24 de octubre de 2014

Cayendo en la trampa

¿Cómo es que de pronto Aurora se ha vuelto tan vulnerable y crédula, incapaz de recelar de todo lo que huela a La Casona y Francisca? O quizás es que es tan trasparente que a las dos arpías de aquella casa no les ha hecho falta pensar mucho como para saber por dónde cogerla desprevenida.
Pero voy a responder a mi pregunta con mis propias teorías. La chica tiene tan interiorizada una responsabilidad que ha asumido por propia voluntad, además de su natural generoso, que es incapaz de dejar de lado a una persona de la que piensa que está desvalida y necesita ayuda. Aunque evidentemente Aurora no está preparada para un tema que entraría más bien en el terreno de la psiquiatría, supongo que piensa que puede reconfortarla dándole su apoyo.
Sin saber que está cayendo lentamente en una trampa urdida con un propósito que me parece cuando menos desquiciado, por no decir algo más grueso.
Realmente es algo difícil de conjeturar por qué ahora a la doña le han entrado las prisas por deshacerse de Martín y Aurora. Parece que su sentido de posesión de la persona de Bosco se ha agudizado tanto, que ahora su principal preocupación y temor es que lo aparten de su lado. Y ello la lleva a anticiparse a que suceda algo o que alguien descubra la verdadera identidad del chico, con el consiguiente peligro de que si sucede, éste tome partido. Y no sea por ella. Así que mientras Bosco desconozca sus orígenes podrá tenerlo a su merced, cosa que no es posible con sus otros dos nietos. Y ahora, con Martín lejos y Aurora cada vez más fuera de sus cabales, el camino queda casi despejado. 
Pero esta vez no se puede culpar del todo a Aurora por su situación. Si acaso por seguir los dictados de su conciencia antes que los de la razón. O por ignorar los consejos de los que bien la quieren y la están previniendo, entre ellos Conrado. Pero aunque me impaciente esta situación de impunidad de la doña con el envenenamiento de su nieta, admito que no es fácil que alguien establezca una relación entre el acercamiento de Bernarda a Aurora y los crecientes despistes y alucinaciones que sufre ésta última, además de un notable cambio de carácter que la ha vuelto hostil y brusca con todo el mundo.
Y esto parece que va a ir a peor. Así que la historia de amor de Conrado y Aurora parece que va a volver a entrar en un largo impase (para variar).
Por cierto. Considero que Aurora le tiene que estar muy agradecida a la vida por haber puesto en su camino a un hombre tan comprensivo y cabal como Conrado. En este caso sí que la máxima de que el amor todo lo puede cobra su máxima expresión, porque ni un reproche ha salido de la boca de éste, sinó más bien que para él la justificación es bien patente: el estrés, una palabra que supongo aún no se conocía en aquel tiempo. Aunque lo cierto es que es difícil entender porque ahora Aurora se ha de sentir agobiada por sus responsabilidades, cuando ha pasado por cosas mucho peores y ha podido soportarlo. 

2 comentarios:

  1. Hola! A mi me da miedo como pueda acabar esta trama. Y la estoy empezando a relacionar con lo de unas fotos en twiiter de Aurora en un manicomnio, seguramente termine en el por esto, y tambien, unas fotos que colgo Sandra Cervera en twiiter donde se pudo observar que hablaba con su padre de que Aurora se la llebarian y los dos estaban muy tristes, supongo que esta trama desencadenara en eso. La verdad aunque sea un poco triste, puede que aorte tramas interesantes.

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  2. "Aunque lo cierto es que es difícil entender porque ahora Aurora se ha de sentir agobiada por sus responsabilidades, cuando ha pasado por cosas mucho peores y ha podido soportarlo. "

    creo q es más una cuestión de cúmulo.
    Tantas cosas ACUMULADAS por algun lado han de salir. No es descabellado, pues, q Conrado apunte aestres(cosa q cmo bien dices no existia. Al mnos no cn esa palabra)
    es cosa de acumulacion.

    Sin embargo, los espectadores sabemos q ni siquiera es eso... que todo es por las gotitas magicas de la Berni...

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