La escena no ha durado mucho,
pero me ha parecido de un gran valor por lo que representa.
Porque dicen que quien tiene un
amigo tiene un tesoro y para Conrado es así. Isidro no actúa movido por considerarlo un deber,
ni siquiera por agradecimiento. Su relación con Conrado es de verdadera amistad
y su preocupación por éste sincera, sin que la acusación de la que es objeto el
geólogo interfiera en ello.
Al igual que Aurora, el chico ni
siquiera parece tener dudas sobre la verdadera naturaleza del hombre.
También es cierto que Isidro no
tiene muchos amigos. La superchería popular, alimentada por la ignorancia, les
ha convertido a él y a su hermano en proscritos. Y condenados por ello a ser
ignorados y a sufrir las consecuencias de una situación injusta, que también les
está abocando a sufrir penalidades para subsistir.
Tampoco Conrado goza de muchas
simpatías, aunque su caso sea distinto y más bien sea a consecuencia de su carácter
poco amigable. Pero queda demostrado que cuando deposita su amistad en alguien lo
hace con todas las consecuencias.
De verdad que la escena me ha
parecido preciosa. El gesto de Isidro desplazándose a pie al penal para llevar consuelo y apoyo a Conrado , además de comida, aún con sus
pocos medios, le hace parecer mucho más grande a mis ojos. Al igual que las
palabras de Conrado, sabedor del esfuerzo económico que el presente le supone
al chico. Pero no hay sólo esto, sino también la preocupación mutua por el bienestar del otro, lo que
demuestra el grado de amistad que existe entre ambos. No pasa ocasión en la que
Conrado no deje de lado sus problemas para interesarse sinceramente por la situación de Isidro, dándole también su apoyo e intentado aconsejarle.
Es lo que tienen los verdaderos amigos.
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