Cierto que han cambiado muchas
cosas desde la etapa anterior de la serie y ha habido de todo. Pero una de las
que creo lo han hecho para bien es que aparentemente la gente ha aprendido que
mantenerse callados no es una opción, que compartir la cosas con otros u otras
es la mejor manera de solucionar los problemas. Intuiciones, sospechas
fundadas, certezas ignoradas, hechos mantenidos ocultos, secretos guardados que
podían cambiar muchas cosas, cosas que han pasado al baúl del olvido, …..Esta
ha sido la tónica general hasta ahora, pero parece que buena parte de los
personajes han llegado a la conclusión de que es un error no hacer frente a
ello y dejar que el tiempo o la ocasión lo solucionen por sí mismos. Porque
esto no suele funcionar así.
Hasta el momento hemos tenido
varias muestras de que esta nueva manera de hacer puede llegar a ser una realidad. Aunque en mi opinión, en quién es más patente es
entre la pareja Martín y María, que han aprendido a confiar plenamente uno en
el otro. Pero parece que las otras, con alguna salvedad, van por el mismo
camino.
Cierto que al mismo tiempo creo que también se detecta un aumento de la clarividencia de todos. Y espero que esto permita que
las cosas cambien totalmente.
Y si alguien se preguntaba cuál
iba a ser el papel de Martín y María a partir de ahora, una vez consolidada su unión,
también hoy hemos tenido una muestra. Luchar por ser felices, pero también por su familia. Algo que se ha hecho patente, no solo por la iniciativa de María, sino
por la voluntad de que se esclarezcan las intenciones de Alicia y, en especial,
para ayudar a Aurora y Conrado, algo en lo que los ambos integrantes de la pareja han puesto su empeño. Cierto
que a veces las casualidades también ayudan y, en este caso particular, un
simple prendedor puede tener una vital importancia para desenmascarar a una
mujer que cada vez más se manifiesta, sin ningún rubor, como una persona sin
escrúpulos, que no sólo es capaz de manipular a un pequeño, sinó casi llegar
al maltrato.
No voy a volver sobre el tema del
cambio evidente en María, pero me encanta verla en su nueva faceta. De lo que es capaz de hacer por los suyos, de la manera como ha llevado su investigación, sin desfallecer, y utilizando
toda su capacidad de deducción y sagacidad. Y me encanta que después lo
comparta con Martín y que ambos, codo a codo, decidan seguir las pistas y no dejar que este tema se enfríe. Y espero que sea sólo la primera de las cosas que emprendan juntos a partir de ahora, por descontado aparte de la más importante y en la que ya están inmersos, que son su futuro y su familia.
María se ha alineado sin
fisuras con su esposo, por ello quizás también sea el momento
en que dejen de ignorar el pasado, y empiecen a buscar respuestas a temas que
parece que hayan quedado aparcados o directamente olvidados. Por ejemplo, la muerte de Pepa y la responsabilidad de Francisca en la misma.
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