2 de noviembre de 2014

En respuesta

Supongo que lo mejor sería quedarme callada y no echar mas leña al fuego. Pero creo que debo hacer algunas puntualizaciones para dejar zanjado el tema que empecé con un escrito anterior.
Afortunadamente las palabras escritas quedan impresas. Otra cosa es su interpretación e incluso la posibilidad de tergiversarlas para adaptarlas a conveniencia. Esto es algo que puedo evitar en mi caso, pero que no está en mi mano hacerlo por los demás.
Y he perdido la cuenta de las veces que he tenido que volver a leer lo que he escrito para descubrir lo que puede haber provocado una polémica. A veces es una simple palabra, otras una frase, otras una idea, incluso una ilustración,... las más de las veces sacadas de contexto o reinterpretadas. Aunque admito que también es posible que alguna vez haya cometido algún error al intentar explicarme, o dejado deslizar alguna frase desafortunada que haya dado lugar a un malentendido.
Sin embargo lo que no voy a hacer es pretender excusarme. Soy responsable de lo que escribo y lo hago con plena conciencia de que mis opiniones no siempre pueden ser bien recibidas. Pero ello no va a hacerme cambiar de proceder, porque son sólo opiniones sobre algo que no es más que una ficción y que puede prestarse a múltiples interpretaciones, según como lo vea cada persona. Tampoco creo que tenga que justificar que uno o varios personajes despierten en mí mas simpatías que otros.
Como tampoco voy a  contestar algunos comentarios vertidos en algunas páginas concretas, a pesar de haber sido invitada a hacerlo. No entraré en provocaciones innecesarias que no llevan a ninguna parte, ni creo necesario dar más vueltas a algo que ya he dejado claro. 
Y por descontado, quien se haya sentido aludido por algo que he escrito, será porque tiene razones para pensar que tengo motivos. (Por cierto. Si se repasa el post al que aludo no creo que nadie pueda encontrar ninguna mención a nadie individual o a un grupo en concreto, ni creo que se pueda hablar de generalización) Otra cosa es la reacción a ello. Y dice mucho de las personas la manera de hacerlo, pues mientras en un caso ha sido con la máxima corrección que se me han pedido explicaciones, que por supuesto he dado muy gustosa en privado, en el otro casi he provocado la tercera guerra mundial, con comentarios para los que los calificativos sobran.
También he de decir que mi blog está abierto a quien quiera compartir mis opiniones y, de hecho, varias páginas lo hacen sin que nunca haya tenido el más mínimo  problema con la gente que las sigue. Además que los/as administradores de todas ellas lo hacen por propia iniciativa y sin que haya mediado por mi parte solicitud alguna.
Por descontado estoy sumamente agradecida a todas ellas por su consideración.
Y, como he dicho anteriormente, aquí dejo zanjado el tema. 

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