Admito que los guionistas no
dejan de sorprenderme con situaciones que, en mi opinión, van más allá de la
lógica. No puedo imaginarme que alegando razones de salud,
pero sin mediar certificado médico alguno, solo con su palabra, alguien pueda conseguir
que todo un tribunal se desplace a su casa. Es cierto que ahora existen medios
tecnológicos que pueden solventar este tema, pero creo que si existiera la
posibilidad que se celebre un juicio fuera de los lugares previstos para ello, debe
ser algo excepcional y siempre que el acusado no pueda desplazarse, no por las conveniencias de una simple testigo. Supongo que (otra vez) se trata de una licencia y como tal hay
que tomarla.
Lo que es más que evidente es el
motivo de ello, y todos son muy conscientes de que se trata más de una
demostración de fuerza que algo realmente necesario. Y el saberlo ya le quita valor a lo que podría significar de intimidación. Pero
Francisca siempre ha de dar la nota, dejando que el juez y los demás togados (a
excepción del abogado de Aurora) parezcan de lo más condescendientes al permitir
que además lleve las riendas y pretenda tener a todo el mundo esperando, para
después entrar en el salón como si fuera una emperatriz, con pompa y boato y del
brazo de su lacayo, que además le sigue la corriente sin inmutarse. Y, por
supuesto, magnificando unos males inexistentes (o al menos no en la medida que
pretende). Juez y fiscal han hecho dejación de sus funciones a favor del poder,
algo que da una imagen desastrosa de la justicia (aunque después se haya
arreglado). Las pruebas eran demasiado concluyentes como para pasarlas por alto,
y ni siquiera un tribunal influenciado podía rebatirlas.
Aunque hay algo que también es
evidente. Francisca estaba demasiado tranquila para sentirse amenazada y es
evidente que, como le dijo a Mauricio, no había dejado cabos sueltos. Implicada
o no en la muerte de Bernarda, y aunque fuera la inductora y la ideóloga, es
claro que la culpa va a recaer toda en Fulgencio. Así de una sola tacada se
libra de su primo y de ser inculpada. Solo que tendrá que esperar otra ocasión
para librarse también de Aurora, porque con pruebas tan irrebatibles el juez no
tendrá otra opción que descargar a ésta de culpa y devolverle la libertad.
Pero, otra vez, la doña se irá de
rositas. Y van………..
Tipico , tipico de Francisca Montenegro, ella va por delante de todos, por supuesto que no se deja ni un cabo suelto, al final se quito a su primo de en medio y salio indegne, No pensaba en que Francisca lo iba a pagar puesto que se acabaria la serie pero tampoco imaginaba que iba a salir asi de facil, como hilan de fino aqui los guionistas, solo espero que deje en paz a Aurora, ya tiene bastante con haberse apoderado de Bosco ahora tenemos encima la tragedia de Ines, haber caido en manos de Francisca y Amalia ha sido su mayor desgracia.
ResponderEliminarAl final, Fulgencio Montenegro paga los platos rotos y termina convertido en vegetal por obra y gracia de su querida prima. Me alegro porque se lo merecía, pero menudo personaje más decepcionante.
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