Reconozco que me he quedado a cuadros cuando le han hecho decir a Aurora algo que considero tan poco acertado como que se le había “olvidado completamente” el tema del matrimonio (como si esto no tuviera ninguna importancia) y que ya está
bien en su situación actual. Aunque en realidad ya antes había quedado algo sorprendida por
lo que me ha parecido poco entusiasmo ante la petición por
parte de Conrado de que sea su esposa. Claro que no es la primera vez y que la novedad ya no
existe en la misma medida, pero de ahí a justificarlo como que pensaba que éste
había aparcado el tema debido a sus problemas, va un cierto espacio. También es
verdad que quizás no sea el mejor momento para pensar en ello, dado
que ahora mismo hay otros temas más acuciantes como el futuro de la Casa de Aguas,
con lo que supone de parón en los planes de la pareja.
Dicho esto, me centraré en otro tema.
La verdad es que me cuesta reconocer a esta Aurora. E intentar justificarlo
como que tiene muchas cosas en la cabeza, cuando menos me parece simplificarlo
mucho. No creo que sus problemas sean tan graves ni irresolubles como para no
tener tiempo de pensar en ella misma. Y, por descontado, en su relación con Conrado
y su futuro junto a él, que entiendo que tendría que estar en un lugar
prioritario.
Aunque quizás si tenga justificación. Porque poniéndolo en un plano más
general, lo que interpreto como vaivenes en el comportamiento de Aurora creo
que se entienden si se miran desde lo que me parece un proceso de adaptación a
la realidad. Y el caso es que la Aurora actual me parece que es la más cercana
a lo que debe sentir una adolescente de diecisiete años, que con anterioridad
se ha visto desbordada por las circunstancias, forzada a hacer cosas y a asumir
responsabilidades, cuando por su edad, al menos desde el punto de vista
occidental, considero que aún era temprano para contraerlas. También es cierto que
en aquellos tiempos las chicas quizás se veían obligadas por las circunstancias
a hacerse adultas de manera más rápida, y admito que Aurora lo es, pero creo que
a veces deja asomar cierta inseguridad que no achaco más que a su inexperiencia
en algunos temas debido a que aún no ha tenido tiempo para aprender de ello.
Pero es ahora, cuando su vida está más estabilizada y puede vivir su día a día
sin grandes sobresaltos, cuando puede valorar que quiere hacer con su vida. Y
esto aparentemente pasaba por unir su vida a Conrado, o al menos esta fue la principal
justificación de su renuncia a estudiar una carrera, y volver a su casa y a los
brazos de éste. Sin embargo, una vez aquí, parece que tampoco es lo que deseaba,
¿o es que en el fondo ahora se siente frustrada por haber abandonado sus sueños?
(Vale, esto podría ser posible si fuera lo que realmente se quiere hacer entender.
Pero es evidente que lo que la llevó a Madrid es conocer a Lucas, que supongo tendrá
un papel determinante en tramas venideras).
También es cierto que, por separado, Aurora si tiene cierto protagonismo, aunque
por otros temas. Pero me pregunto que pretenden ahora con Bernarda y porque ésta
miente sobre el tema de las cartas. Pero especialmente el motivo de su acercamiento
a la chica, lo que me hace albergar serias dudas sobre sus verdaderas intenciones.
Solo me queda una última cuestión, y es para expresar una vez más una
protesta que ya sé que de entrada va a caer en saco roto.
Sigo sin entender que están queriendo hacer con esta pareja y porque sus
escenas tienen tan poco recorrido. Por ejemplo, se ha pasado en apenas cinco
minutos y sin solución de continuidad, de una petición de matrimonio a cambiar
radicalmente de tema y a olvidarse de lo anterior. Como si algo así fuera de lo
más habitual. En cambio Inés y Bosco consumen minutos y más minutos de pantalla
en tramas insustanciales, que pienso que no interesan a casi nadie.
Ya lo dije en otro comentario. Ni tanto ni tan poco, sinó un equilibrio
justo.
