5 de mayo de 2014

Un golpe de efecto

No soy una profesional de la escritura, ni siquiera me permito pensar que lo haga medianamente bien. Por ello además me reconozco incapaz de darle florituras a mis escritos, ni de entrar demasiado en aspectos de fondo. Soy más bien de poner en palabras lo que pienso en este momento, lo que siento o lo que me sugiere lo que veo, intentado siempre ser el máximo de objetiva y desde la perspectiva de que es una ficción, pero buscando la comparativa con las situaciones en la vida real. Al fin y al cabo, creo que los guionistas tienen que acabar bebiendo de esta fuente, porque sinó la serie no tendría mucha credibilidad y entonces pasaría a ser de ciencia ficción. Aunque a veces casi lo parece.
Después de estas consideraciones, entraré en el asunto que me trae.
Estoy segura que a la mayoría de los/as espectadores tuvieron el mismo pensamiento que me asaltó a mí, cuando Jacinta dijo que se iba a quitar el velo. No creo que nadie pensara que se iba a delatar tan pronto, pero si la duda de cuál era su pretensión. Evidentemente de lo que se trataba era de dar otro golpe de efecto y ¡vaya si lo consiguió! Admito que esta escena fue de una gran calidad y digna de las mejores películas de intriga, con una Jacinta oculta tras una máscara y dominando la situación por completo, con el resto de personajes sometidos a su dictadura disfrazada de candor y sufrimiento.
Y por supuesto no se puede hacer ningún reproche a ninguno de ellos, ni siquiera a Aurora por su preocupación. Al fin y al cabo esto es algo que es consustancial a la chica, su manera habitual de obrar con todo el mundo. Y de lo que evidentemente Jacinta se aprovecha para su beneficio.
Lo que no me cuadra en absoluto es el tema del veneno, algo que vino a continuación y una vez a solas en casa del médico. Es cierto que de una mente desquiciada se puede esperar todo, pero que haga extensiva su venganza a toda una comunidad es algo que escapa a mis entendederas. Y aunque soy consciente de que estoy adelantando acontecimientos, esto es lo que parece y se desprende de las palabras pronunciadas días atrás por Lesmes, cuando dijo que el frasco de veneno podía matar a todo un regimiento. Y ya sabemos que pocas veces estas insinuaciones caen en saco roto.

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