30 de julio de 2014

El prendedor

Cierto que han cambiado muchas cosas desde la etapa anterior de la serie y ha habido de todo. Pero una de las que creo lo han hecho para bien es que aparentemente la gente ha aprendido que mantenerse callados no es una opción, que compartir la cosas con otros u otras es la mejor manera de solucionar los problemas. Intuiciones, sospechas fundadas, certezas ignoradas, hechos mantenidos ocultos, secretos guardados que podían cambiar muchas cosas, cosas que han pasado al baúl del olvido, …..Esta ha sido la tónica general hasta ahora, pero parece que buena parte de los personajes han llegado a la conclusión de que es un error no hacer frente a ello y dejar que el tiempo o la ocasión lo solucionen por sí mismos. Porque esto no suele funcionar así.    
Hasta el momento hemos tenido varias muestras de que esta nueva manera de hacer puede llegar a ser una realidad. Aunque en mi opinión, en quién es más patente es entre la pareja Martín y María, que han aprendido a confiar plenamente uno en el otro. Pero parece que las otras, con alguna salvedad, van por el mismo camino.  
Cierto que al mismo tiempo creo que también se detecta un aumento de la clarividencia de todos. Y espero que esto permita que las cosas cambien totalmente.
Y si alguien se preguntaba cuál iba a ser el papel de Martín y María a partir de ahora, una vez consolidada su unión, también hoy hemos tenido una muestra. Luchar por ser felices, pero también por su familia. Algo que se ha hecho patente, no solo por la iniciativa de María, sino por la voluntad de que se esclarezcan las intenciones de Alicia y, en especial, para ayudar a Aurora y Conrado, algo en lo que los ambos integrantes de la pareja han puesto su empeño. Cierto que a veces las casualidades también ayudan y, en este caso particular, un simple prendedor puede tener una vital importancia para desenmascarar a una mujer que cada vez más se manifiesta, sin ningún rubor, como una persona sin escrúpulos, que no sólo es capaz de manipular a un pequeño, sinó casi llegar al maltrato.
No voy a volver sobre el tema del cambio evidente en María, pero me encanta verla en su nueva faceta. De lo que es capaz de hacer por los suyos, de la manera como ha llevado su investigación, sin desfallecer, y utilizando toda su capacidad de deducción y sagacidad. Y me encanta que después lo comparta con Martín y que ambos, codo a codo, decidan seguir las pistas y no dejar que este tema se enfríe.  Y espero que sea sólo la primera de las cosas que emprendan juntos a partir de ahora, por descontado aparte de la más importante y en la que ya están inmersos, que son su futuro y su familia. 
María se ha alineado sin fisuras con su esposo, por ello quizás también sea el momento en que dejen de ignorar el pasado, y empiecen a buscar respuestas a temas que parece que hayan quedado aparcados o directamente olvidados. Por ejemplo, la muerte de Pepa y la responsabilidad de Francisca en la misma.

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