Cuesta reconocer a
la actual Mariana. Llena de dudas y haciéndose de menos ella misma.
Quizá habrá quien
diga que es el amor el que guía sus pasos y que lo que le preocupa es que Nicolás
sea feliz, pero en mi opinión ni siquiera parece capaz de plantearse que es solo él quien tiene la potestad de decidir sobre cómo quiere que sea su vida. Y especialmente no tiene en cuenta que un
matrimonio se basa en la confianza, por lo que lo correcto sería hablar con su esposo de lo
que le acongoja. Aparentemente la afirmación de éste de que ya es feliz con la
vida que lleva no le basta, lo que implica que no confía en él lo suficiente
para creerle. Y esta es una base muy frágil para consolidar una relación de
pareja.
Llegar a
conclusiones de algo que solo se imagina y sin tener en cuenta lo que piensa Nicolás,
es cuando menos ya no un error, sino lo siguiente. Porque se arriesga no solo a
ser desgraciada ella, sino también a convertirle a él en lo mismo, cuando su pretensión
es precisamente lo contrario.
Mariana, la mujer
fuerte y decidida que conocíamos, se ha dejado manipular. Casi rayando en la obsesión, parece
incapaz de ver que realmente es ahora cuando Nicolás está decidiendo su
destino. Es más que evidente que éste no estaba destinado a ser un abogado,
algo que sin haberse mencionado es claro que era decisión de su familia y no suya,
pero que él había acatado. De ahí que cuando el cine irrumpió en su vida no
tuviera problemas para dejarlo atrás, porque era lo que realmente le llamaba,
una vocación que probablemente desconocía que tenía. Sin embargo el amor llamó
a su puerta y decidió que era el momento de plantar raíces, sin abandonar del
todo el mundo del arte.
Es cierto que
Genaro ha planteado a un hombre que, visto desde la perspectiva interesada, podría
parecer que se deja llevar por los impulsos. Pero como he dicho antes, creo que
es ahora cuando realmente es feliz con lo que hace. Y por descontado no creo
que para serlo necesite una vida regalada, ni vivir a expensas de su acaudalada
familia.
Es cierto que en
Mariana también puede influir el miedo a perder a Nicolás, pero es evidente que
no se da cuenta que precisamente el camino que lleva es el que puede hacer que
suceda esto. Y lo peor, parece dispuesta a decidir por él.
Ana, me ecanta como escribes se nota que eres, como tu bién dices, una lectora apasionada. De lo contrario no harías tan ameno y comprensible lo que escribes. Enhorabuena.
ResponderEliminarsi yo estuviese en el lugar de Nicolás,haría eso.no volvería a Murcia,pero me iría de la vida de Mariana para no regresar JAMÁS...
ResponderEliminaryo,como he dicho,también haría eso.no volvería a Murcia,pero me iría de Puente Viejo,y dejaría a Mariana.que se las apañara.
EliminarEs que en esta serie ninguna pareja puede ser feliz????ahhhh si (la bruja y el yayo) jajaja.Pobre Mariana ,cada trama peor que la enterior.Con lo lista que era antes y lo tonta que me lan han vuelto.A esta serie ,me niego que vuelvan M&M,por lo menos le dieron un final feliz y se fueron vivitos y coleando.Compensaria el que volvieran para volverlos a hacer sufrir??(segun los guionistas es lo que vende),yo me doy por contenta de ese final y deseando que jamas vuelvan a poner un pie en PV!!estoy segura que estropearian esta maravillosa historia.M&M en Cuba For ever!!!!
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