Es de suponer que fue motivada
por las circunstancias, pero creo que la apuesta por otro hijo de Pepa y Tristán
fue muy arriesgada, y que una vez tomada, lo que ha sucedido a continuación no
ha estado a la altura de las expectativas creadas. Al menos hasta el momento.
En mi opinión, Bosco, a pesar de
que se supone es el principal protagonista, está pasando casi desapercibido, convertido
desde su llegada en la marioneta de otros y sin apenas personalidad propia. Ni
siquiera su supuesta historia de amor ha cuajado lo suficiente como para que
sea perceptible (y a la redes sociales me remito) Además tengo que reconocer
que el otro personaje del presunto binomio, Inés, me produce la misma sensación
de invisibilidad, por su carácter apocado y sumiso.
De veras que lo lamento por los
actores, pero estoy convencida de que si no dan un golpe de timón a esta
historia, ésta se va a ir cuesta abajo.
Y hay otro tema al respecto de
Bosco.
Una vez lejos de Francisca y de
su influencia, con este personaje tenían la oportunidad de crear otra bonita
historia: la del reencuentro de los hermanos. Sin embargo, al igual que la
anterior y vistos los antecedentes, tampoco van camino de conseguirlo. Hasta el
momento no ha habido en esta trama mucha emotividad (salvo algún momento esporádico),
lo que no permite alimentar las esperanzas de que ni siquiera se acerquen a lo
que se vio con Aurora y Martín, una relación llena de ternura, complicidad y
preciosos momentos. Cierto que Aurora y Bosco aún se están conociendo, pero su relación,
aun siendo cercana, es más bien convencional. Sin profundizar en los sentimientos.
De todas maneras pienso que ello
no será fácil, viendo además la congestión que hay en el Jaral. Meter a todo el
mundo en el mismo sitio me parece un gran error de cálculo y, como ya dije en
otra ocasión, creo que el más importante ha sido llevar a Inés a este lugar. Porque
veo bastante complicado desarrollar dos historias con un mismo personaje,
Bosco, y al mismo tiempo que ello consiga enganchar de manera eficaz. Considero
que ello obliga a escoger cual es la prioritaria, aunque también tengo que
decir que tengo muy claras mis preferencias.
Leyendo un
comentario sobre las telenovelas (en concreto en la presentación de la serie “Seis
hermanas”), quizás se pueda explicar toda esta situación. Y es posible que lo que
yo misma esté haciendo es buscar más pies al gato de los que le corresponden, y tenga que mirarlo sin tratar de buscar complejidades.
Transcribo: “El tono del 'culebrón' es muy concreto y se rige por
unas normas básicas e infalibles: Hay que marcar mucho a los personajes, ha de
existir una estructura circular que recuerde todo el tiempo lo que está pasando
(es decir explicar constantemente la historia para que el público nuevo no se
pierda) y prescindir, en la medida de lo posible, de todo lo sutil. En las
telenovelas los sentimientos y los objetivos son crudos y básicos. Por eso es
un género universal”.
Lo
bueno de ello: que se haya hecho justicia con Tristán, volviendo a estar en el
candelero cuando casi había desaparecido de las conversaciones.
Y pensar que una vez se vaya Ariadna (Aurora) sola o con su nuevo gran amor (dicho con ironía) Bosco va a ser el único de los hijos de Pepa y Tristán polulando por Puente Viejo...
ResponderEliminarA mí me produce bastante poco interés las tramas actuales. La que se comenta en esta entrada es que me parece muy mal llevada, más que nada porque Bosco me parece un personaje bastante plano y su relación con Inés me parece de todo menos lo que se ha intentado vender. Le falta lo que hemos visto en otras parejas con mayor o menor número de fans... Qué decir tiene que creo que Mariana y Nicolás, totalmente secundarios, parece que despiertan mayor entusiasmo...
La serie está más que finiquitada y es una realidad. Hace tiempo que ésto no es lo que era, así que creo que ya carente de interés muchos de los que hemos resistido las numerosas marchas de personajes que llenaban la pantalla con su presencia, nos iremos poco a poco. Una lástima.