Sumidos en la atmósfera asfixiante
de una situación límite, envuelto todo en sufrimiento, dolor y muerte. Y que,
de pronto y de manera totalmente inesperada, suceda algo tan distinto, que la
vida vuelva a surgir y el amor alzarse por encima, es realmente un alivio.
Demostrando que a pesar de todo el sufrimiento acumulado, las personas pueden
renacer de sus cenizas y volver a dejar latir la esperanza. Y que el amor,
cuando es verdadero, nunca muere.
Es cierto que han pasado unos
días en que parecía que Martín y María habían dejado que su relación se enfriara,
pero también lo es que ambos necesitaban tiempo para lamer sus heridas y
asimilar la pérdida de su hija. Sin embargo sólo ha bastado volver a tener un
objetivo común (aparte de su futuro, que siendo lo más importante, ahora ha
pasado a segundo plano ante otras urgencias más perentorias), para que la
pareja volviera a recuperar también las ganas de sentir la cercanía del otro,
de tocarse piel con piel, de acariciarse,…..
A partir de ahora creo que se
hace aún más real su promesa mutua: “Siempre juntos, pase lo que pase”.
Hoy las imágenes sustituyen a las
palabras. Y aunque seguramente volverán a pasar interminables días y semanas
sin que volvamos a vivir una escena semejante, se me antoja que ya nada ni
nadie puede cambiar la situación.
Martín y María ya están unidos para siempre.
Martín y María ya están unidos para siempre.
(Mi agradecimiento a Raquis
Pucelana, que me ha cedido el montaje para ilustrar este comentario)
La escena fue preciosa y estuvo muy cuidada ,una escena de dos enamorados entregandose a su amor ,como digo diariamente sabes plasmar tus escritos el sentir muchas y el montaje precioso para la artistaza que te lo concedio
ResponderEliminarMe gusta mucho este post. ¡Felicidades
ResponderEliminar¡Me encanta, Anna! Y muchas gracias por poner mi montaje. Me han gustado mucho tus palabras. La escena fue tan preciosa como sorprendente. Nos quejábamos que no se diesen ni un simple beso en la reconciliación y de repente... Nos salen con esta maravilla. Qué escena tan bien cuidada y tan bien expresada por Jordi y Loreto. ¡Que nos den más así!
ResponderEliminarEnhorabuena Anna por tus acertadas palabras, que me encantan, y si me lo permites también, enhorabuena a Raquis por esos montajes tan bonitos que te ha proporcinado de la pareja... Lo de ayer entre esta parejita me dejó sin palabras porque fué algo inesperado precisamente por estar inmersos en esta trama tan dura y asfixiante. Y se agradece. Hacía falta ya ver un poquito de amor después de tanta desgracia inacabable... Fué preciosa esa escena de entrega mútua, que tanto necesitaban María y Gonzalo, y el jugar con esos detalles tan bonitos del espejo y los candelabros fué una maravilla... Una escena que nos sorprendió y alegró y que tanto esperábamos... Como dice Raquis espero que nos den más así, aunque me temo lo mismo que tú Ana, y es que me parece que ahora nos tocará esperar a verlos de nuevo así de juntos.
ResponderEliminarBesos!!
Anna me encanta el post y el montaje de Raquis. La escena fue tan hermosa como inesperada. Ya era hora de que sucediera algo así, llevábamos capítulos sin un simple beso, algo que me parecía nada normal y de repente por fin sucede, en un momento duro estos dos seres que se aman con locura y se necesitan se entregan el uno al otro en una preciosa despedida antes de que él marche en busca de Jacinta. Esta secuencia demuestra que escenas de amor con buen gusto se pueden hacer sin problemas, y espero que María y Martín sigan teniéndolas, porque la química tan grande que hay entre Jordi y Loreto hay que aprovecharla.
ResponderEliminarLella, Raquis, Anna, Anónimo.
ResponderEliminarVeo que todos los comentarios van en el mismo sentido. Al igual que vosotras me quedé tan sorprendida que, en principio, incluso me temí que volvían a hacer lo mismo que anteriormente y que era un sueño. Pero esta vez era real (bueno, ficticio pero real).
Opino igual que vosotras que la escena, a pesar de ser erótica, fue muy cuidada y con una atmósfera preciosa. Y que Jordi y Loreto saben desprender mucha química entre ellos, aparte de que la relación entre sus personajes es dulce y tierna, nada de la pasión desenfrenada que hemos visto entre otras parejas. Es pasión, pero de otra manera.
Gracias por vuestros comentarios. Y Raquis, el placer ha sido mío