6 de marzo de 2015

El dinero no trae la felicidad (casi nunca)

Nadie puede elegir su lugar de nacimiento ni su familia, pero si existe la posibilidad de cambiar esto en algún momento de la vida (aunque también es cierto que no todo el mundo dispone de estas opciones). Y tampoco siempre ha sido así, pues en ocasiones han pesado más las conveniencias que otras consideraciones, lo que casi siempre suele llevar a una vida de infelicidad.
Nicolás no ha elegido nacer en el seno de una familia rica, pero si lo ha hecho al escoger a la persona con la que quiere formar la suya propia. También ha elegido su lugar y lo que desea en el futuro, que no pasa por lo que quieren los demás para él. Es lo suficientemente mayor y libre como para buscar su propio destino.
Por ello las objeciones de Mariana me parecen excesivas, a pesar de que lo disfrace de altruismo y amor a su esposo. Es cierto que no es plato de gusto ser humillada y ninguneada por la familia de éste, pero es Nicolás y no los demás quienes le han de importar. Dejar que le afecte lo que le ha dicho su suegra, es lo mismo que darle la razón a ésta y someterse sumisa a los desplantes y vejaciones de ésta.
¿Dónde está la Mariana fuerte y decidida, que parecía difícil de amilanar?
Otra vez alguien está decidiendo por otro. ¿No sería más fácil hablarlo y escuchar la opinión de Nicolás al respecto? Porque con su actitud Mariana parece incluso dudar del amor de su esposo, anteponiendo la condición social de éste a los sentimientos que éste pueda albergar. Y cayendo además en un tópico, como creer que el dinero y el poder pueden traer implícita la felicidad, cuando es evidente que no es así, especialmente si nos atenemos a los casos conocidos. El más flagrante el de la doña.
También es verdad que quizás me estoy mostrando algo condescendiente con Nicolás, pero en este caso no creo que tenga la culpa del todo. Es cierto que ha ocultado algo a su esposa y que esta falta de sinceridad es censurable, pero intentando mantener alejada a Mariana de su familia, también le evitaba pasar por lo que evidentemente tenía la seguridad que iba a suceder en caso de que llegaran a establecer relación. Como así ha sucedido. Aunque por supuesto no se trata de que se avergüence de ella.
Nicolás ha encontrado el amor y la estabilidad en una chica humilde, pero que les da mil vueltas a todas las señoritingas con las que ha confraternizado en otros tiempos. Chicas frívolas e interesadas, cuya única misión en la vida es holgar a costa de los demás. Mariana es la antítesis a todo ello, además de ser una magnifica persona,  con un único defecto: ser cabezota.

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