17 de octubre de 2014

Unos lazos inexistentes

He de admitir que se me ha helado la sangre al oír a Francisca lanzar sus dardos envenenados a Martín. Pero no es por lo que ha dicho, sinó por como lo ha dicho. La frialdad y crueldad de sus palabras, su indisimulado rencor hacia su propio nieto,…. Unido a la casi total certeza de que lo que ha escupido su boca es lo que piensa y desea, y pocas dudas me han quedado al respecto después de oírle decir semejante barbaridad. 
No es nada nuevo que aproveche la ocasión para sacar a relucir su mente emponzoñada, a la manera de las más abyectas brujas (que no es más ni menos lo que es), pero creo que hoy además ha conseguido que la gota colmara el vaso de mi paciencia con ella, si es que quedaba aún algo.
Y para completarlo, solo faltaba que lo rematara con una versión llena de falsedades como la que ha explicado a Bosco, poniéndole además cara de cordero degollado. Realmente vomitivo!!
Como decía alguien, si Francisca algún día se muerde la lengua por accidente seguro que se acaba envenenando. Pero si no llega este momento, espero que al menos se cumpla el refrán de que “a todo cerdo le llega su S. Martín”.
Tampoco me ha servido la pretendida lección de Mauricio a Bosco sobre la eterna cuestión de la dualidad amor-odio en algunas personas. Quizás pueda utilizarse en el caso de Raimundo, ya que éste y Francisca se han hecho mucho daño y hay muchas heridas abiertas, pero un amor que a pesar de todo no se ha extinguido. Sin embargo no veo que esta cuestión se pueda aplicar a esta abuela-nieto en concreto porque, ya de entrada, tampoco creo que exista ningún motivo de peso para el odio y rencor de la doña hacia un chico al que como mucho puede tacharle de haber sido el que ha arrancado a María de su lado y al que, por descontado, no puede culpar de ser hijo de quien es, ni trasladarle rencores irracionales que tienen como objetivo una persona que ya hace mucho tiempo dejó de existir. Nada de ello justifica ni de lejos su actitud. Y mucho menos cuando Martín formó parte de su vida y al que vio crecer a su lado durante siete años, hasta que éste fue secuestrado por una mente enferma que lo hizo desaparecer.
Después de todas estas consideraciones, llego al punto donde discrepo (de manera excepcional) con Margonz y su conjetura de que Francisca en el fondo (pero que muy en el fondo) aún sienta algo por su nieto. Por mucho que lo intento no consigo ver nada que todavía una a Francisca con Martín. De hecho no creo que ésta sienta nada por nadie, excepto cuando ello esconde intenciones que en ningún caso tienen que ver con el corazón y si con el interés.
Solo algo más, pero ahora en el terreno de la realidad y centrándome más en ambos actores. Cierto que Maria Bouzas brilla con luz propia en su papel de malvada, pero considero que en sus escenas con Jordi existe un atractivo especial, porque es entonces cuando en un duelo de voluntades éste suele sacar a relucir una vena muy interesante de su manera de hacer profesional. Uno de los mejores Jordi es cuando interactúan y sale su lado más explosivo. Es algo que seguro también se va a echar en falta.

1 comentario:

  1. De acuerdo contigo, siempre lo he dicho: el mejor Jordi cuando Martin/Gonzalo está enfadado ;)

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