15 de abril de 2014

Los Buendia

O Jorge y Javier
Creo que les debo un poco de mi tiempo a este par de buenos actores, a los que injustamente he dejado en segundo término. Cierto que su trama en la serie tampoco es que sea determinante, pero hay muchas cosas que es posible destacar de sus papeles.
En realidad creo que he pasado por alto una historia que puede tener muchas más connotaciones de las que parece a primera vista, pero que ha quedado diluida por las tramas principales y también por la lentitud de la misma en determinadas épocas.
Es una historia que aún puede tener vigencia. La de una familia a la que une el infortunio y que ha visto abocada su existencia a una continua lucha. Para salir adelante y también para librar otra batalla aún más dura si cabe, la de la incomprensión. Una familia en la que ha quedado patente que los vínculos de sangre pueden estar por encima de todo. Isidro ha sabido perdonar a su hermano a pesar del daño que le ha hecho, y Aníbal ha sabido agradecérselo mostrándose como el que siempre había sido para éste: el hermano mayor protector, compañero de juegos y travesuras, el que siempre ha estado a su lado, el que impone cordura frente a los arrebatos del pequeño.
Pero no sólo ha sido el cariño subyacente lo que los ha vuelto a convertir en los hermanos que siempre habían sido, sino también y de alguna manera Rita: la mujer a la que ambos amaban y que han perdido para siempre. Porque si bien fue a causa de este amor que Aníbal pasó al lado oscuro, también ha sido este mismo amor el que ha salvado a éste de caer en el abismo y ha vuelto a unir a los dos hermanos. Y les ha ayudado a curarse las heridas mutuamente.
Dos chicos que ahora han de afrontar un incierto futuro, pero que han sabido granjearse la amistad de las gentes de bien del pueblo, que han sabido ver más allá de la superchería popular.

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