28 de enero de 2015

Algo sucede en La Casona

Creo que en La Casona lo que necesitan urgentemente es un exorcista.
Evidentemente algo flota en el ambiente que hace de este lugar un sitio siniestro, del que mejor mantenerse alejado. Porque no es muy normal que la mayor parte de las personas que en algún momento de su vida se han albergado entre sus muros hayan acabado locos, desquiciados, malvados o desgraciados. Por no hablar de los que aún ahora andan bobos o alelados, o los que han salido de la casa con los pies por delante. Solo unos pocos han conseguido que todo esto no los haya engullido, aunque tampoco han podido evitar que las desgracias los persiguieran allá donde fueran. Claro que también hay que tener en cuenta el denominador común de todo ello. Y no se trata del destino, sino de algo (más bien alguien) mucho más tangible: Francisca.
Solo espero que los que aún queden que no han sufrido las consecuencias, consigan librarse de esta influencia, y salir por patas antes de que sea demasiado tarde. Especialmente me refiero a Fe, que, de momento, aún no está en el punto de mira. Aunque, al tiempo……
Pero para no ser menos, parece que ahora le toca el turno a Amalia, y de paso rememorar otros tiempos ya muy lejanos, en los que Angustias era la protagonista. Aunque no alcanzo a ver el motivo por el cual ahora su mente empiece a dar signos de desquiciamiento, a menos que esto ya viniera de fábrica y no lo hubiera dejado entrever antes. ¿O quizás es que aprende muy rápido de una maestra excepcional? Pero los signos son los mismos que ya se han visto anteriormente en otras tramas, incluido el cuchillo, lo que además en mi opinión denota (siento decirlo) poca imaginación por parte de quién escribe los guiones. Y todo ello está haciendo de Amalia un personaje casi tan siniestro como la doña, con la que se ha puesto a la par, especialmente en el tema de engañar a un Bosco que es incapaz de tomar las riendas de su matrimonio, y que acaba yendo siempre a llorar al hombro de Francisca para que sea ésta la que le saque las castañas del fuego.
Admito que esta trama cada día me cansa más. No consigo ver las escenas de Amalia con Inés sin ponerme a mirar las musarañas del techo, ni tampoco consigo evitar las ganas de darle dos sopapos a Bosco a ver si espabila. La verdad es que, en mi caso, pienso que las dos primeras en este momento ya es difícil que consigan remontar una popularidad que ahora se me antoja que está por los suelos, mientras que Bosco quizás aún podría salvarse si le dan un giro a su trama y le hacen descubrir la verdad sobre sus orígenes. Al fin y al cabo (y obviando sus orígenes psicodélicos) se trata de un hijo de la partera y Tristán, por lo tanto el nexo con la historia original. Pero lo están alargando tanto que ya cansa, además de que ya no podrá disfrutar de su hermano Martín, y como no se den prisa, tampoco podrá hacerlo de Aurora. 
Y El Jaral se va a quedar sin herederos directos. 

1 comentario:

  1. Hola creo que Amalia durante un tiempo ha sabido camuflar su estado mental, pero mantener eso todo el tiempo a mi parecer es imposible y ya no esta aguantando, en cualquier momento a quien va a amenazar con la daga es a Bosco, el final de esta chica va a ser terrible, si quienes no siguen su trama le tienen repelus, entonces es facil imaginar que si hubiera sido para la trama de Gonzalo o Conrado, la habrian considerado peor, porque estoy segura que Amalia hubiera sido el tipo de chica que le hubieran traido a Gonzalo, menos mal que no lo hicieron, Bosco cree que se ha casado con un angel. ¿Se dara cuenta que en realidad esta casado con Lilith? Demasiado dificil, aun no ha estrenado el cerebro, un saludo.

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