Al hilo del escrito anterior.
Casi al mismo tiempo que la
historia de Martín y María se va desarrollando por los vericuetos de un
sufrimiento sin aparente fin, va creciendo a su vera otra historia que empezó accidentadamente,
y que con el tiempo ha madurado y se está convirtiendo en algo que puede ser
tan precioso como es, y cuando las escasas treguas lo permiten, la de éstos.
Eso sí, preciosa, pero escasamente parecida. Los caracteres, la manera de ver y enfocar las cosas, tienen poca similitud entre los componentes de las dos parejas. Aurora se parece poco o nada a María, a
pesar de tener casi la misma edad. Es curioso
que habiendo sido educadas las dos para ser unas señoritas, una tomara el
camino (equivocado) de los convencionalismos y de la actitud que se esperaba de
su supuesta posición social, mientras a la otra, Aurora, esta misma educación le
haya proporcionado una mente abierta y liberal, que huye de las imposiciones y
que le ha hecho forjar una personalidad obstinada y decidida, nada dispuesta a
dejarse manipular. Y madura, a veces hasta un punto que puede parecer incluso insolente.
En cambio entre los dos hombres
la diferencia considero que no es tanta, especialmente si tenemos en cuenta que el personaje
de Conrado le lleva al de Martín trece años de diferencia y por lo tanto en
experiencia de la vida. Pero ambos son personas nobles, generosas y con
arrestos, que han sabido hacerle frente a una vida dura. También es cierto que
esta diferencia crece cuando intentas ver en el actual Martín a aquel chico que
llegó hace casi dos años a PV con un macuto a sus espaldas y dispuesto a
comerse el mundo. El que era el vivo retrato de su madre, un aspecto que se ha
ido diluyendo a medida que los sufrimientos le han pasado factura y el amor por
María se ha convertido en el centro de su existencia. Martín ahora vive por y
para ella, y esto que por supuesto no es nada censurable, también ha hecho
cambiar al personaje.
Por lo tanto creo que intentar
establecer paralelismos entre las dos parejas es un ejercicio condenado al
fracaso. Y, por ejemplo, intentar imaginarse a Aurora convertida en una frágil chica tratada como si fuera porcelana china, más de lo mismo. Básicamente porque no creo que ella lo permitiese.
Pero lo que si tengo que decir es
que tengo puestas muchas expectativas en la pareja Conrado-Aurora. Y básicamente
porque me siento mucho más identificada con los caracteres de éstos que con los
de la otra pareja.
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