampollas.
Sé que a Aurora la puede su buen corazón y que siempre prioriza a los demás a ella misma. Pero a veces esto hace que lo anteponga al sentido común, y que algo que la caracteriza, como es la obstinación, le impida ver las cosas desde otra perspectiva. Me ha costado seguir su razonamiento y su negativa a hablar con la supuesta hermana de Lesmes, aunque finalmente haya cedido a las razones de los demás. Porque suponiendo que existiera tal hermana y que tenga, también supuestamente, una enfermedad de la piel, esto no la habría de convertir en alguien tan frágil y delicado. Y aunque (siempre supuestamente) ésta hubiera perdido a la única persona que tenía en el mundo, no veo que daño le puede hacer una pregunta tan inofensiva como la que pretenden formularle. Sin contar que no habría necesidad de explicarle quién es la persona sobre la que preguntan, porque por algo existen las mentiras piadosas o los subterfugios.
Pero puesta a sacar a la luz lo que considero incoherencias, me voy a liar la manta a la cabeza y seguir. Si, ya sé que es buscarle más pies al gato de los que tiene, y que ante todo se trata de una ficción, donde las licencias están permitidas. Pero admito que me cuesta aceptar algunas cosas sin más. Aunque sean eso, de ficción.
Dejando constancia primero que me ha sorprendido que Conrado estuviera ausente de la conversación, pero que entiendo que no siempre puede estar detrás de Aurora, he de decir que igual que lo anterior, tampoco entiendo mucho que van a conseguir si encuentran a Jacinta. Por cierto, casi me echo a reír (aunque no tiene ninguna gracia), cuando Aurora ha dicho que ésta no se relacionaba con nadie y que no era dada a amoríos. Es realmente impresionante la capacidad de la loca de engañar a la gente, especialmente teniendo en cuenta que con Fernando no se comportaba precisamente como una inocente e inexperta damisela. Y con Lesmes, tres cuartos de lo mismo.
En fin…. a lo que iba.
No voy a negar que ahora mismo es el único hilo del que tirar y que, siempre según la lógica que ellos manejan después de ver la fotografía, sería posible (de hecho lo es, aunque no de la manera que piensan), que Jacinta sepa algo del envenenamiento que ha sufrido el pueblo, y que además esté detrás de ello. Y también pienso que han de intentar encontrarla, y averiguar si tiene relación o no con ello. Otra cosa es sobrevalorar la posibilidad de que diga algo y que, aun en el caso de que lo admitiera, que conozca la composición de un preparado que elaboró Lesmes. Teniendo en cuenta que se supone que ella sigue en el manicomio, toda la acción la tendría que haber realizado en solitario el médico. 
Pero como he dicho antes, la situación requiere que se sigan todas las pistas posibles. Y, de momento, esta es la única a la que pueden agarrarse. Lo que falta por saber es si, de conseguirlo, quedará alguien para salvar, teniendo en cuenta la rapidez con la que la gente sucumbe al veneno. 
Sólo una cuestión más. ¿Aurora también es capaz de realizar análisis de sangre ? No voy a insistir en ello, porque creo que sólo debe ser un recurso para desdramatizar la situación y que Hipòlito se desmaye.
Ah, si . Otra cosa. ¿A nadie se le ha ocurrido que hay un médico titulado en el pueblo? Creo que Fulgencio debe tener los suficientes conocimientos para ayudar, aunque él aluda a su especialidad para excusarse. 

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