Creo
que después de este escrito me voy a tomar un tiempo de reflexión en el tema de
Martín y María, porque cada vez que sucede algo relacionado con su situación o
leo algún avance, mi opinión sobre el papel de cada uno de los dos miembros de
la pareja vuelve a variar. Y desde hace días voy dando bandazos en este tema,
intentado encontrar la razón del porqué después de una lucha de titanes que
les ha llevado a vencer un montón de obstáculos para llegar al punto en el que están, no parezca que su amor sea ahora suficiente para poder superar la situación en la que están inmersos.
¿Es
posible que ambos ya estén cansados de luchar? Quizás podría entender esto en
el caso de María, pero no en el de Martín. Ha demostrado que es un luchador
nato y que no se amedrenta fácilmente, aunque no creo errar al afirmar que María
le está condicionando la vida y que ello puede frenarle. Y con ello no quiero
decir que la tenga que dejar de lado, al contrario, es ahora cuando la pareja tendría
que estar más unida, aunque también pienso que ella tendría que poner de su
parte, no que sea algo unidireccional.
Tampoco
voy a quitar importancia a una situación por la que nadie tendría que pasar. Es
cierto que la muerte es consustancial a la vida y que hay que asumirlo, pero
tendría que ser cuando llegue el momento. No cuando los demás decidan, y menos
en el caso de una inocente criatura. Y puedo entender el dolor de unos padres,
porque también es cierto que, según ley de vida, ninguno tendría que sobrevivir
a sus hijos.
Pero volviendo al principio.
Creo que especialmente mis cambios de opinión también vienen dados por la actitud de los que rodean a la pareja. Recuerdo que con Tristán ya pasaba algo parecido, y que todos parecían saber mejor que él lo que tenía que hacer o lo que le convenía.
Creo que especialmente mis cambios de opinión también vienen dados por la actitud de los que rodean a la pareja. Recuerdo que con Tristán ya pasaba algo parecido, y que todos parecían saber mejor que él lo que tenía que hacer o lo que le convenía.
Ya
sé que es algo irracional , pero me revienta que todos decidan por Martín que
solo él puede ayudar a María. Es verdad que es el primero de la lista y también
el que más comprende el dolor de la chica, porque él mismo lo está viviendo en sus propias carnes. También
intento comprender la mentalidad de la época y el papel que jugaba el hombre en
la familia, aparte de los tópicos, aún no superados, de que es el que tiene que
mostrarse fuerte. Y entiendo que además que en aquella época esto estaba aún más
acentuado y que la mentalidad atribuía a las mujeres el sello de sexo débil,
cuando en realidad en la misma serie ha habido varios ejemplos que esto está
muy lejos de ser cierto.
Pero
aunque fuera así, esto no impide que alguien haga ver a María que ha de hacer
algo por sí misma, no limitarse a languidecer y recrearse en su dolor. Que con
ello está perdiendo a Martín, que él también sufre, pero que intenta seguir
adelante a pesar de tener el corazón roto. De hecho creo que María no es tan
fuerte como machaconamente pretenden hacernos creer, y algo que por mucho que repitan no creo que vaya a hacerse realidad. Cierto que para algunas cosas parece
decidida, pero los hechos han demostrado que no lo es tanto, y que toda la
determinación que muestra por ejemplo Aurora, en María es apocamiento. Cuando
ha hecho algo casi siempre ha sido forzada por las circunstancias y cuando ya estaba
al límite, no producto de una reflexión, ni de una decisión meditada. Lo hizo
cuando Martín ya tenía el hierro al cuello, cuando podía haberle evitado días de
padecimiento a él y a su familia, pues el resultado fue el mismo. Lo ha hecho
con el tema de Fernando, sólo cuando ha visto que le podían arrebatar a su hijo. Se ha ido con Martín cuando la doña la ha echado de La Casona. Y así podría seguir……… También es cierto que en un anterior escrito definí a esto mismo como una prueba de su fortaleza, pero ahora creo que es más bien producto de la desesperación y porqué no tenía otra salida.
Y también
ha quedado demostrado que es posible manipularla. Que María parezca que dé crédito a las
palabras de la doña y que no sea capaz de defender a ultranza a Martín cuando
sabe (o tendría que saber) que él jamás la traicionaría, ha hecho crecer aún más mi visión negativa
de la chica.
Sólo espero
tener que tragarme todo lo dicho anteriormente y que María demuestre de una vez
por todas que no es lo que parece, que es capaz de luchar también. Porque lo
que menos deseo es dejar de lado a esta pareja, que han conseguido que me mantenga fiel a la serie durante más de cuatrocientos capítulos y que aún me siguen enganchando con su bonita historia de amor.
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