Es en estos momentos cuando considero
que el personaje de Aurora está alcanzando su verdadera dimensión como hija de
otros dos grandes.
Igual que en el caso de su
hermano Martín, y quizás en Bosco, en su natural idiosincrasia está la
rebelión, pero ahora ésta última ha quedado mermada por la cruda realidad. Sin
embargo aun así yo no diría que ahora mismo lo suyo sea sólo resignación, ni
aceptación de su impotencia ante los poderosos, sino que revela una persona sorprendentemente
madura, con una gran entereza y capaz de sobreponerse a un destino incierto. Y
ello a pesar de ser víctima de una tremenda injusticia, y con un futuro marcado
por una condena que puede llevarle los mejores años de su vida. También da
cuenta de una enorme generosidad, capaz de pensar antes en los demás que en
ella misma, aunque es evidente y totalmente razonable, que la procesión vaya
por dentro. Porque, por ejemplo, no debe ser fácil pedirle a la persona a la
que amas que siga su camino y te olvide.
De todas maneras también hay algo
más que no sé muy bien como calificarlo, si ingenuidad o confianza en una
suerte que hasta ahora le ha sido esquiva. Y es el hecho de que, a pesar de
todo, siga confiando en la justicia, y en que un día se sepa la verdad. Aunque haya
de pasar toda una vida, y que ello ya no la ayude a recuperar los años perdidos.
(Evidentemente esto es sobre el punto de vista de alguien en su situación, pero
que no va a ser necesario porque es claro que algo va a suceder que la va a
sacar de la reclusión. Aunque ahora sea adelantar acontecimientos).
Aunque en el trasfondo de todo
persiste algo que es una lacra y que quizás nunca pueda arrancarse de la
sociedad. La máxima de que la ley es igual para todos, es claro que siempre ha
sido, y sigue siendo, algo que no es del todo cierto. El mejor ejemplo, la impunidad de los
poderosos y bien posicionados, que ante la pasividad de la gente pueden comprar
voluntades, manipular conciencias y manejar situaciones a su antojo y para su propio
beneficio. Y tampoco me voy a poner a relatar ejemplos, porque día sí, día también,
siguen habiendo noticias de ello en los periódicos.
Hola!
ResponderEliminarestoy de acuerdo en todo, Anna.
Apuntaria quiza que al menos xa mí, su madurez no es algo sorprendente...(d hecho ha sido motivo de critica incluso muchas veces, ya que no casaba, se supone, con su edad) y tampoco es novedad, xa mí, que piense antes en los demás que en ella... porque si algo ha quedado también demostrado en numerosas ocasiones con ella... es que salvo cuando decidió irse a la universidad, siempre ha antepuesto los deseos y necesidades de los demás, de sus seres queridos, a los propios.De hecho, me alegré de que, por una vez en su vida, pensara en ella misma cuando marchó a Madrid. Y asi se lo dijo en el dispensario a su pareja. Conrado termino entendiendolo, aceptándolo y apoyándolo. Porque sabe que en la naturaleza de ella siempre ha estado el ser generosa(aquella vez, al principio, que le dijo en el chamizo:"y quién cuida de ti?¿"(obviamnte Martin, pro a modo de hermano, q no d pareja, claro xD!), a veces en extremo en mi opinión. Siempre ha estado para los demás, aunque sea xa cualquier "tontería".
Por supuesto con las cosas que se suponen, también, propias de la edad de ella. Cosas que a veces son motivo de aplauso y otras de crítica..algo que nunca he entendido. Pues un mismo acto o actitud es juzgado d manera diferente.. segun la situacion.
Al fin y al cabo, a Aurora la he percibido siempre igual. No es la primera vez que se muestra, madura, entera, y tragandose sus sentimientos... x no hundir mas a quienes la rodean y generosa.
Creo q con Aurora, realmente, según los resultados de su actuación... se juzga de un modo positivo o negativo un mismo aspecto de su personalidad...sobretodo en el pasado.Ahora no tanto.Es algo que no entiendo.
Si acaso, ciertos rasgos de su personalidad, la han perjudicado a ella misma, a nadie más. Y quiza, de rebote, a Conrado. pero esos mismos también le han sido muy beneficiosos a todos los que la han rodeado, más q a ella misma.