Es cierto que nada hace suponer que por el momento entre
Candela y Severo pueda llegar a existir algo más que una relación comercial,
pero también lo es que no hay ningún impedimento para que un día esta situación
pueda cambiar, y sin que ello no pase necesariamente por el terreno de los
negocios. De lo que sí estoy convencida es de que Severo no tardará en
descubrir la excepcional persona que hay en Candela, y ella a un hombre con
unos modales exquisitos, atento y encantador, pero que probablemente jamás ha
conocido otra vida que la que se mueve alrededor de sus negocios. Y que quizás
con la cercanía de Candela aprenda a descubrir algo más.
Evidentemente
es prematuro poner expectativas en esta hipotética relación, pero creo que esto
si supondría un revulsivo en las tramas, además de una magnífica ocasión para
volver a dar vida al personaje de Candela. Tiene todos los ingredientes para
ello, y no únicamente por el hecho de que solo Severo está a la par con la doña
en cuanto a poderío económico y social, e incluso en inteligencia y
perspicacia, aunque en las antípodas de ésta en cuanto a las maneras. Y que solo
Severo puede conseguir que Francisca muerda el polvo alguna
vez y deje de ser la espada de Damocles que pende sobre la vida y actos de
todos los puentevejinos. Porque a estas alturas creo que deben limitarse a los
seguidores raipaquistas más acérrimos los que no desean que la doña cometa
algún error y pague de una vez por sus tropelías. Llevamos más de mil capítulos
(o lo que es lo mismo, cuatro años) viendo como Francisca hace y deshace a
voluntad, estropeando todo lo que se mueve a su alrededor, y creo que ya viene
siendo hora de que esto cambie.
Una
relación de Severo con Candela además creo que volvería a dar una cierta
vidilla a unas tramas que ahora mismo y en mi opinión no despiertan ningún interés
especial. Porque dejando aparte el tema de los sentimientos, que evidentemente
juegan un papel esencial, esta relación también tendría otras connotaciones
interesantes. Como la que se daría con Candela, que pasaría a escalar posiciones
para colocarse a la altura de Francisca, y tener la posibilidad de hablar de tú
a tú con alguien que siempre la ha despreciado. Evidentemente me refiero al
poder, porque de altura moral Candela está muy por encima.
Y
ya que hablo de altura, esta vez el inciso será por la palabra literal. Yo no considero
un problema la diferencia de altura entre esta pareja, de lo que incluso se
pueden buscar interpretaciones positivas. Pero de cara a la galería, creo que
se busca minimizar este efecto. Es un detalle menor, pero al menos esto se
podría entender del hecho de que Severo hiciera sentar a Candela en una butaca,
mientras él se sentó en el sillón, quedando en una posición más baja. No
entiendo de normas de etiqueta, pero me pareció raro. Y efectivamente, he
encontrado en un manual que el sofá se debe reservar a las señoras. Pero lo
dicho, sólo es una curiosidad que me ha parecido interesante sacar a colación, y
supongo que una licencia necesaria.
Candela y Severo me gustan mucho. Estoy de acuerdo contigo.
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