Pienso que después de la
propuesta comercial de Severo a Candela pueden cambiar muchas cosas.
Primero porque tampoco es muy normal que
todos los días a alguien le salga una oportunidad de oro para prosperar. Pero ha
quedado patente que, ni por asomo, a Candela jamás se le ha pasado por la
cabeza semejante posibilidad. De ahí su cara de incredulidad y de asombro,
cuando un hombre como Severo, con una enorme capacidad económica y que no
necesita para nada detenerse ante un pequeño negocio, le haya ofrecido la
posibilidad de asociarse con él. Evidentemente la propuesta no es solo por
altruismo o por no querer perjudicarla, sino porque también ha visto las
posibilidades de sacar provecho y ayudarse mutuamente. Un interés que no
considero reprochable, pues no hay que olvidar que además es un hombre de
negocios. Sin embargo pienso que también puede haber algo de admiración, que ha
quedado de manifiesto cuando ha hablado del esfuerzo de Candela para levantar
su negocio sin ayuda de nadie, especialmente teniendo en cuenta que se trata de
una mujer y que su situación no era muy común en unos tiempos en los que el
género femenino no contaba con mucha valoración.
Pero hay algo más. Admito que,
sin que haya sucedido nada, es la primera escena en mucho tiempo que ha
conseguido crearme expectativas. Quizás era el escenario o quizás son los
actores, pero considero que el feeling que se ha visto entre Chico y Aida (o lo que es lo mismo , entre Severo y Candela) puede
ser un buen preludio. Evidentemente es solo mi apreciación, que depende de las
simpatías con las que se mire a unos determinados personajes, pero creo que además
ambos son unos magníficos actores, aparte de que sería una buena oportunidad
para dar visibilidad a Candela, injustamente ninguneada desde hace tiempo. Ya
no digo por el hecho de lo que supondría para otros personajes, en especial
para la doña.
No hay mucho que decir sobre
Candela que no se haya escrito ya, pero del personaje de Severo aún queda
recorrido. Sin embargo reconozco que me supone un alivio ver a alguien que lleva
instalada la sonrisa en la cara casi de manera permanente, además en un lugar,
La Quinta Miel Amarga, donde aún se respira tranquilidad, donde el tiempo
transcurre sin momentos de tensión y dónde las conspiraciones (que en realidad
sólo se limitan a una) se llevan con otro aire distinto al de La Casona. En
realidad no veo a Severo y Carmelo utilizando métodos violentos para sacar
adelante sus planes, lo que supone un alivio, además de una reconciliación con
una clase social que no ha salido bien parada hasta ahora en las tramas.
Otro aspecto de Severo es que no
parece fácil de engañar. Evidentemente todo el mundo es susceptible de sufrir
esta situación alguna vez, pero aunque parezca que Francisca le gane en algunos
terrenos, creo que a Severo es difícil cogerle con la guardia baja. Su
clarividencia es algo que es bien visible, algo que ha quedado demostrado en
muchas ocasiones. Lo que para los demás es un hecho consumado, para Severo (y
también para Carmelo) siempre es algo que no es definitivo y que tiene más
versiones
Pero volviendo al tema de estos
personajes que pueden dar mucho que hablar.
En realidad Severo y Carmelo no
son unos burgueses al uso, probablemente por su duro pasado, lo que puede crear
empatía hacia el resto del mundo. Y ello a pesar de que Severo se defina como
un misántropo, aunque en realidad dista de serlo. Y creo que puede ayudar en el futuro la
cercanía de Candela, y ver como Carmelo mira con ojos tiernos a Sabina.
Estoy de acuerdo contigo, Ana. Candela y Severo me encantan.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con este comentario tuyo, Anna. Ambos se me antojan que han tenido una vida dificil, llena de obstáculos y de dificultades que les ha traído desgracias. De él vamos conociendo su pasado y lo dificil que lo ha tenido, y de ella hemos visto todo lo que ha sufrido desde que Tristán murió, a pesar de que le dejó una familia con la que ha podido recuperar sus ganas de vivir. Reconozco que como seguidora de Aurora y Conrado, viendo que el (indignante) final está muy cerca y que no me atrae ninguna de las supuestas tramas que polulan por el pueblo maldito, sólo sería ésta la que me impidiera dejar de verla. La pega es que incluso una bonita historia de amor entre los dos, cosa que particularmente me gustaría, sería simplemente un recurso para que Francisca hiciera daño. Por ahora ya tiene seguramente un topo femenino en casa de Severo que no sólo le proporciona información, sino también una ventaja: parece que Sabina está comenzando a ser un elemento en discordia de una pareja de amigos y aliados que unidos pensaban vengarse de la Montenegro. Severo es un burgués poco usual y creo que su único punto débil (por encima de dinero, posición y su familia) es su amigo por todo lo que significa para él. Que Candela se convirtiera en algo más le sería favorable a la Paca puesto que le proporcionaría otro franco por donde atacar a Severo, y seguramente un franco mucho más potente que Carmelo.
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