9 de abril de 2014

El más serio de los acuerdos

Se habla de los tratamientos de shock, pero parece que los del doctor Colmenar son especialmente contundentes. Y ya sé que la situación no es cosa de broma y que el hecho de que una persona quede ciega no es para tomárselo a chanza, pero no he podido evitar preguntarme qué clase de preparados suministra el médico a sus pacientes que puedan llegar a explosionar (aunque tampoco entiendo nada de química y quizás me estoy precipitando en mis conclusiones)
"Aurora, si vuelvo a ver te haré sellar el más serio de los acuerdos. 
Si logro volver a ver tu ceñuda cara, Aurora mía, te pediré que seas mi esposa”

Es sorprendente la entereza con que Conrado afronta lo que podría cambiarle la vida para siempre, y el hecho de que ni siquiera se haya dado un minuto para compadecerse de sí mismo. También es verdad que aún puede conservar la esperanza, ya que no hay diagnóstico definitivo y su ceguera podría ser sólo algo temporal. Pero aun así se podría comprender que se hundiera. Sin embargo Conrado ha demostrado una vez más que rendición es una palabra que no está en su diccionario.
Porque no sólo no desespera si no que ha dado un paso más allá, movido por la determinación y el amor incondicional de Aurora. En este punto tengo que decir que vuelve a sorprenderme que Conrado no se plantee las implicaciones que conlleva la petición de matrimonio más preciosa que he oído en mucho tiempo. De ser definitiva su ceguera, pasaría a convertirse en dependiente de su esposa, y no veo a Conrado en tal tesitura. Pero por otra parte, el amor que se profesan él y Aurora está por encima de todo, y creo que es lo que le ha llevado a que de su boca salieran las palabras más románticas que se han pronunciado en los últimos tiempos en esta serie. Que, por otra parte, no creo que hayan sido movidas por un impulso, sino por algo ya premeditado y que probablemente descubrió en su corazón en la soledad de la prisión.
Lo que es curioso es que esta situación lleva otra implicación. Conrado ni siquiera ha opuesto resistencia a trasladarse a vivir al Jaral, con lo que ahora ya son dos las parejas que viven “en pecado” bajo el mismo techo. Aunque entiendo que los reproches que puedan venir por ello no tienen fundamento, ya que en este momento Conrado no puede valerse por sí mismo, al menos hasta que aprenda a convivir con su situación (si se prolonga o se hace definitiva). Tampoco creo que ninguno de los dos ni siquiera lo haya valorado, ya que está el amor y la preocupación de Aurora por él que en esta tesitura no puede dejarle solo.    
También quisiera incidir en otro tema, sobre el que Conrado no ha dejado de darle vueltas. 
Porque, aun ciego, sigue teniendo más visión que los demás. Aunque siempre sobrevuele el tema de los celos, que él no niega, también está un séptimo sentido que le indica que el médico no es lo que aparenta. Aparte del descubrimiento de la pitillera y las explicaciones de Lesmes que no le cuadran en absoluto. Aunque falta convencer de ello a Aurora, que, por ahora, no parece que esté por la labor. Y aquí un reproche para ésta. ¿Volverá a caer en lo mismo y a no creer en lo que le dicen los suyos?

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