“El pasado siempre vuelve” “Justicia
divina. Quien a hierro mata, a hierro muere”
En dos días diferentes hemos oído
estas sentencias en boca de Francisca. Que, al parecer, piensa que sólo es algo
que incumbe a los demás, un tema ajeno a ella.
¿Porque piensa que Dios y la
razón están de su parte? Si, ya sé que es una pregunta retórica, porque ya se
ha hablado largo y tendido de su actitud y de su manera de entender su espacio
en la vida.
La verdad es que cuesta imaginar
que alguien pueda actuar con tanta impunidad, y tomándose la justicia por su
mano. Que pueda detentar tanto poder como para salir airosa de situaciones que
para el pueblo llano serían motivo de castigo o reprobación. Por lo que, por
ejemplo, verla avanzar por la plaza con el manto en la cabeza, mostrándose como una ferviente seguidora de una religión que pregona la caridad y la bondad, y que ella además de ignorar ha profanado en multitud de ocasiones con sus actos abominables, es realmente vomitivo. Como la mayor parte de sus actos. Por cierto,
parece que D. Anselmo en este tema de la religiosidad a medida de la doña, prefiere
mirar hacia otro lado. De hecho no hace ni dos días que afirmaba en la casa de
comidas que Francisca era una cristiana devota (¿?????) No soy de estos temas,
pero mi idea sobre ello anda por las antípodas a esta afirmación, además de
que pienso que en el sacerdote está directamente condicionado por las generosas
donaciones de la doña a la iglesia. Porque nadie mejor que él para saber los
desmanes de la doña, los asesinatos que carga a sus espaldas y el daño que ha
hecho a sus semejantes.
Aún así entiendo la imposibilidad
de éste para negarle el auxilio de la iglesia y los sacramentos, ya que la separación entre iglesia y
poder establecido no era tal en aquellos tiempos. Un sacerdote que hubiera
obrado así no habría tardado ni un día en ser sustituido. Dejando aparte el
hecho de que una humillación de este calibre no hubiera sido perdonada.
Y que la doña haya intercedido
por Raimundo (aunque sea en secreto y sin que nadie vaya a saberlo jamás), no
la salva de mi quema, ni de mi idea de que no tiene redención posible. Porque
puede haber conseguido que no le quitaran la vida a éste, pero en realidad el
destierro es un poco como morir en vida. Si nada lo remedia, Raimundo va a
sufrir la soledad el resto de sus días. Y no creo que se lo merezca. Alguien comentaba
que Francisca ha actuado por un amor hacia Raimundo que aún sigue latente (será
muy, pero que muy en el fondo, si es que es tal) y que saberlo vivo es un
alivio, pero creo que la concepción de este sentimiento está muy sesgada en ella.
Como también creo que lo está en
el tema de Bosco. Aunque siempre haya sido así con todos los que en algún
momento han estado cerca de ella. Este sentimiento obsesivo que ella califica
de cariño, pero que necesita ser alimentado de manera continuada con las pruebas a las que
ella lo somete, no puede ser cariño ni nada parecido, si no algo mucho más retorcido y que no tiene
nada de sentimiento puro. Como tampoco puede ser calificado así, cuando lo que intenta es corromper la conciencia y la
naturaleza noble de una persona vulnerable. Esto es lo peor de lo peor.
Espero que este personaje, Francisca, tenga un día u otro el final que se merece y pague por todo el daño que ha hecho. No me quiero ni imaginar que se les pase por la cabeza que su final sea el de una viejecita digna de lástima y se quede sin rendir cuentas por sus muchas maldades. No puedo con ella, su maldad no tiene límites, se me hace pesado el que haga una detrás de otra y la vida sigue para ella como si nada, no es nada creíble. Menos mal que por lo menos con María hemos avanzado y no parece posible que vuelva a las andadas con su madrina. Me encanta esta nueva María.
ResponderEliminarLo de Raimundo ha sido otra de las suyas, lo libra de la muerte rápida para asegurarle una muerte lenta, ¿eso es quererlo cuando lo podría haber salvado del todo? pues no !!!!! quererlo hubiera sido desesperarse cuando a la persona que amas le van a quitar la vida, como quererlo sería no poder soportar el no verlo nunca más.
Penoso personaje, hasta Mauricio se está cansando de su mezquindad.
DL