Si no supiera que sus intenciones
no tienen nada que ver con un interés real de hacer algo para el bien del joven,
casi alabaría la intención de Bernarda de hacer entrar en razón a Bosco. En
realidad lo que le ha intentado inculcar es bueno y llevaría a éste por el buen
camino, de no interferirse en el joven otros sentimientos que son aún más
fuertes: el agradecimiento y la fidelidad a Francisca.
Pero creo que Bernarda conoce muy
bien a Bosco. Sabe leer en el interior de éste y ver que tiene conciencia, que
según qué cosas le provocan un debate interno que éste no es capaz de ignorar. Y
es evidente que la intención de la mujer es utilizar esto para socavar la moral del
chico y conseguir sus propósitos, que no son otros que
enfrentarlo con la doña.
También es cierto que Francisca
ha visto que Bosco no es absolutamente indiferente a su entorno y que según qué
cosas le hacen cuestionarse lo que le pide, pero también sabe muy bien que es
lo que ha de utilizar para manipularle y conseguir convertirle en una
herramienta arrojadiza contra los que considera sus enemigos. Término por otra
parte un poco relativo, porque enemigo es para ella todo el que no acepta sus
deseos y además no le rinde pleitesía. Es decir, casi todo el mundo.
Bosco, de momento, cumple con sus expectativas. Incluso pienso que el cariño que le demuestra es sincero y además
correspondido, aunque este sentimiento en ella tiene connotaciones diferentes a
las de la mayoría. Es egoísta, pensando sólo en tener cerca a alguien para
darle su cariño, algo por otra parte difícil de creer que pueda albergar una
mujer con el corazón de piedra, pero que únicamente se trata en el fondo de
perpetuar un legado no sólo material. Y lo está haciendo, dejando creer a Bosco que
todo es fruto del destino y que su elección es libre.
Pero aun así, y con el corazón en
la mano, creo que es difícil recriminar a éste que se sienta a gusto con su
nueva vida y que no desee cambiarla por la anterior. Pienso que nadie
rechazaría vivir mejor de lo que lo hace y, en este caso, Bosco no es la excepción.
Otra cosa es que además venda su alma por ello. También es cierto que es muy
joven y hasta cierto punto inocente, aunque no hasta el extremo de no saber
discernir lo que está bien y lo que está mal. Sin embargo, de momento, parece que el
lado oscuro está ganando la partida.
El día que ello cambie y Bosco la
contraríe o haga algo en contra de su voluntad (que estoy convencida va a
pasar) Francisca va a hacer lo que ha hecho con sus hijos y sus otros nietos.
Repudiarle. Porque nadie la contradice sin pagar por ello.
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