Es sólo mi opinión, pero
considero que de todos los personajes bien construidos de la serie, el de Fe
podría considerarse digno de ocupar uno de los primeros lugares. Aunque tampoco
voy a negar la evidencia que este personaje ha conseguido, casi desde el primer
minuto, suscitar todas mis simpatías. (Claro que también es patente que no sería lo mismo si no se une a ello el talento que despliega Marta para darle vida).
Porque a pesar de tratarse de una
simple doncella (que a la vista está que no es tan simple), y un personaje
secundario (que afortunadamente cada vez lo es menos) considero que su pesquis
está muy por encima de la media de la serie. No se le escapa casi nada y tiene
las cosas más claras que la mayoría. También es de las más transparentes, con
un carácter que incluye además de una enorme vitalidad y una gran curiosidad, un buen caudal de generosidad, la entrega de amistad sin
contraprestaciones, y algunos ocasionales tintes de casi inocencia (que no
quiere decir que sea fácil dársela con queso). Sin olvidar dos de sus
principales características como son el sentido práctico, o lo que es lo mismo,
su capacidad de encajar todo sin dejar que la afecte demasiado, quizás fruto
de que sabe valorar la justa medida de las cosas, o su graciosa impulsividad
que le hace decir las cosas sin casi pensarlas y que provoca que a veces
incluso parezca irreverente.
Y gracias a ello puede sobrevivir
sin morir en el intento, en el peor sitio al que podía haber ido a parar y bajo
las órdenes de la peor persona que una se puede echar a la cara.
Pero además de todo lo anterior,
a lo que quería llegar es a otra cosa.
Al hilo de mi anterior comentario
sobre Amalia, me he dado cuenta de que quizás Fe ve más allá de lo que yo misma
veo. Porque parece que no acaba de fiarse de las buenas intenciones de la chica
para con Inés. Y tiene sus motivos, aunque no creo que sean precisamente celos,
pero no es de recibo que con la excusa de que son de edades parecidas, Amalia
intente congraciarse con Inés colmándola de presentes y de atenciones, mientras Fe se lo ha de
mirar y quedarse a dos velas. Aparte de una enorme falta de tacto (o de
desconsideración) por parte de la primera.
La capacidad de Fe para desnudar
el alma de las personas es encomiable. Quizás el hecho de mirarlo desde fuera
le da más posibilidades, pero queda claro que su mente lúcida le permite conocer
muy bien como las gastan los señores, y que el fingimiento es algo que llevan
impreso en su manera de moverse en la sociedad, adaptándose según las
circunstancias y los interlocutores.
Todo ello me hace reafirmarme en
lo del principio. Creo que todo ello hace que se den méritos más que
suficientes para que Fe tenga una trama propia. Por supuesto no quiero insinuar
que deje de ser la amiga que ayuda a Inés y a la que ésta va a necesitar con
más ahínco en el futuro, pero creo que esto ya empieza a ser un lastre.
Porqué además, ¿quién se preocupa de ella?
No hay comentarios:
Publicar un comentario