Si alguien albergaba alguna duda
sobre la verdadera naturaleza de Francisca, hoy ya quedado demostrado de manera
patente quien es realmente esta mujer. Mientras a escasa distancia la tragedia
ha caído sobre su propia familia, y es su bisnieta la víctima, y su ahijada y su
nieto los que se enfrentan a ello, la doña ajena a todo (que no ignorante) hace
lo único que sabe llevar a cabo: poner por encima de todo las conveniencias
sociales.
Patético e inhumano.
Como también lo es insistir una y
otra vez en que la situación es la consecuencia de los actos pecaminosos de los
demás. No voy a volver sobre ello porque ya lo he comentado muchas veces, pero no
estaría de más que alguien le recordara que también hay un mandamiento que dice
“no matarás”. Aunque por lo visto este sólo existía para la clase baja, no para
los pudientes que al parecer tenían bula (o directamente la pagaban con
donativos). Ahora mismo recuerdo algo que comentó D. Anselmo: que habían oído unos gritos que todos suponen de Fernando, pero al parecer nadie movió un dedo, aunque no dudan de la autoría de los verdugos. Ni lo han movido
después. Y por supuesto no pretendo hablar a favor del éste, si no constatar que se trata de
un ser humano y que nadie tiene derecho sobre la vida de otros. Si acaso la
justicia.
Este mismo desdén e indiferencia
por los demás por parte de la doña, le ha llevado también a hacer algo que no me
creo que no haya sido intencionado. Jamás hace nada sin motivo, y humillar públicamente
a su primo no considero que haya sido consecuencia de un intento de hacer una broma.
Si acaso ha sido de muy mal gusto y para ponerse medallas, algo por otra parte
innecesario ante los de su calaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario