12 de febrero de 2014

Un nuevo Martín


Vivo en una zona donde hay numerosas y extensas fincas, algunas con edificaciones con más de dos siglos de historia a sus espaldas. Conozco a algunos de sus actuales propietarios y sé del enorme trabajo y sacrificio que representa sacar adelante las explotaciones agrícolas y ganaderas, como también el riesgo y la imaginación que hay que poner en ello.
Martín se ha encontrado de repente y sin proponérselo, con la obligación de tomar las riendas del legado de su padre. Ni siquiera tuvo tiempo de empezar a aprender de éste los rudimentos de llevar adelante una finca, cuando el cruel destino le dejó sin su referente, su amigo, el brazo en el que apoyarse. Pero el resto de su familia sigue ahí y ahora además va a crecer. Todo junto, aunque especialmente el amor por una mujer, han contribuido a que un chico que iba camino de hacer carrera en las altas esferas de la iglesia, sea ahora un terrateniente con planes de futuro. Y con el horizonte puesto en conseguir el bienestar y la estabilidad para los suyos.
Pero si lentamente el destino de Martín va cambiando, al mismo tiempo también está dejando surgir una persona que ya casi no reconozco. Porque si bien es cierto que conserva algunos rasgos de cuando llegó hace más de un año a PV, el que ahora vemos considero que es alguien muy distinto. Aunque admito que no me desagrada este nuevo Martín.
De lo que no hay duda es que los genes de su madre están muy presentes en él, pero creo que también está saliendo a la luz el Castro que lleva en su sangre, aunque sin que se den los extremos maquiavélicos que lleva aparejado el apellido, ya que no es nada desdeñable la influencia positiva que le transmitió Tristán. Que aunque no fuera su padre biológico si fue quien lo crió y le quiso con locura.
Pero aún así, creo que cada vez es más visible que Martín es un auténtico Castro, tal como Francisca le llama. Curiosamente siendo además la única que lo hace por su nombre y apellidos auténticos.
Pero si hay algo de bueno en esta situación es que ahora la doña tiene otra vez ante ella a un Castro que previsiblemente no se lo va a poner fácil, ni aún con el señuelo del cariño que ambos profesan a María.












Ha sido una escena como ya hacía tiempo que no se daba, entre dos voluntades igual de férreas. Un duelo dialéctico muy bien resuelto por parte de los dos actores, que considero han sabido sacar lo mejor de ellos. No creo que me ciegue la pasión por Jordi al decir que ha estado inmenso, lo mismo que María.
A decir verdad no entiendo muy bien la jugada de Francisca y lo que pretende intentando acercarse a su nieto con un ataque de sinceridad, pero con un nada creíble arrepentimiento. Pienso que es demasiado retorcida para que su supuesta intención de tender puentes con él, con el argumento del bienestar de María, no esconda nada más. Ni aún con la sorprendente declaración sobre los lazos de sangre que los unen, algo de lo que jamás hasta ahora había hecho bandera.
Pero creo que esta vez Francisca no ha calculado muy bien sus posibilidades. Más bien considero que lo que ha hecho ha sido acrecentar los sentimientos negativos del chico hacia ella. Porque nadie en su sano juicio podría esperar que ante semejante confesión éste se quedara impasible, y mucho menos pretender que corra un tupido velo sobre el pasado.
Martín no puede perdonar, ni olvidar. Y tampoco va a dejar que la doña le mangonee, igual como pretendió hacer con Tristán. Aunque lo más asombroso es que parece que ésta no tiene objeciones a que sea la pareja de su ahijada.

Volviendo a Martín Castro, hay otro aspecto que me gustaría destacar
Creo que cada vez está asumiendo con mayor fuerza su papel de terrateniente. Y no sólo por lo que he dicho antes, sino también por otros aspectos mucho menos positivos. Me refiero a que está adoptando de alguna manera la mentalidad que éstos tenían (y algunos aún tienen), y aunque creo que nunca ha de llegar a convertirse en un explotador ni un tirano, si que está tomando conciencia de su poder y su influencia. Es la única explicación que encuentro a que se muestre tan injusto con Conrado y que además pretenda darle lecciones.

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