Anna tienes razón, no reconozco a Aurora, me temo que cuando llegue el amiguito entrara en una confusión total y Conrado se alejara, entonces sera cuando ella reacione ..ya que estos dos no pueden vivir el uno sin el otro, el temor de perder a Conrado la hara reaacionar..eso espero.Lo de los Boscos es insufrible y no se entiende el protagonismo de esta pareja. .a mi no me gustan, ni el, ni ella..lo siento.gracias
ResponderEliminarHola Ana, vuelvo a ser yo.
ResponderEliminarYa que después de tu lectura, me gusta comentar contigo.
Veamos, a mi también me pareció extraño esta reacción de Aurora de relegar a un cuarto o quinto puesto su matrimonio, incluso olvidarlo !!!! O_o, pero como tu dices siempre hay un motivo.
Supongo, que aunque lo que voy a decir me va a poner a los pies de los caballos con las Aurora-Conrado. pero a mi entender:
Creo que en Conrado no ve tanto a un marido, si no a una ideología. Me explico, siempre y más en aquellos tiempos, con el agravante de haber leído muchas historias de amor, la mujer iba buscando marido. Bien, pues creo que Conrado llegó en el momento en que Aurora estaba más receptiva a ese sentimiento, Candela y su padre, Martín y María, Quintina y Hiipólito, Soledad y Terence, todos tenían un amor por el que luchar, por el que vivir, y Aurora empezó a verlo con otros ojos, con corazón de novela romántica, y desde que este le plantó aquel beso en el salón del Jaral, lo sintió diferente. No había conocido hombre alguno, y el primero que se le acercó lo acepto sin pensar. Y empezó a sentir algo por él, (acordaros de María cuando Martín era cura, y le decía que solo buscaba un marido para casarse), era lo habitual en aquellos años.
Creo que Aurora se hizo su mundo, y al ir a Madrid, vivió el desengaño y la crueldad con que se enfrentaban las féminas que querían ser algo más en la vida, vio a Gregoria, sola y eso le hizo recordar su vida en PV, y su amor por Conrado, el amor que creía sentir. Pero una vez aquí, ella ya se siente bien, le tiene, pero no la veo dichosa, lo que le llena son sus vecinos y su familia, y hoy por hoy, relega su relación con Conrado, y ante pone todo lo demás, que si la casa de Aguas, que si los estudios, que si Bernanrda, y por eso no llega a la fiesta sorpresa por su compromiso en el Jaral...( luego será) la marcha de Martín, asumiendo el rol de cabeza de familia, como hija de Tristán... en fin.
Creo que Aurora, es una muchacha muy avanzada a su época como lo era Pepa, pero muchacha al fin y al cabo, y creo que hoy por hoy no está en sus planes irse a vivir con Conrado y formar una familia. Además, otro punto a tener en cuenta, me extrañó y mucho, que escribiera a Lucas, para explicarle cosas banas, ( siente necesidad de hacerlo) de lo contrario no lo hubiera hecho...
Quedan muchas dudas y sentimientos camuflados, difusos, que resolver sobre el comportamiento de Aurora, eso si, comprenderé que rechace a Conrado si no está segura, pues no es mujer que finja, y no dará pasos en falso, por muy dura que sea su verdad. Conrado es mayor, y tiene prisa, pero ella no, ella es como el aire fresco, si Aurora decide no casarse Conrado sufrirá de lo lindo. Pero eso ya lo veremos.
Felicidades por tus comentarios, perfectos como siempre.
En cuanto a los Boscos, ya sabes perfectamente lo que pienso, para mi la que sobra es Inés. ( no puedo con ese personaje) o quizá es que la actriz no está a la altura y no transmite.... porque cada actor deja en cada personaje partes de ellos mismos, y con Fariba no veo nada que me llame la atención. Espero que Francisco, pueda dar más de sí, con Aida a la que he visto trabajar en otros proyectos y me gustó mucho.
Besines.
Gracias Mar.
EliminarEspecialmente por tu comentario, que aporta muchos matices a lo que yo he escrito y que he pasado por alto.
Y ya sabes que coincidimos en todo, diría que casi al cien por cien, asi que poco o nada puedo añadir a lo que dices.
Un beso