17 de febrero de 2014

El doctor Colmenar

Ver a Lesmes sentado junto a los supuestos notables del pueblo, juzgando y jugando con el futuro de Conrado, me produce una sensación que no puedo evitar , como si su presencia estuviera de más. Aunque es evidente que nadie de los presentes lo considera un intruso y si alguien cuya opinión es tenida en cuenta, a pesar de ser relativamente reciente su llegada al pueblo. También es cierto que su integración ha venido rodada, dada su profesión y  su carácter cercano. Y, por descontado, no se le puede negar su derecho a opinar, aunque sutilmente utilice su posición para llevar el agua a su molino y con ello deshacerse de un rival.
Porque ya se empiezan a ver algunos retazos de sus intenciones. De las que al parecer, y de momento, solo se ha apercibido Conrado.
Tampoco hay que olvidar que el hecho de haber estudiado una carrera hace que se le suponga una buena educación y una cierta posición social, lo que también ayuda mucho a posicionarse rápidamente en una sociedad en la que el estatus juega un papel importante, otorgando privilegios sin tener que demostrar su merecimiento.
Aunque todo esto podría servir también para Conrado, pero sin embargo aquí terminan las similitudes. A pesar de tener también una carrera universitaria, la posición del geólogo dista mucho de ser la misma. Porque si bien es evidente que éste ha gozado también de una educación esmerada y probablemente además es de buena familia, la consideración en la que le tienen es casi inexistente, con la notable excepción de Isidro y  quizás también Martín , aunque en éste último es posible que lo que influya sea el agradecimiento. Y no me olvido de Aurora, cuyos sentimientos por Conrado son de otra índole y mucho más profundos y difíciles de dejar de lado, por mucho que ella se empeñe y él se esfuerce. Aunque también es verdad que Conrado no ha hecho mucho para ganarse la simpatía popular. Y no me refiero a la situación actual, si no a su carácter poco sociable.  
Lo que si tienen en común los dos hombres es algo (o más bien sería correcto decir alguien) que ocupa un lugar importante en su corazón y en su pensamiento, pero que no les pertenece: Aurora. Y otra vez terminan aquí las similitudes. Pero en este caso es Conrado el que parte con ventaja, ya que tiene el amor de la chica.
Aunque él solo desee alejarla, a pesar de amarla también. ¿Sus motivos? Creo que no tardaremos en saberlos.

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