27 de octubre de 2014

Dos chicos, dos realidades

He estado dudando entre dedicar un espacio a hablar de Matías y su entrada en la familia Castañeda, o hacerlo de la relación de complicidad que parece que se está estableciendo entre Mauricio y Bosco.
Pero quizás sea posible hablar de las dos situaciones al mismo tiempo.
Porque si bien es cierto que las dos historias no tienen ninguna relación directa, si bastantes cosas comunes. Tanto como Matías como Bosco han pasado de tener una vida dura y llena de privaciones, a tener un techo y gente que los aprecia. Aunque no terminan aquí los paralelismos, porque hasta ahora ambos también desconocían casi totalmente lo que era sentir algo más que la sensación de ser objeto de unos desalmados que los utilizaban para sus fines, y ahora en cambio los dos viven una existencia tranquila y en la que se sienten queridos.

Pero hasta aquí los similitudes. Porque puesta la suerte en una balanza, es claro que ésta se decantaría por el lado de Matías, ya que si bien la pareja Alfonso y Emilia no es precisamente lo que se puede considerar acomodada económicamente, le pueden dar al chico, además de seguridad, cariño y calor de hogar, algo de lo que Francisca está privando a Bosco: una familia. Por lo que éste, a pesar de vivir entre algodones, acaba siendo igualmente herramienta en manos de la doña, que además le coarta la libertad de relacionarse con la gente que le rodea. Exceptuando claro está, ella misma y Bernarda, dos mujeres mayores que poco pueden alegrar la vida de un chico joven que justo está empezando a vivir, y Inés y Amalia, las dos mujeres que han irrumpido prematuramente en su vida. Así que el único contacto del chico con el mundo exterior se limita casi exclusivamente a Mauricio, de ahí que no sea sorprendente que, a pesar de ser un subordinado, el capataz se  esté convirtiendo en la única persona fuera de las paredes de La Casona con la que Bosco tiene alguna relación. Y además cada vez con mayor complicidad, aunque creo que en ello también influye la actitud de Mauricio que, de alguna manera, parece que ha decidido acoger al chico bajo su ala. También es cierto que trabajar codo con codo ayuda mucho a fortalecer los vínculos, y es probable que ambos hayan llegado a conocerse bien el uno al otro.
Dos cosas más al respecto de las notables diferencias que separan a los dos chicos.
Mientras que el cariño que Emilia y Alfonso ya están dando a Matías no tiene contraprestaciones más allá de esperar de él que vaya por la buena senda,  el supuesto afecto de la doña hacia Bosco si las tiene, ya que  utiliza al chico  para alimentar su propio egocentrismo al esperar de él que se convierta en alguien a su imagen y semejanza. Por lo que entiendo que un cariño con condiciones nunca puede ser verdadero.
La otra cosa es la propia vida de los chicos. No creo que nunca se haya comentado nada sobre la edad de Matías, pero no debe andar muy lejos de la de Bosco (aunque es difícil de decir comparando el aspecto físico de ambos, porque mientras uno aparenta más o menos la edad que se supone que tiene, en Bosco es difícil de tragar que tenga diecisiete-dieciocho años como los que se pretende hacer creer). Pero a lo que quería llegar es a que mientras Matías ahora lleva la vida de un chico de su edad, Bosco ya está inmerso en la vorágine de una persona mucho mayor: responsabilidades, un amor imposible, otra relación en ciernes (incluidos planes de compromiso),……Y ello sin poder gozar de la juventud que apenas ha empezando a vivir.
Y ya que hablo de Bosco, también voy a dar mi opinión al respecto del personaje.
Entiendo que por razones de la marcha de algún actor principal, los responsables de la serie se vieron ante la necesidad de introducir nuevas tramas que pudieran compensar de alguna manera este vacío. Pero pienso que con este personaje no han acertado mucho, porque desde su nacimiento hasta su devenir actual cuesta de resultar creíble. Aunque admito que empieza a gustarme.
No voy a entrar otra vez en el aspecto físico, ya que es algo subjetivo y con otros actores ha funcionado sin problemas,  pero si en la rápida evolución de este personaje, que ha pasado en menos de cuatro meses a hacer patente un cambio que en circunstancias normales y aun siendo un superdotado, pienso que necesitaría de más tiempo. Cierto que esto es una ficción y se pueden permitir licencias sobre cosas que en la vida real serían bastante más complicadas de creer. Pero Bosco era hasta hace poco un chico simple, sin estudios ni educación. Y ahora hasta su lenguaje es florido, sus pensamientos contienen un alto nivel de reflexión incluso filosófica, su manera de hacer es la de una persona que ha tenido una esmerada educación, … 
Sobre Matías. Espero que esta vez Emilia y Alfonso puedan hacer realidad su deseo de volver a sentirse padres. Aunque también es cierto que en esta ocasión, y después de haber sido escarmentados con anterioridad, la prevención puede más que otra cosa y, aún con dolor, creo que podrían soportar mucho mejor que el chico tuviera que irse. Aunque pienso que no será así, especialmente si llega a darse el caso de que Loreto se vaya de la serie (ya sé que estoy mezclando realidad y ficción. Me explico). Emilia y Alfonso han de tener alguien a quién aferrarse, además de a ellos mismos. Por cierto, hacen una preciosa pareja y sus momentos de romanticismo son preciosos y tiernos. Pero a lo que iba. A lo mejor ando muy errada, pero creo que Matías podría estar llamado a cubrir de alguna manera el hueco de María, aunque antes han de averiguar que hay de cierto en su identidad. Yo creo que no es hijo del quincallero, sinó más bien un niño robado destinado a ser obligado a llevar a cabo las fechorías que su supuesto padre se propone.

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