Ahora mismo la atmósfera de la
serie no creo que alcance a ser más lúgubre. Nadie parece escapar a la
fatalidad o al sufrimiento, inducido o no. Porque aunque parezca lo contrario
ni la doña escapa a ello, solo la diferencia de los demás que ella es la que lo
provoca. De hecho de La Casona sale la mayor parte de todo lo malo que
acontece, siendo ella la persona más infeliz de todas porque también es la más
miserable. Pero no por necesidades económicas, sino por su miseria moral, carente
del más mínimo rastro de humanidad. Y dejando en evidencia que el dinero y el
poder sólo dan seguridad y pueden comprar muchas cosas, pero no el cariño ni el
respeto. Está sola y así va a seguir hasta el fin de sus días.
Sí, es cierto que ahora tiene a
Bosco, pero a estas alturas no creo que nadie piense que realmente le quiere, sólo
que lo utiliza. Más después de ver y oír su reacción ante Inés.
Porque nadie va a volver a
estropear sus planes y el chico es uno de ellos.
Francisca sólo es una amargada, que
vive sumida en el odio y el rencor, envenenada por su propia ponzoña y sin que
las personas que la rodean lo hagan por otra cosa que por necesidad o para
sacar provecho. De momento quizás solo Bosco no cumpla con estas premisas y sus
sentimientos sean sinceros, como en su día sucedió con María, pero al igual que
ésta es posible que esto también tenga fecha de caducidad. Será el día en que el
chico decida actuar por su cuenta y hacer uso de su libertad para decidir su
futuro.
Pero como decía, de momento nadie
parece poder escapar a la fatalidad. Aurora irremediablemente perdida y abocada
por su pérfida abuela a un futuro incierto, Conrado sin poder hacer nada para
ayudarla, Alfonso y Emilia debatiéndose entre la preocupación por María, Aurora
y Matías, éste con su supuesta familia rondando e intentando volver a hacerle
caer, Inés desaparecida, Bosco sin aclararse, Amalia desazonada, Candela
penando por su sobrina, por Aurora y por todos, Nicolás escondiendo un secreto
que amenaza con crear problemas en su matrimonio, Fe sin entender nada de lo que
ha pasado con su amiga, Mauricio debatiéndose entre la fidelidad a su ama o a
su conciencia, amenazado por la doña y al parecer dispuesto a contar la verdad
sobre Bosco, la vuelta del desaparecido Fulgencio al que nadie echaba en falta
y que no presagia nada bueno, …..Y por si no fuera suficiente ahora la supuesta
muerte de Martín, el desgarrador dolor de María por la pérdida del hombre al
que ama, y la llegada de un nuevo hermano para la familia Castro. Sólo falta
que lleguen los nuevos para completar el círculo y acabar de hacer más negro el
panorama y más enredada la serie.
Parece que aquello de que los
problemas de uno en uno no sirve, y han decidido condensarlos todos al mismo
tiempo.
Y ahora hablando de la realidad
De verdad que no entiendo la
fijación de unos guiones que se empeñan en ahondar en el sufrimiento de los
personajes, sin darles tregua, sin concedernos la más mínima oportunidad a los
espectadores de ver tramas amables, sin que tengamos que sentir que hay que
atesorarlas porque inexorablemente después viene algo malo o desastroso. Estoy
convencida de que hay muchas otras posibilidades sin que ello obligatoriamente
tenga que suceder.
Y al blog de mi amiga Margonz me
remito.
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