Una nueva vida

Atreverse a afirmar con rotundidad que María ha roto definitivamente con Francisca es algo arriesgado, pero creo que esta vez algo si ha cambiado. Porque no sólo se ha dado cuenta de que ha sido una ingenua y que la doña la ha estado manipulando, sino que además ésta la ha traicionado lanzando insidias malintencionadas, y encima dejando patente que la ha “cambiado” por Bosco. En los afectos de la doña parece que solo hay sitio para los que ella considera leales a sus deseos, y María ya no entra en esta consideración. Pero si algo de bueno ha salido de esto es que, al menos esta vez, no hay lugar a dudas y la doña se ha desenmascarado sin complejos.

También es verdad que para María no será fácil aceptar esta situación, pero afortunadamente para ella tiene personas que si la quieren de manera incondicional y que entienden sus sentimientos. Además de su familia y amigos, los brazos de Martín siempre están abiertos para acogerla, y su inmenso cariño para apoyarla. El mismo que ella siente por él. 

Han sido casi dos años de sufrimiento, desencuentros, alejamientos y reencuentros entre la pareja, pero finalmente sus caminos se han juntado para no separarse más. Este amor que siempre ha estado ahí, sin perder un ápice de intensidad sinó al contrario fortaleciéndose cada vez más, es su fuerza y su guía. Y aunque en realidad no necesitan casarse, porque como ya dijo el otro día Martín él ya se siente unido a ella por lazos indisolubles que no requieren ninguna bendición, y además su amor ya ha tenido su culminación con su hija, su unión en matrimonio ha de constituir lo que lo certifique ante los ojos de los hombres para siempre.

De verdad espero que esta vez nada ni nadie impida que esto siga su curso, y que por fin puedan ver realizados sus deseos y los nuestros. Aunque en realidad ya hace días que se cumplieron, desde el día en que María decidió mudarse al Jaral e iniciar una vida en común con el hombre al que ama y el padre de su hija.

Juntos ya forman una familia preciosa, en la que el amor fluye a raudales. Y en la que la química y la complicidad de la pareja ha ido en crescendo hasta convertirse en algo único, que considero que no tiene nada que envidiar a la de Tristán y Pepa que fue el centro de los primeros capítulos. Incluso pienso que la ha superado, y que además será difícil que ninguna otra consiga llegar al mismo nivel.