Me encantaría escribir algo en
positivo sobre la serie, pero desgraciadamente ahora mismo no encuentro casi nada
que me lo permita, salvo los ocasionales momentos de cuquismo entre Martín y María,
solos o con su pequeña, o los también esporádicos entre Emilia y Alfonso. Fuera
de esto, casi todo es sufrimiento, preocupaciones, o directamente tramas
absurdas.
Y soy consciente de que uno de
los personajes de los que me estoy mostrando más crítica es del de Francisca. Pero,
como ya he dicho en otros comentarios, ha acabado por agotarme del todo. Su mezquindad,
reducida a un cerrado mundo de poder, dinero y venganza, es absolutamente
despreciable.
Entiendo que María Bouzas es una
baza importante en la serie y que el concurso del personaje al que da vida puede
seguir siendo hilo conductor para algunas tramas. Pero al igual que el resto de
integrantes de esta historia, todo tiene un límite y no tiene por qué ser invulnerable.
Que sea un personaje atormentado por un pasado de sufrimiento no la exime de culpa
por sus fechorías pasadas y actuales, ni su soledad es algo que le haya
sobrevenido sino una situación que ella misma ha provocado. Y he de decir que
sus muestras de afecto hacia Bosco, que pueden parecer creíbles a algun@s, a mí
me producen el efecto contrario al que probablemente pretendan llegar. Cierto que
los afectos son volubles y dependen de muchos factores, e incluso puedo
entender que haya personas cercanas en consanguinidad que sean más queridas que
otras. Pero lo que no cuadra es lo que se ha hablado tantas veces: que sienta
rencor hacia Aurora y Martín, y que al contrario Bosco merezca toda su atención,
siendo todos hijos de la partera, el principal motivo de su irracional inquina. (Aunque también
esporádicamente demuestre que no es así del todo, reconociendo los valores que ésta
atesoraba).
Y me revienta su sonrisa de
suficiencia y su henchido orgullo al hacer pública su intención de dejar su
patrimonio a Bosco. Algo, por otra parte, a lo que éste también tiene derecho, aunque
nadie lo sepa. Pero aún me revienta más que sea tan superficial y viva tan pendiente
de su propio ego, que no se dé cuenta que lo que para lo que ella es una satisfacción
insana, a los demás interesados sólo les provoca indiferencia. No creo que ni a
Martín, ni a Aurora, les interese lo más mínimo hacerse con la herencia de
Francisca, aún a pesar de tener derecho a ello. Otra cosa es la prisa de ésta en
llevar a cabo sus propósitos. Cierto que Bosco es su nieto y que sus razones tienen poco o nada
que ver sólo con la generosidad o el agradecimiento, pero su seguridad de que esta vez no le saldrá
rana es cuando menos sorprendente, teniendo en cuenta el poco espacio de tiempo
que ha pasado desde que lo recogió. Por cierto ¿para qué tanta parafernalia esta
vez? Creo que este testamento debe haber cambiado de destinatarios un montón de
veces en los últimos tiempos y no se hizo con tanta pompa ni de lejos. En fin…..
Y ya que he sacado el tema de
Bosco, también tengo para él. Cada vez están consiguiendo que baje más enteros
en mi valoración. Su evolución, tan rápida como poco creíble, no me permite
hacerme con el personaje. Quizás sea posible y sea un superdotado, pero cuesta
creer que en apenas tres meses haya mudado tanto como para pasar de vivir en
estado semisalvaje, a aprender a leer hasta el punto de sumergirse en libros, a
escribir con una cierta soltura, a pulir sus modales hasta el extremo de comportarse
en sociedad como un señorito con ínfulas, y manteniendo además la distancia con
las clases que la doña considera inferiores, mostrando maneras bruscas y
autoritarias con sus subordinados. Pero especialmente que todo ello haya
conseguido ahogar su conciencia y sus convicciones, hasta el punto de dejarse deslumbrar
por una vida muelle y, pese a sus iniciales reticencias, acabe aceptando algo
que supuestamente no le pertenece, en detrimento de los legítimos herederos.
La verdad es que esperaba más de
este personaje, aunque aún conservo la esperanza de que todo cambie cuando se
descubra su verdadera identidad. Que espero que sea pronto.
Hola Anna!!
ResponderEliminarMe gusta mucho leerte, igual me sucede con Mar, poneis letra a mis pensamientos.
Parece que van dando palos de ciego y por eso vemos tantas inoherencias en los personajes, imagino que es difícil escribir tramas para tantos años, pero por otra parte, ellos crearon sus personajes no les debería ser difícil mantener los matices que le han dado a cada uno de ellos.
En el caso de Francisca como tu bien has dicho, tantos desvelos por un nieto de la partera y tanto odio hacia los otros. Aunque verdaderamente no quiere a ninguno de los tres, a éste último lo quiere hacer a su imagen y semejanza.
Espero que Bosco descubra su identidad antes de la marcha de Martín, sería bonito ver juntos y en armonía a los hijos de Tristán y Pepa, acompañados de María.
A mí no me gusta el personaje de Bosco, esperaba más de él y mucho menos me gusta su relación con Inés.
Esperemos a ver como se ven desarrollando las tramas, pero desde luego en el momento que den por finalizada la historia de MYM yo me bajaré de el tren. Aunque siga Loreto que me encanta, y me gustaría tuviera el protagonismo que se merece, pero Martín y María son uno, y le den la salida definitiva a Jordi o dejen una puerta abierta para su regreso. yo no quiero más penas, con lo cual diré ADIOS a Puente Viejo.
Un saludo
Gracias por tu comentario.
EliminarLa verdad es que va a ser muy difícil seguir sin Jordi. No veo las posibilidades de Loreto sin su pareja en la serie y su historia de amor, por lo que yo también me estoy planteando si vale la pena seguir. De hecho ahora mismo lo que me ata es más el placer de escribir que lo que veo.
Para penas ya hay suficiente con ver las noticias. Como ya dije, superé sin problemas lo de Pepa, llevé mucho peor lo de Tristàn, pero con otro ya no creo que pueda.
Un abrazo
Hola Anna!!
ResponderEliminarDescubri por casualidad tu blog hace un par de semanas, y me encanta como escribes
!
Decirte que estoy totalmente de acuerdo en lo que dices, y tampoco entiendo porque trata tan bien a Bosco, y no a Aurora, a Martin consigo entender que no lo quiera, porque ella considera que siempre se lo han intentado encasquetar a Tristan, como padre del niño, priimero Angustias y luego Pepa. Por supuesto no estoy de acuerdo con la actitut de la doña con Martin, pero es mas comprensible que lo repudie, pero Aurora es de su misma sangre, al igual que Bosco, ppero a este ultimo, hay momentos que incluso le llega a querer y mostrar afecto, y eso no es comprensible teniendo en cuenta que dice que no quiere a los otros por ser hijos de la partera. Sobre Pepa yo opino que tiene un rara obsesion enfermiza, es una mezcla de odio y envidia, pero tambien admiracion por sus arrestos, y claramente esta obsesionada con la partera por que siempre esta hablando de "la maldiita partera o la partera del demonio", esta obsesionada, porque considera que se le llebo a su hijo y ademas fue la primera persona capaz de plantarle cara, entrar en guerra con ella y acabar ganandola.
Muchas gracias por comentar en mi blog.
EliminarTienes mucha razón. Creo que la doña ya hace tiempo que chochea, porque lo suyo no es nada normal, y menos que mantenga su inquina por una persona que lleva años desaparecida. Aunque es aún peor que lo traslade a los hijos de ésta, sus propios nietos.
Un abrazo